La promesa del destino

‿︵‿︵ʚ˚̣̣̣͙ɞ・❉ capitulo 1 ❉・ ʚ˚̣̣̣͙ɞ‿︵‿︵

princesa, posiblemente lo primero que pensarían seria; príncipes apuestos, joyas con las más hermosas piedras preciosas como de oro puro, grandes palacios. para no hacer tan largo esto, resumiré. tener todas las comodidades que has soñado.

lamento decirles que no es así, ser princesa ha sido mi peor castigo del cual me ha condenado mi padre. era princesa de su reino amada de uno de sus guerreros más poderosos, mi amor verdadero el cual tuve que dejar ir para casarme con mi mejor amigo y mi esposo marcado desde mi infancia.

para ser más clara, les contare mi trágica y bastante compleja historia.

mi padre. el rey mao feng, gobierna el reino de Azidel. el gobernaba los dos ejércitos más estoicos del sur de Asia, además de tener en sus manos el poder del viento que podía convertir una simple ráfaga de viento en el más terrible remolino que podría destruir un pueblo completo.

muchas mujeres casaderas de otros palacios e hijas de reyes las ofrecían a mi padre, como hoy en día continua esa tradición. Como nuestros ancestros lo marcan en los royos de la china antigua. pero mi padre se negó. a cada mujer que iba al palacio en busca de convertirse en su reina la rechazaba. el solamente tenía interés en seguir haciendo prosperar a nuestro pueblo.

hasta que mi madre llego a su vida, su mundo se volvió un completo caos.

era conocida en Ecrumonar como la curandera de la luz, cheng yaling. era su nombre, podía dominar unas radiantes mariposas blancas. por algún tiempo la consideraban una deidad.

podía sanar al más enfermo hombre en el pueblo, con una de las mariposas que podía obtener del brillo de la luna podéis crear curas para los enfermos. y cuando alguien estaba a punto de morir una de las mariposas aparecía colocándose en su frente. decía que era para acompañar su alma al cielo, pero todos afirmaban que su alma tomaba la mariposa para no abandonar a su familia.

muchos palacios y reinos pedían ver a la curandera de la luz para sanar sus malestares, pero cuando le ofrecían alguna riqueza inimaginable o ser parte de su imperio. ella se negaba, aceptaba ayudar a las personas, pero no abandonar a su amado pueblo.

en una ocasión el rey de Azidel, solicitó ver a la curandera de la luz para salvarlo de la muerte. y así fue, siendo vista mal por su ropa sencilla y oscura, las doncellas reales se burlaban de ella para obtener tal poder que cualquier princesa real desearía. pero mi madre jamás tomo importancia a los comentarios bajos de aquellas mujeres.

haber logrado salvar la vida y liberarlo de la enfermedad que lo mantenía en su cama fue un pesar menos para ella, pero cuando mi padre abrió sus ojos viendo primero a mi madre. aseguran que quedo realmente cautivado con ella, su belleza natural externa e interna fue lo que enamoro a mi padre.

cuando pudo volver a recuperarse y seguir con su trabajo volvió a pedir reunirse con la curandera en su gran reino. que aun estando presente una de las princesas herederas mi padre ofreció compartir la mesa junto a mi madre.

conforme pasaban momentos juntos comenzaba a despertar en ellos un fuerte amor que sin importarles que sea una noble curandera y el rey. decidieron fortalecer ese amor aceptando seguir sus caminos juntos. acepto casarse con mi padre.

mi madre se convirtió en la reina de ahí, se convirtió en la reina de su tan amado pueblo que aun después de haber conseguido tener todo lujo y comodidad que una reina merecía aun veía por su pueblo para seguir procurando su salud y los asuntos del reino.

el gran amor que existía en mis padres era mágico, como de aquellos antiguos royos cuando aun seguíamos en guerra todos los palacios. me parecía tonto pensar en ello, pero su amor fue idéntico al de aquellos royos de miles de años.

su amor fue grande que me concedieron, me tuvieron como primera princesa del reino de Azidel era la gran felicidad de mis padres. pude heredar el don espectacular de mi madre, podía formar las mariposas de luz de luna con su enseñanza.

cuando era niña podía tomar atención a ser la princesa que todo mi pueblo esperaba; ser la siguiente reina que llevara a la prosperidad a mi pueblo. pero cuando mi madre, la reina. me dejaba salir a jugar al gran patio con ren xiang. mi mejor amigo.

ren xiang era hijo de wang tu, emperador del imperio de Praria y un importante socio real de mi padre. nos divertíamos demasiado jugando juntos, riendo y persiguiéndonos por todo el patio, algunas veces subíamos a los techos del reino viendo al pueblo aún más cuando hacían festividades.

esa noche que su padre se quedó con el mío para acordar ciertos puntos sobre la batalla que se estaría realizando contra otro reino. ren xiang y yo fuimos al techo del reino viendo el pueblo.

-es tan bonito el pueblo ¿no lo crees?

-sí, y un día yo seré su reina_ hable con gran emoción

-y yo su rey_ lo mire sonriendo quien también me sonreía

-que tonterías dices

-es la verdad_ se acercó más a mi

-escuche algo de mi papá_ murmuraba divertido_ que cuando seamos grandes nos casaremos

-cuantos dulces has comido_ me reí

-de verdad liu waying, eso escuche de mi papá con su primer ministro

-realmente lo crees

-sí, y tu dime_ tomo mi mano_ no te gustaría ser mi reina cuando seamos grandes_ sonreí

-sí, me gustaría ser tu reina_ nos reímos abrazándonos, era solamente una niña. ingenua que no entendía lo que significaba la palabra "casarse" me era fácil decir ello sin saber que estaría marcado en mi futuro.




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