Esas fueron mis últimas palabras, no tarde mucho en desaparecer entre las sombras. Hoy quería dormir durante mucho tiempo, pero al ver la hora, me di cuenta que tampoco podre dormir temprano, puesto que ya eran las tres de la madrugada.
<< Bueno, a provechar el poco tiempo que queda para poder dormir.>>
Pensé que ponerme el pijama iba a ser una pérdida de tiempo, por eso mismo solo me quité el abrigo, y fui directo a aventarme a la cama. En cuanto toque la cama, me quede completamente dormida.
Ni siquiera el tenue amanecer, que se colaba por las ventanas, logró sacarme de mi letargo. Solo la llegada de Eros, siempre puntual y bullicioso, consiguió arrancarme del mundo de los sueños. En cuanto abrio la puerta, me acurruque mas entre las sabanas.
—Vamos, es hora de levantarse.
Luego de terminar su oración, empezó a tocar una sartén con un cucharon. Provocando, un ruido sordo. Haciendo que me cayera de la cama.
—Maldito psicópata. ¿No podías despertarme de una manera más amable?
—No.
Respondió, como sino no le importara los estatus jerárquicos. El sin duda, es el único que puede despertar de esa manera a la única emperatriz de este imperio.
—Es bueno que ya hayas despertado. Es ahora de reunirte con tu nuevo amante, su majestad.
Mi mente quedo confusa con sus palabras, después de un buen susto. Mi mente daba vueltas, pues no dormí muy bien que digamos.
—¿De qué amante, me estás hablando?
Hable con un ligero mareo en la cabeza. No importa un amante, solo quiero dormir un poco más. Justo, cuando ya estaba cediendo mis parpados, para poder dormir. Eros me lanzo una bomba.
—Hablo acerca de tu amante, el hijo ilegitimo del conde con nombre Khadil Calloway, quien se unirá a tu harem.
En cuanto menciono, a Khadil Calloway. Fue cuando, mi mente se ha claro.
—¿No se suponía, que todavía faltaba para reunirme con el?
—No, es hoy. Por favor, apresúrate a arreglarte. Te faltan documento por revisar y una reunion con los ministros. Des esa manera, terminaras temprano para asistir con el en la noche.
Las sirvientas, con manos apresuradas me arreglaron. Hize todos, mis deberes como me correspondian, a penas y me daba tiempo para comer. En la reunion, no llevaba ni cinco minutos, y ya tenia migraña. Con muvha dificultad logre terminar, toda mi agenda deldia de hoy.
LLegada la noche, las sirvientas me arreglaron municiosamente. Con mucha determinación, me dirigí al salón de invitados, donde se encontraba Khadil, el sin duda es una parte indispensable para mi plan, por eso mismo hoy mismo debo asegurarme de atraparlo.
En cuanto abrieron la puerta, para abrirme paso. Pude ver, a un hombre corpulento con una cicatriz iniciando desde su mandibula, extendiéndose hasta su cuello. Me senté frente a él, las sirvientas se encontraban sirviendo el té caliente, en cuanto terminaron. Les di la orden de retirarse, no quería que nadie escuchara nuestra conversación a partir de aquí.
—Aun no comprendo, ¿Por qué, su majestad decidió convertirme en concubino?, no tengo poder como Hart Demetrus.
—No están difícil, de comprender Sir. Calloway. Después, de todo usted tiene lo que necesito, y yo lo que usted necesita.
Respondí dando una ligera sonrisa, mientras llevaba la taza a mi boca. No cabe duda, que él sabe su propio valor, ni siquiera su propia familia.
—No lo entiendo, por favor sea más específica su majestad.
Siendo sincera, la familia Calloway en si tiene una excelente reputación como nobles, además aparte de que lo elegí como concubino, fue por su simple neutralidad, a comparación con el ducado Demetrus, quienes apoyaban a Vinceszo, ellos no apoyaban a ningún príncipe.
Agregando el hecho de que Khalid, es hijo de una sirvienta. Prácticamente, solo fue añadido al árbol genealógico, por el simple hecho de heredar el poder mágico, de barreras protectoras. Ya que a comparacion, de los dos hijos de la condesa, no obtuvieron tal poder, por esa misma razón su padre al intentar mantener su imagen.
Se le ocurrió la grandiosa idea, de mandar a su hijo ilegitimo, a ir a proteger, al bosque de las brumas eternas. Que fue invadido, por monstruos. Decidido sacrificar a su hijo, quien le causaba vergüenza. En vez de entregar a sus hijos queridos.
—¿No quieres convertirte, en el futuro conde Calloway?
El hombre con una piel ligeramente bronceada. Arrugo sus cejas, no parecía muy convencido, por mi propuesta.
—¿Su majestad, qué le hace pensar que codicio la posicion del conde?
Al notar tal reacción, pude ver que el sabia a la perfección, que no se encontraba en posición de luchar por el título.
—Bueno, escuche acerca de tu trato en el condado Callloway. Supongo que has vivido, tu vida al igual que una rata, escabullendote. Y en cuanto, al trato que te propongo es sencillo. Tu tienes lo que yo necesito, y yo lo que tu necesitas, de esa manera haras pagar al conde por todo lo que te ha hecho.
—Eso sería más bien, una venganza.
#725 en Fantasía
#3263 en Novela romántica
asesinatos organizados romance erotismo, traicion celos, drama amor misterio y magia
Editado: 22.05.2025