La promesa de la rosa

Capítulo 23

Camila: el necesita seguir las reglas y más sabiendo como son nuestros padres, pero siento que no están de acuerdo en tu boda. Porque presiento que cambiaran de opinión en el último momento.

Rosa: mi prometido se aseguró antes de eso. Humberto no va a permitir que me case con alguien más, además él siempre ha sido un hombre celoso.

Camila: he notado que cuando te mira únicamente tiene ojos para ti, seguramente es así contigo porque te ama. Nada más que debes de aceptar su personalidad y llego el momento de bajar a comer, ya que a nuestro padre le gusta que lo hagamos juntos.

Ellas se levantan de su asiento para poder ir al comedor y a los pocos minutos llegan, pero como siempre sus padres la estaban esperando para empezar a comer, ellas les pide disculpa por su tardanza y toman asiento para después empezar a comer.

En la empresa McCartney

Humberto: ahora tengo un motivo más importante para salir temprano de la empresa y es ver a mi hermosa prometida. Ahora solo me importa estar a su lado y también la llevare al doctor.

Axel: te recuerdo que no te puedes ir hasta que hayas terminado todo tu trabajo. Porque tú eres el único que lo puedes hacer, así que debes de ser responsable.

Humberto: acaso estas intentando impedir que me vaya. Recuerda que nadie puede hacerlo y si quiero me puedo ir ahora mismo y eso significa que terminaras de hacer todo mi trabajo.

Axel: existen nuevos proyectos que tu como presidente de la empresa lo debes de autorizar, ya que no tengo el mismo poder que tú tienes.

Humberto: entones lo hare en otro momento y solo alcanzare a terminar un poco. Porque necesito leer con mucha calma para que pueda autorizarlo.

Axel: menos más que esta vez no harás lo que tú quieras. Sera mejor que te deje solo para que puedas continuar sin que yo te siga interrumpiendo.

Humberto: el más interesado en terminarlo sería yo y tengo el presentimiento que algo puede pasar, pero en verdad espero que no sea lo que estoy imaginando.

Axel: deberías dejar de pensar en eso. Además, ella será tu esposa y te encargaste de que así pasara y nadie podrá quitarte a tu prometida.

Humberto: tienes razón. Solamente tengo este mal presentimiento y no dejare que me afecte, porque no debe de ser nada importante como siempre.

Él se despide de su amigo para poder irse de su oficina. Nada más que Humberto no podía estar tranquilo y para hacerlo solo tenía que pensar en ella y así paso el tiempo y sale antes de su oficina. Humberto no estaba preparado para ver con sus propios ojos al caballero que alguna vez intento quitarle a su mujer en el pasado, ahora entendía porque se sentía de esta manera y esta vez sería feliz al lado de su esposa. Él se iba asegurar que nadie interfiriera entre ellos y sobre todo sus almas se habían encontrado en este tiempo con la única finalidad de que fueran felices para siempre y esta vez se iba a volver a repetir su historia de amor con la única excepción de que su mujer no se moriría como lo hizo en el pasado y el simplemente sonríe.




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