Una vez más, Scarlet y yo nos reunimos en la cafetería de hace dos días para seguir con el entrenamiento. El otro día me habló por horas sobre las armas que los Hunter utilizan para cazar a los demonios. Y según lo que ella me dijo, hoy veremos mucho sobre estos últimos.
—Bien, me alegra mucho que hayas decidido continuar—me saluda.
Ella viene de una manera más casual que el otro día. Tiene un abrigo acompañado de una bufanda y pantalones oscuros. Tiene sentido venir con ropa cómoda si vamos a estar toda la tarde hablando de demonios.
—Hoy vamos a estudiar un poco sobre las criaturas del averno que ya conoces—comienza sacando otro montón de fotografías y hojas.
—Como me gustaría omitir este tema—suspiro.
—Es completamente necesario y fundamental que sepas sobre los demonios, después de todo son tus enemigos principales y contra lo que vas a luchar.
Tiene razón, yo mismo fui quien se metió en todo esto. Bueno, en realidad no quiero cazar demonios, solo quiero tener conocimiento para defenderme en caso de que lo llegue a requerir, lo cual es probable en algún punto.
—Bien, hagamos esto como el otro día. ¿Qué sabes sobre los demonios?—comienza preguntando.
—Alice me contó sobre ellos. Existen clasificaciones: D, C, B, A, A+ y finalmente S—repaso todo lo que sé.
Afirma con la cabeza.
—Excelente. Bueno, empecemos repasando a los demonios clase D. Debido a que no poseen cuerpos es necesario un arma bendita para poder matarlos. Su anatomía general es la de un cráneo cubierto de llamas, algunos tienen cuernos y otros no. Basta con un buen corte para partirlos y matarlos. A pesar de lo que pueda parecer, las armas benditas cortan como mantequilla todo aquello que sea demoniaco. Sin embargo se debe tener cuidado, son rápidos y por lo general buscan poseer cuerpos—explica.
—Entiendo, pese a su baja clasificación son bastante peligrosos.
—Los que conoces como C son demonios con cuerpo físico, son bastante agresivos y al no tener anatomía definida pueden en variar sus características. Algunos pueden ser gordos y lentos, otros robustos y agiles, a veces ni siquiera tienen forma humanoide. Sus ataques se basan principalmente en el uso de sus garras y dientes, pero pueden usar ataques a distancia vomitando sangre demoniaca, la cual por cierto es corrosiva. Estos no necesitan un arma bendita para ser eliminados, pero es recomendable usarlas para hacer un poco más fácil el trabajo. Basta con romper su corazón para matarlos—continúa Scarlet.
—Así que si tienen órganos—analizo.
Jamás me encontré con algún demonio de esta categoría.
—Sí, son seres biológicos adaptados al infierno—añade.
Que aterrador. Por su bajo poder pienso que probablemente sean carne de cañón y lo que mata la mayor parte de los Hunters.
—Después están los de clase B. Tú más que nadie debería saber cómo matarlos y sus características, ¿no es así?—me dice.
—Sí. Cuando me hice demonio, dependía mucho de una armadura demoniaca que todos los de esta categoría poseen y llaman Soldado Infernal. Me permitió usar la maldición de Alice a la mitad de su capacidad, pero entraba en un trance difícil de salir, me sentía poseído. Y bueno, supongo que simplemente bastaba con matarme como a cualquier otra persona—explico.
No creo que ella o la Sociedad tengan mucho conocimiento sobre esta clase de demonios, no debe ser tan común. Así mismo, parece que los registros de la clasificación A+ y S son muy escasos, por lo que tenemos que quedarnos con la información proporcionada por Alice.
—Creo que es más correcto llamar a ese tal Soldado Infernal como el verdadero demonio clase B. Debido a la falta de investigación me temo que no podemos estudiar mucho sobre esta categoría—se lamenta.
—Entiendo, hace falta saber mucho todavía—comento.
Scarlet asiente y continúa.
—Después vienen los más peligrosos, aquellos similares a Alice. Sus maldiciones son fuertes y sus capacidades también. Para matarlos debes hacerle suficiente daño en el pecho, lo necesario para dejar al descubierto su núcleo que sirve de corazón y después destruirlo. Como te imaginarás, son intangibles, pero esto se soluciona con las armas benditas—revela.
—Sí, lo tengo más que claro—suspiro.
—Las peleas con demonios clase A son crudas, Frank. Tú y tus compañeros tienen suerte de haber salido con vida, por lo regular en grupos así solo uno termina sobreviviendo, son batallas en las que la mejor estrategia con bendiciones o maldiciones gana—comenta seriamente Scarlet.
—Realmente lo creo. Ni siquiera pudimos matar a Alice, tal vez si aquella voz que surgió de la nada no hubiera interferido habríamos logrado eliminarla—recuerdo ese día.
—¿Hay alguna posibilidad de que eso haya sido alguien de clase A+?—pregunta Scarlet.
—No tengo idea. Alice no mencionó prácticamente ningún detalle sobre ellos—contesto.
—Ya veo, deben ser increíblemente fuertes. Lo suficiente como para que alguien de mi calibre se encargue—añade.