—¿Vinceszo fue el culpable?
La pregunta me hizo reír, una risa amarga y llena de dolor. ¿Vinceszo? Claro que fue él, el maldito. Quería gritar, quería destruirlo. Pero me quedé inmóvil, atrapado en una red.
—El grupo, el que ustedes dos cuidaban, fue una trampa. Nos hizo creer que lo teníamos acorralado. ¡Ese maldito nos manipuló!
Nicolás se levantó de golpe. y golpeó la mesa con la palma de la mano. Él había confiado en la información que recolecto, pero se sintió un tonto cuando decidió confiar en esa información.
—Entonces... ¡Quiero tomar el trono!
Espeté, la voz ronca por la ira contenida. Después de todo lo que me han hecho, ¿acaso no se lo merecen? Esa maldita familia real me ha arrebatado todo. Nicolás me miró, sorprendido al principio, pero luego asintió lentamente. Sabía lo que sentía.
—No esperaba una respuesta tan audaz. Entonces, supongo que hay que voltear la situación, un poco. Futura emperatriz.
Una sonrisa irónica curvó mis labios. La muerte de Balder me había dejado atónita. Quería llorar, quería desmoronarme, pero no podía. Había planeado ayudarlo a conseguir el trono, pero ahora mis planes habían cambiado. Vinceszo me había arrebatado a Balder, y ahora yo le arrebataría a él todo lo que tenía. Bueno, no es único que ha hecho mi vida miserable, dentro de esa repudiable familia imperial.
Sin más, nos pusimos en marcha. El primer paso fue, revelar mi identidad a los miembros del gremio, de esa manera tendría el apoyo de ellos, y podría engañar al emperador, con eso.
También cambie la posición de mi parche. El uso de este era ocultar, mi ojo izquierdo de color violeta. Ya que era uno de los rasgos, que únicamente tenía la familia real, si tenías los ojos de color violeta, era símbolo de ser descendiente de la diosa Nisha.
Primero decidimos, investigar el itinerario de la emperatriz. Para poder acercarnos a ella. Tuvimos que esperar una semana entera, hasta que se presentó la oportunidad.
La emperatriz, iba en carruaje camino a un banque por la tarde, e hicimos que el cochero tomara un desvió. Mientras avanzaba, liberamos a los monstruos de primer nivel. Para que los atacaran, al final varios guardias resultaron heridos y otros simplemente murieron.
En ese momento de debilidad, es que decidimos intervenir. De esa manera, el emperador se sentiría en deuda por ayudar a la madre del impero. No importa si ellos dos no tienen una buena relación. El tendrá que mantener, las apariencias.
Por supuesto, para que la emperatriz, no reconociera mi linaje. No me mostré del todo ante ella, quien se mostró al frente fue Lilly. Al final, la emperatriz, le dijo que fuera directo al palacio imperial para mostrar sus agradecimientos por nosotros.
En cuanto llegamos quien nos recibió fue la emperatriz junto con el emperador. El emperador, nos ordenó pasar al frente cada uno. Y cuando fue mi turno, todos los presentes se mostraron sorprendidos, en cuanto alce mi mirada.
Entre los presentes se podían escuchar un ¿Como es posible?, ¿Una hija ilegitima?
—Ese color de ojos, ¿Los tienes desde nacimiento?
El emperador se mostraba dudoso, acerca de sus ojos. Pues era imposible, crear ese color de ojos con magia, después de todo ese color es considerado divino.
—Así es su majestad. Lo tengo desde que tengo memoria.
—¿Tu madre, lleva por nombre Aster?
<< Vaya, parece que mañana volaran los cerdos. >>
—Así es, su majestad.
—¿Como se encuentra ella?
¡Qué pregunta más estúpida! Quise gritarle, pero me contuve. Mi paciencia se agotaba con cada palabra que salía de su boca.
—Ella murió, cuando era a penas una niña su majestad.
El emperador, frunció el ceño. No parecía contento con mi respuesta, pero después de todo fue el quien abandono a mi madre, en el abismo. En cambio, la emperatriz no pudo ocultar sus expresiones faciales. Estoy segura, que ella ya se dio cuenta, pero no importa ya conseguí mi objetivo.
—No solo es tu color en ojos, sino también tu cabello, es el color que más se asemeja a la diosa.
Sus palabras dirigidas a mi cabello, me sorprendieron. Pues, era la primera vez que me decían eso.
—¿Que hay acerca de tus poderes?
—Siendo sincera, al principio tenía dificultades, debido a que no tenía a nadie quien me enseñara. Pero atreves el paso del tiempo pude a controlarlos mejor.
El emperador se quedó pensativo, parecía dudar en que decir. Bueno, lo único que quiero es su aprobación para poder deshacerme de todos ellos.
—¿Posees la ‘obediencia absoluta’?
Parece que al final decidió ir directo al grano, en vez de irse por las ramas. Después de todo la obediencia absoluta, se tenía la creencia que solo aquel digno de gobernar, le era heredado, ya que en los registros imperiales tenía registrado que no importaba si el emperador tenía más de un solo hijo, siempre había un solo heredero de tal poder. Sin embargo, ahora es diferente.
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Editado: 06.11.2024