Camila: ahora no dejas de hablar de amor desde que lo encontraste. Él es para ti una persona especial, pero yo necesitare hablar con él para que se dé cuenta de que no estás sola.
Rosa: mi prometido lo sabe. Además, le hable de ti, estoy segura de que se llevaran bien cuando lo conozcas y sobre todo te darás cuenta de que me ama.
Camila: eso se ve con tan solo mirarlo. Ahora si debes de ir a tu recámara y no es bueno para ti que te desveles, porque después no vas a poder dormir.
Rosa: pareces mi madre y no mi hermana. Solamente que no tenemos muchos años de diferencia y yo no tengo belleza física como tú.
Camila: sería imposible que fueras mi hija. Definitivamente tienes demasiada imaginación y como siempre te he dicho la belleza se acaba.
Rosa: eso ya lo sé y no puedo olvidar las diferencias que hacen nuestros padres con nosotras. Eso no me impide que te siga viendo como mi hermana.
Camila: sabes que no te debe de importan eso. Siempre he estado apoyándote, porque me gusta hacerlo y no te puedo negar que me gustaría que fueras mi hija, pero eso sería imposible, ya que nos llevamos cinco años de diferencia.
Rosa: eres la única persona que me quiere. Nada más que lo único que he recibido de nuestros padres es indiferencia en vez de afecto.
Camila: el destino se encargará de poner todo en su lugar. Ahora debes de olvidar todo lo que te hace sentir mal y al fin llegó el momento de que seas feliz.
Rosa: sé que el amor de mi prometido será para siempre. Porque él me hizo una promesa que jamás olvidaría por más tiempo que haya pasado entre nosotros.
Camila: se acabó para ti la tristeza y la soledad. Debes de recordar únicamente las cosas buenas que te ha pasado en la vida, aunque seguramente no deben de ser muchas.
Rosa: siempre es lindo poder conversar contigo. Pero cuando me haya casado extrañare hacerlo y sé que no me dejaras sola en mi nueva vida.
Camila: por supuesto que no lo hare. Además, quiero ver crecer a todos mis sobrinos y estoy segura de que eso muy pronto pasara.
Rosa: me harás sonrojar con ese comentario. Sera mejor que me vaya a dormir y tú también deberías de hacer lo mismo, así que me despido de ti para que podamos hacerlo.
Camila: tienes razón, hermanita. Recuerda que siempre debes de sonreír y mucho más teniendo a tu lado al hombre que amas con todo tu corazón.
Rosa: será mejor que ya me vaya. Porque nuestra conversación definitivamente nunca va a terminar y sobre todo no quiero quitarte más tu tiempo.
Ella se despide de Camila para dirigirse a su recámara y a los pocos minutos llega. Ella recuerda su cita para después tomar su pijama y cuando termina de ponérsela se acuesta en su cama para quedarse profundamente dormida.