La Propuesta

Mentiras saliendo a la luz

EGAN BLACK D'ALESSANDRO

Mentirle a mi prima no era de mi agrado, la pobre se encontraba muy afectada luego de haberle hecho creer de que Hades no estuvo en la mansión.

Cuando lo cierto es que si estaba y por eso terminó ella golpeando su cabeza contra las puertas corredisas de vidrio, al querer confirmar que era él quien estaba en medio del jardín con Athena en sus brazos, ya que en ese momento no llevaba sus lentes a mano decidió acercarse lo más rápido posible olvidando el pequeño detalle de los blindex cerrados.

Fue un golpe duro.

Hades ese día tuvo que retirarse uno minutos después de lo ocurrido pidiendo una disculpa por que recibió una llamada de última hora sobre algunos cambios que estaba habiendo en empresas Özdemir, antes de salir se acercó a una Cassidy inconsciente y beso sus labios frente a todos para luego susurrar algo en turco, lo único que logre entender fue aşkim que quiere decir mi amor.

Un casto beso, de esos como en los dibujos que Fiorella y Athena me obligan a ver donde la dormida princesa despierta luego del beso de amor, este caso no sucedió sólo se removió en el sofá.

Han pasado sólo 24 horas y tengo a una Cassidy muy molesta a mi lado después de contarle lo que sucedió exactamente ayer.

—Ya deja de reírte, no es divertido. —gruñe golpeando mi brazo.

—Claro que lo es —pincho su mejilla con mi dedo— Te despiertas cuando está por darte el beso en tus sueños pero no cuando lo hizo de verdad frente a los ojos de todos.

Muevo las cejas divertido y ella solo cubre su rostro con ambas manos, susurrando enojada un montón de insultos hacia mi persona.

—Venga, deja de decirme conjuros que debemos alistar las maletas para estar en Turquía el día de mañana.

—Lo se, pero ¿por qué también iremos los D'Alessandro?

—Por que son socios de los Black, además de ser una cena de negocios es para poder pasar un tiempo ameno  y conocer gente que en un futuro te puede ser de ayuda.

—Preferiría quedarme en casa, eso suena aburrido.

—Este año no lo será, hemos decido que este año tenga un toque más juvenil y misterioso, iremos con mascarillas y el lugar de la recepción será en el bar de nuestro hotel que tiene vista al Bósforo.

Le giño un ojo y ella suspira negando con una sonrisa en sus labios, se que la he convencido y aunque ella no quiera ir debe hacerlo, esa noche sería presentada ante todos como parte de la familia D'Alessandro Avallone.

—Iré sólo por ese pequeño detalle del Bósforo.

—Si como digas, ahora mueve ese trasero y alista tus cosas.

Me lanza un peluche que está sobre el sofá el cual atrapó entre mis manos y sonrio ante su actitud.

Durante el día había tratado de comunicarme con Hades, pero este no tomaba mis llamadas, ni leía mis mensajes, la única persona que pudo atenderme fue su secretaria.

No me dijo algo concreto o algo que hubiese querido escuchar, lo único que capte con su nerviosismo y que se haya cortado la llamada es que las cosas no andaban bien por allá.

Podía asegurar que el infierno se había desatado allí.

En la tarde todos estábamos rumbo a Turquía en el avión privado de la familia que era usado en ocasiones importantes como esta.

Cassidy estaba juntos a los trillizos, estos estaban emocionados de volver a ver a su papá sobre todos que los lleve a pasear en yate.

El viaje a fue tranquilo sin muchos contratiempos, llegamos a medio día y fuimos a la casa que mis padres tienen aquí, hubo repartición de habitaciones donde los trillizos tomaron posesión de la mía.

Por mucho que mi cuerpo me pedía descanso no podía dárselo, estaba preocupado por Hades y lo que podía hacer, así que luego de que todos estuviesen acomodados y descansando salí de casa rumbo a empresas Özdemir.

HADES ÖZDEMIR PRIDE

Miraba a mi abuelo esperando que comenzará a hablar, desde que llegue lo único que encontré fueron mentiras que salían a la luz con un sólo fin, que me hiciese a un lado de empresas Özdemir y deje todo a manos de Ahmet Bayrak hijo legítimo del matrimonio de mis padres, en quien no confiaba ni una pizca.

—Abuelo, estoy esperando.

Dije mirando el vaso ron en mi mano como si fuese algo especial.

—Lo que dijo Ahmet es verdad —hablo y paso una mano por su rostro cansado— Se de su existencia desde que tus padres murieron. 

Levanto la vista de mi vaso y lo miro a los ojos.

—Eda, ella lo confesó antes de morir, tu abuela y yo no lo podíamos creer hasta que fuimos a la mansión Bayrak y vimos a un pequeño de cinco años que lloraba por tener su mamá de vuelta. Con el pasar de los años se enteró de la verdad, lo consentimos demasiado se convirtió en el hombre que es ahora y creo que está listo para tomar lugar en empresas Özdemir junto a ti, aunque haya ingresado de una mala manera.

—¿Mala manera? —lo miro enarcando una ceja— Ahmet sin mi consentimiento convirtió sus acciones en bonos con un contador que el infiltro, este último mes  con mi equipo de finanzas y contabilidad descubrirnos que desvía dinero a cuentas fantasmas.




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