La Profecía Rota - Libro 3 de la Saga De Lug

TERCERA PARTE: El Sujetador de Demonios - CAPÍTULO 90

—Wonur no es una entidad abstracta, es un ser concreto, con cualidades físicas. Es por eso que es posible retenerlo prisionero en un lugar. Pero Wonur tiene más dimensiones de las que tenemos nosotros— comenzó Cormac.

            —¿Más dimensiones?

            —Wonur es un tetra— asintió Cormac.

            —¿Un tetra? Pero los tetras siempre me han ayudado, me han guiado, están de mi lado.

            —Los tetras están de tu lado porque saben que eres el único que puede vencer a su compañero renegado.

            —¿Por qué no pueden ellos mismos encargarse?

            —Porque Wonur pactó con los humanos, adquiriendo conocimiento y habilidades que los tetras no pueden contrarrestar. Wonur era prisionero en la isla de Tír Na N Og, pero Bress lo liberó.

            —¿Cómo?

            —La habilidad de Bress era manipular los portales; podía forzar la apertura de un portal en un punto geográfico y temporal específico. Eso significa que manejaba más dimensiones de las que tenía, por eso pudo liberar el anclaje que restringía a Wonur.

            —Bress abrió un portal y permitió a Wonur escapar por él— murmuró Lug, comprendiendo.

            —Sí. Al verse libre, Wonur recuperó su propia habilidad.

            —¿Qué habilidad es esa?

            —Wonur es básicamente un ilusionista, pero lo más importante es que puede enlazarse a las habilidades de los demás y modificarlas.

            —Así fue cómo Bress obtuvo una habilidad ampliada— asintió Lug.

            —Exacto. Wonur se hizo de más y más habilidades al pactar con más de nosotros. Y no solo eso, las modificó, las amplió y las utilizó para sus propios fines.

            —¿Cuáles son esos fines?

            —Al principio, pareció conformarse con orquestar la destrucción de los humanos en el Círculo, pero sus habilidades crecieron, poniendo en peligro a sus propios compañeros tetras. Ahí fue cuando los tetras decidieron ayudarte. Wonur manipuló el tiempo y lo volvió circular para atrapar y dominar a los de su propia especie, pero haciéndolo, creó la posibilidad de predecir el futuro. Esa habilidad floreció en Marga. Marga predijo un elemento inestable que podría romper el Círculo: tú. Tú eres el único que puede vencerlo.

            —¿Y cómo se supone que un humano como yo tiene que hacer para vencerlo? Yo tengo menos posibilidades que los tetras.

            —Ellos piensan que tienes una habilidad única que puede derrocarlo.

            —Mi habilidad no es suficiente, ya te dije que salvé la vida de milagro.

            Cormac se quedó pensando un momento. Luego dijo:

            —¿Cómo?

            —¿Cómo qué?

            —¿Cómo salvaste tu vida? ¿Qué hiciste?

            —Solo un truco que dio resultado cuando me enfrenté a Ailill, una visualización que aprendí de Nuada para tranquilizarme y protegerme: es la visualización de un lago. El agua me serena y me protege, me da tiempo para pensar en la solución, en la salida.

            —Ahora tiene sentido— murmuró Cormac para sí.

            —¿Qué cosa?

            —Tu madre me dijo que debía darte un mensaje, un mensaje que pensé que no tenía sentido alguno, pero ahora lo veo.

            —¿Cuál es el mensaje?

            — “Para luchar contra Wonur, el Señor de la Luz debe usar su herencia e invocar el mar.”




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