La Promesa

DESEO

- te cuento un secreto?
- si,
- este pozo es milagroso
- estás segura Lindsey?
- Yayo me lo dijo, que si pides un deseo y oyes tu eco, entonces se hará realidad.
- te quiero, pero no te creo
- claro que si, a ver prueba.
- Bueno deseo conocer a mi príncipe azul..
Azul... Azul
- lo oíste, el eco está ahí.
- No sé
- Buuuuuu! qué hacen mocosas???
- ay! tonto nos asustaste, Lindsey no llores, por favor no llores.. FER!!! la hiciste llorar.
- son unas aburridas y lloronas mejor me voy.
- Lindsey, no llores, Fer ya se fue.
- Pozo mi deseo es derrotar a los malos, ser valiente...
Valiente... Valiente..

Me duele mi cabeza, mi cuerpo, necesito despertar...

- tranquila no te esfuerzes, necesitas descansar..

Abro mis ojos me cuesta enfocar, en dónde estoy?

- Monique? Qué pasó, dónde está Fer? - necesito levantarme...

- Tranquila tu esposo está bien, sólo salió un momento, está hablando con la policía. - su voz es sexi e intimidante, como ella.

- la explosión?

- si, pero no te preocupes, a parte de los daños materiales y los golpeados no hay nada grave que lamentar, tuvieron suerte que esas puertas de madera son resistentes y soportaron bastante bien la explosión para que nos les diera de lleno.

- y tú que haces aquí? - no puedo evitar ponerme nerviosa.

- tranquila, solo estoy para cuidarte, eres muy hermosa pero ni loca tocaría a la mujer de Fernando Erthal, amo demasiado mi vida. - me dedica una sonrisa sincera, se lo agradezco

- Hola, veo que ya despertaste - dijo Fer entrando a la habitación, tiene unas heridas en su rostro y el brazo derecho entablillado.

- sólo adolorida, y tú, no deberías estar descansando?

- pues hazme espacio en la cama y podré descansar - me dice provocativo

- mejor espero afuera, - dice Monique haciendo una mueca - mi gente ya está alerta. - dice saliendo.

- fue ella cierto, mi madrastra. - digo con miedo.

- si, escapó esta misma mañana de prisión - dice acomodándose conmigo en la cama y nos abrazamos.

- pensé que la tenían vigilada?

- eso creíamos, pero no contábamos con que lograría sobornar al alcalde de la prisión y algunos guardias. Pero no te preocupes, la policía ha desplegado toda su fuerza para atraparla, estaremos bien.

- Lindsey, vas a vencer esta enfermedad, se que lo lograrás.
- No soy tan fuerte Lizzi, yo no soy valiente como tú.
- claro que si, creo en ti, se que podrás, y si necesitas fuerzas toma las mías, pero lucha, no te rindas sin antes pelear.
- quiero vivir, quiero tener mis felices para siempre con mi principe
-lo tendrás, pero debes luchar.
- lo haré Lizzi, lucharé.
- juntas lo haremos.

Pasamos la noche en el hospital, en la mañana la policía nos escolta a un lugar seguro. Fer prefería que fuéramos con la gente de Monique pero no nos dieron opción.

Primero llegamos a una casa de seguridad en las afueras de la ciudad, ahí debíamos esperar hasta que lo consideraran seguro para seguir.

- algo no me gusta Lizzi, debemos preparanos para huir por nuestra cuenta. - Fer hablaba en susurro estábamos encerrados en una habitación.

- qué sucedió?

- cuando hablaba con el jefe de policía, sacó a colación la muerte de mis padres, solo así, me preguntó si recordaba algo.

- no le dijiste tus sospechas?

- no, claro que no. Ese tipo no me da confianza.

- lo sé, a mi tampoco, me interrogó hasta por si sabía que había pasado con las acciones de mi padre en la compañía.

- pero no te preocupes, la gente de Monique y creería que ella misma nos están siguiendo el rastro. Aun asi, debemos estar listos para huir.

- yo te sigo.

- se que tienes un secreto Lizzi, o me lo dices o te hechizaré...
- jajajajajaja estás loca, no tengo un secreto.
- si lo tienes y vas a decírmelo.
- bien te lo diré pero sólo si comes un poco.
- no puedo Lizzi, todo sabe mal y no importa si como si luego voy a vomitar.
- eso no lo sabes, la última vez no lo hiciste, ya tú cuerpo resiste más.
- bien, pero debes decirme tu secreto.
- bien come y sabrás quien se ganó mi corazón.
- ese no es secreto, todos sabemos que Fer y tu están loquitos el uno por el otro.
- LINDSEY ERTHAL!!!!
- jajajajajajaja

Dos días después nos dicen que deben movernos, al salir de la casa los vemos, los cuervos están ahí graznando, advirtiendo, Fer y yo nos miramos, sabemos lo que significa.

Nos subimos al auto, salimos a carretera abierta, después de casi todo el día viajando llegamos a un pueblo pesquero pequeño. Pasaremos ahi la noche, en una casa cerca de un risco.

Nos hemos encontrado cuervos a lo largo del camino, Fer saca del fondo de su maletin un arma y un teléfono móvil.

- Monique me los consiguió para estar preparados.

- pero tu brazo?

- cariño puedo usar mi brazo - se quita el entablillado y mueve bien el brazo - es por seguridad, nadie debe saber que puedo utilizarlo - asiento.

- tú no deberías pasar por esto, yo

- no digas nada, esa loca nos arrinuo la vida y acabó con nuestra familia, y no voy a permitirle que ahora que te recuperé te aleje de mi. Estamos juntos en esto y adonde tú vayas yo voy. Vengo incluido en el paquete recuerdas.

- solo fue una crisis, es normal, pronto te sentirás mejor.
- no mientas Lizzi, estoy muriendo.
- claro que no.
- Fer no niegues lo obvio, por una vez necesito que me des la razón.
- eres mi hermanita, no te dejaré morir y no me importa que digas no lo haré.
- es la realidad no debemos ir contra el destino, por eso quiero que me prometan que se cuidaran como familia.
- mi niña, mi linda nietecita, ya nos cuidamos no necesitamos prometer eso.
- si Yayo, quiero que me prometas que se cuidaran todos, prometanme que cuando alguno de ustedes lo necesite los otros estarán ahí. Prometamenlo por favor.
- lo prometo Lindsey, pero ya no digas esas cosas...
- Yayo, Fer ustedes lo prometen.
- lo prometemos.
- si así ya me siento mejor, ahora yo les prometo que aunque muera los cuidaré y si me necesitan yo vendré a salvarlos.




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