En la casa de la familia Andersen
Rosa: es extraño que Humberto no haya llegado, pero necesito estar tranquila. Porque seguramente no tardará y lo primero que hará será hablar nuevamente con nuestros padres.
Camila: me pregunto ahora que tipo de sorpresa te dará tu prometido. Además, el siempre hace algo inesperado solo para ti, así que debes de esperarlo.
Rosa: ya no habrá más por el momento. Eso es lo único que espero, aunque siempre me ha gustado recibir sorpresas mientras sean de él.
Ellas siguen conversando y guardan silencio cuando lo ven entrar a la sala. Solamente que ella percibió que estaba pasando algo con Humberto y se lo preguntaría cuando estuvieran solos, pero al estar a su lado toma asiento.
Humberto: este día te ves realmente hermosa, mi vida. Necesito que nunca olvides que siempre te he amado y jamás voy a permitir que nadie vuelva a interferir en nuestro destino.
Rosa: si estas hablando de nuestro destino seguramente te refieres a que te encontraste con él. Además, no me imagine que fuera tan pronto.
Humberto: no quiero que me digas que lo conoces. Porque no voy a poder ocultar mis celos sabiendo que te ama y lo único bueno de encontrarte es que me asegure de que fueras mía.
Rosa: por supuesto que no lo conozco. Debes de estar tranquilo y el único hombre que elegiría siempre serias tú, aunque no creo que el haya reencarnado también.
Humberto: nunca pude olvidar de que él te amaba. Eso era lo que me molestaba cuando lo veía a tu lado y sobre todo sentías que te ibas a enamorar de él, pero necesito decirte que quiero que trabajes para mí, pero quisiera saber tu respuesta para poder hablar con tus padres.
Rosa: te recuerdo que nadie decide de quien enamorarse. Estaré encantada de trabajar para ti, ahora lo único que falta que hagas es hablar con ellos.
Humberto: eso es lo que hare y nadie puede impedir que lo hagas, mi vida. Recuerdo la vez que me dijiste que te gustaba hacer postres.
Rosa: con el trabajo ahorrare dinero para poner mi tienda de repostería. Porque todavía no me alcanza con él dinero que he ahorrado, ya que es poco, solamente que cometí una indiscreción, solamente que nadie de mi familia lo sabe.
Humberto: espero que no me ocultes ningún secreto. Ahora llego el momento de hablar con tus padres nuevamente y cuando lo termine de hacer saldremos y sabes perfectamente a donde vamos a ir.
Rosa: es que nadie tenia que saberlo. Ese era el único secreto que tenia guardado y para hacer postres puede ser para mi un simple pasatiempo, ya que ese es un sueño que muy pronto cumpliré y cada quien tiene diferentes maneras de hacerlos y cuando haga el primero serás el primero en probarlo.
Humberto: estaré encantado de comer algo que este hecho con tus propias manos y será mejor que vaya hablar con ellos para poder irnos de esta casa.
Rosa: tienes razón, Humberto. Espero que no tomen a mal que quiera trabajar, porque eso ocasionaría un rumor más en nuestro futuro.