La promesa de la rosa

Capítulo 13

Humberto: por supuesto que existe. Porque si no fuera así jamás hubiera encontrado a mi esposa, pero hora que la encontré la hare feliz y esta noche tendremos nuestra primera cita.

Axel: te recuerdo que en tus sueños seguramente era tu esposa. Pero en este mundo todavía no lo es y sobre todo necesitaras sorprenderla.

Humberto: por esa razón cuando la encontré le propuse que lo fuera. Estoy segura de que no me a dar ningún trabajo sorprenderla.

Ellos después de unos cuantos minutos terminan su conversación y como siempre el tiempo siguió su curso hasta que al fin se hace tarde.

En la casa de la familia Andersen

Rosa: me siento feliz de haber encontrado a mi verdadero amor. Aunque a simple vista parece un hermoso sueño que se hará realidad.

Camila: sabes que esto no es un sueño. Simplemente serás feliz a su lado y seguramente cuando salga de su trabajo vendrá a verte, pero también necesitas recordarle su promesa de llevarte al doctor para saber cómo te encuentras de salud.

Rosa: estoy perfectamente bien de salud. Además, para ir al doctor debe de ser en el día y lo más seguro es que iremos cuando él tenga tiempo de hacerlo.

Camila: ahora que eres su prometida debe de cuidar de ti. Necesitare recordarle eso como tu hermana y sé que el significa tu felicidad.

Rosa: él es mi verdadera felicidad. Solamente que tenías razón al decirme que no tardaría en llegar a nuestra casa, porque el acaba de llegar.

Él sonríe al ver a su prometida y cuando las ve se acerca a ellas. Camila es la primera en hablar para decirle que debe de llevar al doctor a su hermana y el solo le dice que la llevara. Humberto le empieza a decir a eso que la llevara a una cita y ella se sentía feliz, ya que nunca había tenido una.

Humberto: ahora debemos de empezar nuestra cita que será demasiado hermosa, pero sobre todo necesito decirte que la prepare pensando en ti.

Rosa: así espero que sea. Porque sería el primer recuerdo que tendré de nosotros en este tiempo donde al fin seremos felices para siempre.

Humberto: estamos demasiado consciente de que nos amamos, así que la felicidad vendrá por si sola. Aunque la ayudare un poco mientras tú observas.

Ellos se despiden de su hermana y salen de su casa tomados de la mano, solo que las sensaciones que sentían en ese momento eran únicas para ellos.

Rosa: se siente bien estar a tu lado y me gustaría hacer tantas cosas contigo. Sabes que debemos de ser pacientes para poder lograr lo que siempre soñamos.

Humberto: no creo tener más paciencia de la que he tenido. Solamente que por ti siempre valdrá la pena hacerlo y necesitare otra vez intentarlo.




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