Catherine
La muerte puede llegar en el momento menos indicado y cuando menos nos lo imaginamos, es por ello que a veces no nos podemos despedir de la persona que falleció como nos hubiera gustado.
Porque las lágrimas nos lo impedían o los sollozos que brotaban de nuestras gargantas no nos dejaban hablar.
Pero hoy, después de casi cinco años en lo que tú partida se siente como si solo hubiera pasado un día me he atrevido a decirte adiós.
Pero no un adiós de esos que son para siempre, sino de un hasta pronto, porque se que nos veremos en nuestra próxima vida donde espero y si tengamos nuestro final feliz.
Mi guardia, te quiero agradecer por los momentos que hiciste en que mi cuerpo se olvidará de todos el dolor que albergaba en el, porque a pesar de que en varias ocasiones intenté alejarte y ocultarte la verdad tu siempre vonvias repitiendo que estarías en mi para cada momento. Aunque al final no estuviste para siempre.
Te agradezco por cada detalle, cada palabra, beso, acaricia y cada acción que hiciste que mi corazón volviera a unirse solo para latir por ti.
Si estuviera en mis manos, lo único que cambiaría de toda nuestra historia es la manera en que todo termino.
Pero bien dicen que no todas las historias de amor tienen que tener un final feliz.
A veces me imagino que estamos en aquel pueblo al que habíamos decidido huir, tendríamos una vida normal, yo estaría en casa atendiendo todo y tú en un trabajo que te haría feliz. En las tardes te estaría esperando oara que después de tu trabajo comiéramos y después irnos a dormir. En tus días libres saldríamos por más calles del pueblo tomados de la mano y sin que nadie dijera que lo nuestro es prohibido.
Pero aquello solo se quedará en mi imaginación ya que nunca podrá suceder, ya que alguien nos arrebato la felicidad que tanto merecíamos.
Me gusta creer que sea donde quiera que van las personas después de morir, tu estás feliz porque yo lo soy.
Porque después de tantos años mi cuerpo ya no tiene un solo moretón, por fin pude usar un vestido sin mangas durante el verano y seguí yendo al pueblo sin que nadie me lo impidiera, incluso Adam hizo que algunos guardias de su palacio me llevarán en carruaje.
Se que no es mucho peor para mí cada una de esas cosas fue especial, después de tantos años experimente lo que se sentía tener los brazos libres y poder exponerlos al sol sin que una tela lo impidiera.
Estoy más que segura que tú sonrisa mientras yo también lo hacía, pero sobre todo espero y dónde quiera que estés hayas escuchado la noticia de que serías papá.
Porque mi guardia, la noche en que me entregué a ti hizo que un ser estuviera dentro de mi.
Nuestra niña fue la que me regreso las ganas de seguir en esta vida, ella tiene tus mismos ojos, color avellana con aquel brillo tuyo, tu misma sonrisa, cabello castaño y pecas en las mejillas. Pero se parece más a ti que a mí.
No te preocupes, que no se volvera a repetir la misma historia de mi padre y yo, porque a ella nunca la golpearé, porque ella es el mejor regalo que me pudiste haber dejado, nuestra niña fue lo que le dio luz a toda mi oscuridad.
Adam me ayudó a elegir su nombre, es Leha, él la trata realmente bien y ella lo llama por tío ya que él y yo le habíamos dicho que le dijera de esa manera.
Porque tú eres su único padre a pesar de que tú y ella no se lograron conocer.
Te prometo que cuando sea más grande la llevaré a nuestro jardín secreto donde se encuentra toda nuestra historia, el lugar que con cada noche vio crecer nuestro amor.
Le diré de cada momento que vivimos y todas las sensaciones nuevas que me hiciste sentir.
Me he mantenido lejos de mi padre durante estos años, aún no puedo evitar verlo y seguir sintiendo el mismo odio que él primer día donde tú te fuiste, él conoce a Leha y la trata bien. Pero solo la ve muy pocas veces, la verdad es que mi padre se merece la soledad que lo ha albergado.
Él sabe perfectamente que Leha es tu hija pero nunca ha dicho nada al respecto, mucho menos le ha puesto una mano encima, pero si algún día lo hace te juro que en ese mismo momento yo lo mato así como él lo hizo contigo.
Cuando te fuiste él puso la excusa de que estabas persiguiendo a un ladrón y este al final termino por matarte, se limpio las manos y todos le creyeron.
Aunque tú y yo sabemos perfectamente que eso no fue así.
Fue los mejor para los dos que nos dejáramos de ver, él quiso ser el mejor padre cuando ya nada tenía reparación.
Nunca podré perdonarle la manera en que te arrebato de mi vida y el daño que me hizo durante tantos años.
Debí de haberte dicho sobre los golpes de mi padre, no es que no te tuviera confianza sino que me moría del miedo en que tú pudieras alejarte de mi lado y nunca más querer verme porque no querías a una persona tan maltratada como yo.
Perdoname por seguir siendo una cobarde en no poder decirle a las personas del pueblo por todo lo que pase durante años con el maltrato de mi padre.
Pero es mi padre y algo dentro de mi me dice que el decir la verdad estaría realmente mal y él ya ha sufrido lo suficiente.
Te prometo que en nuestra próxima vida me volveré a enamorar de ti con mayor intensidad para demostrarte todo lo que en esta vida no pude.
Te demostraré con toda el alma lo mucho que puede llegar a amar una persona a otra, y todo el que esté a nuestro alrededor nos tendrá envidia de tanto amor que nos tendremos.
Gracias por haber sido mi arcoiris durante una larga tormenta de la cual no veía un final.
Gracias por aparecer un día cualquiera y cambiar mi mundo para siempre.
Nos vemos en la siguiente vida, mi guardia.
Siempre tuya...
Tu princesa, Catherine.
Fin