La Promesa de Charlotte: Diario de Entrenamiento.

Diario de entrenamiento 08: La gran expansión espíritual

—Auch—exclama Scarlet cuando pongo un algodón con alcohol en su espalda.

—No te muevas, todavía tienes muchas heridas abiertas.

Después del enfrentamiento con Latham tuve que llevar a Scarlet a la enfermería que tiene en su casa. La estoy ayudando a desinfectar sus cortadas, quedó algo lastimada durante el enfrentamiento.

—Pero arde, déjame quejarme aunque sea un poco—responde con una risita.

Suspiro.                                            

—Si te sientes mejor hazlo, estoy por terminar, voy a vendarte—contesto tomando las gasas y otros elementos necesarios.

Lentamente comienzo a envolver sus brazos en la tela desinfectada. Comienzo a recordar tiempos pasados. Cuando estuve con Leonore nunca hice esto por ella ni viceversa. Yo curaba mis heridas relativamente rápido con la energía demoniaca y ella por su parte terminaba casi ilesa durante los combates… excepto contra John. Todo el daño que ella recibía podía ser reparado con su energía espiritual, supongo que los seres como ella funcionan muy diferente a los demonios y humanos, creo que está de más decirlo.

—¿Frank?—dice Scarlet.

—¿Qué pasa?

—Te quedaste inmóvil de repente.

—Lo siento, solo estaba pensando en otras cosas—rápidamente termino de realizar los vendajes.

Debo evitar perderme en mis pensamientos otra vez.

—¿Cómo está tu estomago? El golpe que recibiste fue muy fuerte, deberíamos ir al hospital—analizo mirando la zona.

—Bah, estaré bien, solo necesito un par de horas de descanso y como nueva—responde tirándose en la camilla.

—No, iremos a una clínica, no pienso dejar que empeores. Eres humana, no un demonio—contesto firmemente.

—¿Eh? ¿Y desde cuándo cambiamos jerarquías?—pregunta burlonamente.

—Nada de eso, simplemente me preocupo por ti, hicimos una promesa ¿recuerdas?—respondo.

Ella solo sonríe.

—Está bien, lo que el jefe diga—se burla nuevamente.

El timbre suena.

—Iré a ver quién es—aviso.

Camino hacia la entrada. Al abrir la puerta me encuentro con un repartidor de correo que me entrega algunas cartas y se va. Tomo la correspondencia entre mis manos y regreso con Scarlet.

—¿Qué es?—pregunta ella.

—Solamente correo, nada fuera del otro mundo—respondo mirando de reojo los sobres.

Scarlet revisa el contenido de varias cartas dejando intactas dos.

—Toma, creo que esto es para ti—dice pasándome dos de ellos.

—¿Para mí?—pregunto intrigado.

Ambos sobres tienen mi nombre como destinatario. Es bastante extraño, y más porque el primero tiene un sello gubernamental. Decido dejarlo de un lado y abrir el segundo, ese tiene una pinta más normal. Abro la carta y leo su contenido.

 

Frank Williams:

Te mando un saludo, recientemente me enteré de que estás entrenando con los Hunters, me alegra mucho que hayas decidido desarrollarte en ese ambiente, puede ser muy difícil pero después de haber visto tus capacidades hace más de un año me queda claro que vas a llegar muy lejos. He decidido mandarte esta carta para que sepas que he metido un poco mis manos en la Sociedad de Hunters y el gobierno para ayudarte a financiar la fundación de Lambent Light. Por supuesto, vas a tener que defender tu postura al crear este organismo, pero con la creciente población de espíritus estoy segura que lograrás convencerlos.

Por último, sé que tienes muchas preguntas sin respuesta, puede que te parezca grosero el hecho de que no puedo darte dichas revelaciones, tienes que entender que hay un balance que mantener en el mundo y si descubrieras ciertas cosas antes de su debido tiempo podrías alterar el orden y paz de nuestro universo, el cual ya ha sido modificado por la Gran Expansión Espiritual. Todo a su tiempo, ya llegará el día.

Sin más que añadir, espero que te encuentres bien. Te deseo suerte en tus próximas batallas.

Atentamente: Andrea.

 

Así que es Andrea quien envió esta carta. Tenía mucho tiempo sin saber de ella, me pregunto que estará haciendo. Tal vez ya haya regresado al cielo o donde quiera que viva realmente, tomando en cuenta que es un ángel.

Observo el párrafo que habla sobre el orden del universo. ¿Acaso tengo algo que ver con dicho balance? Me queda más que claro que los demonios me consideran una clase de mal chiste. Sé que he tenido otra vida, al menos una diferente a la que estoy viviendo ahora, si hice algo que los demonios consideran amenaza eso explicaría mucho.

Dejo de pensar en eso y me concentro en la otra carta. Con cuidado la abro y extiendo el contenido.

 

Para el señor Frank K. Williams:

Estamos al tanto de la situación en la que se encuentra el mundo, la existencia de fenómenos espirituales era hasta hace poco tiempo ignorada por la comunidad científica. Gracias a la Sociedad de Hunters se sabía de la existencia de seres astrales conocidos como Espíritus; lamentablemente la escasez de estos debido a cierto demonio dedicado a cazarlos dificultó el estudio de estas criaturas durante mucho tiempo.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.