Ella sale dejándola nuevamente sola. Rosa sentía una emoción demasiado fuerte en su corazón y sabía que esté día sería diferente. El tiempo siguió su curso hasta que se hizo tarde, ellas salen de su casa y él chofer les abre la puerta para ayudarlas a subir y de esa manera ellas se dirigen rumbo a su destino.
En la empresa McCartney
Humberto: debemos de irnos a nuestra reunión. El único problema es que será en un restaurante y no sabes cómo me molesta tener que hacerlo, porque pudieron venir directamente a la empresa.
Axel: será mejor que yo vaya en tú lugar. Además, ellos saben que puesto desempeñó y es mi deber hacerlo cuando no puedes asistir a este tipo de reuniones.
Humberto: tenemos que ir, pero después de eso pienso visitar a mis padres que seguramente me han extrañado igual que yo a ellos.
Axel: eso es lo que deberías de hacer muy seguido. Nada más que me imaginó que ellos nos citaron en el restaurante para aclarar algunos puntos.
Humberto: tienes razón. Ahora sí debemos irnos, porque tenemos menos de diez minutos para llegar y algo que no me gusta es ser impuntual.
Axel: eso lo entiendo a la perfección. Jamás hemos tenido mucha paciencia, sólo que debemos de aprender a tenerla, aunque nos cueste mucho trabajo.
Ellos salen de su oficina y se dirigen al estacionamiento donde se encontraban sus autos y después de que llegan se suben cada quien al suyo. Nada más que ellas habían llegado antes, Rosa estaba conversando con su hermana y se sentía más tranquila. Ellos estacionan sus autos cuando llegan y al momento de entrar Humberto escucha una voz que era demasiado conocida para él y tenía que comprobar si era ella, entonces se acerca a ellas y sonríe al darse cuenta de que era la mujer de sus sueños, ella al verlo se sorprende.
Humberto: esto definitivamente no es un sueño. Porque estoy despierto y no puedo creer que seas tú, mi vida, eres tan real como yo y quisiera que me dijeras algo, por favor.
Rosa: no puedo creer que te estoy viendo y sobre todo que seas tú. Estoy segura también que no es un sueño, pero por nuestra vestimenta me doy cuenta de que es real y no es otro de nuestros sueños.
Humberto: tienes razón, ahora necesitamos hablar de muchas cosas. Además, no tengo pensado dejarte ir y mucho menos sabiendo que te encontré.
Rosa: entonces será mejor que te sientes para que podamos conversar. Sabes que necesitamos hacerlo a solas sin la presencia de nadie.
Humberto: eso me tomará unos cuantos segundo. Solamente que también necesitarás hacer exactamente lo mismo, por qué no quiero ningún tipo de interrupción cuando lo estemos haciendo.
Él con una mirada le dice lo que tiene que hacer su amigo y Axel se va a la reunión. Rosa le pide a su hermana que la deje a solas con él, nada más que ella no se va muy lejos y lo único que tenía que hacer era observarlos. Humberto al ver que estaban solos se sienta a su lado.
Rosa: ahora que estas aquí debes saber que eres mi sueño hecho realidad. Seguramente debe de haber una explicación de cada uno de nuestros sueños.