En uno de los ataques de Hibado en azidel todos luchaban por vencerlos, pero eran mas poderosos que hace años. Habían firmado un trato con una de las peores bestias existentes de Asia. Velrokan. La bestia oculta en la mas alta montaña de Romouth. Donde la lava y el fuego reinaba. Esta deidad desterrada podía brindar a quien vendiera su alma a él; fuerza, riquezas y donde aún más poderosos. Zhang lei fue derrotado aun usando sus dos bestias malditas.
No podía permitir que lastimara a mi pueblo, además de que el reino estaba en peligro ya que mi padre se encontraba débil, no tenia mas opción que volver a usar mis dones. El cielo claro se volvió en grandes nubes oscuras que rugían por la tormenta con la cual amenazaba, tomando a Shadowfall pude luchar contra Wan Cai, el reí de hibado. Logrando hacerlo caer y su ejercito huir. Conseguimos otra victoria para el palacio, pero no para Zhang lei.
Al ver los dones malditos de los soldados de Hibado sospecho que Zhang lei era parte de ellos, encerrándolo en una celda mientras que los ministros encontraban los antiguos testamentos. baje a los oscuros y húmedos calabozos donde se encontraba Zhang lei.
-liu waying_ me acerque a la reja igual que el tomando mis manos_ tenia miedo que hayas salido herida
-no, estoy bien, pero. Tu ¿Qué pasara contigo?
-lo mas seguro es que me condenen a muerte por ser un enemigo_ dejo escapar un suspiro bajo_ eso me estresa
-no quiero que mueras_ acaricio mi mejilla
-puedo asegurarte que no me mataran, lograre escapar, pero cuando lo haga… no podre volver a verte_ eso me entristeció, baje la mirada aun sintiendo su mano_ prométeme algo
- ¿prometer? _alejo su mano de mi mejilla, de su cuello tomo su collar. Tomo mi mano con la suya cubriendo aquel collar que brillo en un tono rojizo
-prométeme ante las deidades de krasra y Axtia. Que nos volveremos a encontrar para formalizar nuestro amor, luchando contra todo lo necesario conseguiremos volver a reunirnos y poder unir nuestras vidas ante nuestros ancestros y nuestras deidades
Las promesas eran un tema delicado entre los palacios sobre todo cuando se hacían ante nombre de nuestras deidades, a nombre de nuestros dones. Pero realmente amaba a Zhang lei y lo que más quería en este mundo, era estar a su lado. En la riqueza o escapando como un par de ladrones, yo lo deseaba.
-lo prometo_ mencione, aquel brillo rojizo formo una pequeña serpiente donde se marco en nuestras manos como símbolo de haber cerrado esa promesa, alejo su mano volviendo a colocarse su collar_ te amo
-yo también te amo mi princesa_ acaricio mi mejilla, pero podía ver en su mirada la tristeza de penar en separarnos. Romper nuestro amor por la guerra que marca a nuestros reinos.
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Editado: 03.06.2023