Rosa: te gusta leer como a mí, pero en ese sentido nos parecemos. Solamente faltaría en la mesa nuestro postre favorito que es el pastel de chocolate.
Humberto: nunca olvidaría algo tan importante en esta ocasión especial y cuando comamos nuestro postre yo mismo te lo daré de comer.
Rosa: entonces yo también hare lo mismo. Además, tengo que decirte que me gusta hacer postres y gracias a que trabajo en una pastelería he ahorrado dinero.
Humberto: no puedo creer que trabajes, mi vida. Porque naciste para no pasar ninguna necesidad y me imagino que tus padres no lo saben.
Rosa: ellos no lo saben y sobre todo trabajo por temporadas. Nada más que por el momento estoy descansado y no sabes cómo extraño hacer postres.
Humberto: así que mi futura esposa es una mujer trabajadora y si quieres seguir haciéndolo estoy dispuesto a proporcionarte los medios necesarios para que seas tu propia jefa.
Rosa: prefiero hacerlo yo por mi misma y lo único que necesito es que me apoyes. Pero eso pasara hasta después de que nos hayamos casados.
Humberto: eso sería lo mejor ya que muy pronto nos casaremos y no debe de ver distracciones con nuestra boda. Ahora necesitamos pedir la cena y pienso que después de terminar con lo que tengo preparado debería de llevarte a conocer nuestra casa.
Rosa: conociéndote como lo hago seguramente deben de ser demasiadas sorpresas que estaré encantada de recibir de mi futuro esposo, así que esperare a que hayamos terminado de cenar.
Humberto: no sabes cuánto tiempo espere este momento y no desaprovechare la oportunidad de estar solos tú y yo para expresarte mi amor.
Rosa: el amor quiero que me lo expreses como tú solo lo sabes hacer. Solamente que tenemos toda la vida para amarnos sin ningún obstáculo que pueda empañar nuestra felicidad.
Humberto: espero que esta vez nadie vuelva a interferir. Porque nuestro momento al fin llego y antes de encontrarte pensaba que no eras real.
Rosa: pensaba lo mismo que tú. Además, para mi eras el hombre de mi sueño que mi corazón se inventó para poder sentirme amada por alguien.
Humberto: quisiera seguir conversando un poco más, pero debemos de pedir nuestra cena y como te dije antes te llevare a conocer nuestra casa.
Rosa: no sería correcto que me llevaras a tu casa sin ser tu esposa. Eso solo pasara cuando estemos casados y así que no lo puedes hacer.
Humberto: recuerdo que en el pasado nosotros consúmanos nuestro amor antes de casarnos y que esa noche fue maravillosa. Nada más que deberíamos hacer lo mismo.
Rosa: por supuesto que eso no volverá a pasar. Porque esta vez me respetaras hasta el matrimonio y acaso se te olvido que estaba comprometida con otro caballero.