CASSIDY D'ALESSANDRO AVALLONE
El viaje fue tan agotador que todos llegamos a dormir.
Cosa que yo no pude hacer, intente, di muchas vueltas sobre la cama pero mi cabeza no dejaba de pensar en muchas cosas.
Una de ellas tenía nombre y apellido.
Hades Özdemir Pride.
El día de mañana sería esa dichosa cena que luego sería una fiesta llena de empresarios prestigiosos en busca de socios para agrandar su patrimonio.
Me levanto de la cama y miro por la ventana al parecer ya es media tarde, los niños de seguro tendrán hambre apenas despierten.
Bajo las escaleras apreciando la hermosa casa que tienen mis tíos aquí en Turquía, es hermosa pero no tanto como la de Hades.
—Por fin despiertas ¿y los niños? —pregunta papá frente a mi.
—Siguen durmiendo, creo que podemos comer tranquilos por ahora.
Sonrió pasando por su lado y entrelazo nuestro brazos para ir al jardín juntos.
—Buenas tardes casi noche bella familia —saludo a todos los presentes con una sonrisa dándome cuenta que falta alguien— ¿Dónde está Egan?
—Digamos que se lo trago la tierra prima, además estamos aquí nosotros que somos más guapos que él.
Nate me giña un ojo mientras señala a todos los hombres de la mesa.
Sonrió negando y me siento a tomar la merienda con ellos en tranquilidad, antes que los trillizos despierten y deba darles toda la atención que se merecen.
La noche se hizo presente en la ciudad de Estambul, los niños estaban durmiendo una vez mas para mañana despertar con energía renovada que el viaje y el cambio de hora les había quitado dejando a mis pequeños muertos de sueño.
Ahora me encontraba sentada en el ventanal de mi habitación mirando la ciudad, por la tarde había hablado con Caos para saber como iba el proyecto entre la empresa de Hades y la nuestra, al parecer no había avanzado mucho desde la última vez que ellos hablaron, así que mañana a primera hora estaría allí en la oficina del hombre que me hacía sentir como una diosa.
Muchas noches me preguntaba que es lo que Hades vio en mi esos días de la conferencia, una respuesta clara no tenía. En aquel lugar había muchas chicas, todas ellas hermosas en sus diferentes tallas y colores, no obstante el se fijo en mi cuando tenía un montón para escoger, no creo haber sido la única que choco con el un par de veces.
Debo admitir las veces que chocamos Hades y yo, mi cabeza se creo muchas historias donde terminabamos casados y felices por siempre.
Lastimosamente no estamos casados pero tenemos tres hijos en común, que nos une más que unos simples papeles.
***
Pasaba mis manos por mi falda tubo de color negro, estaba nerviosa, tanto que creía que saldría corriendo apenas lo viese.
Dentro de media hora estaría frente a Hades para tratar el tema del proyecto que empresas D'Alessandro propone para asegurar un trabajo a aquellos estudiantes que se esfuerzan por cada día ser los mejores en aquello que aman y están dispuestos a ser mejores cada día.
—¿Estas lista primita? —pregunta Egan entrando a la habitación.
—Sí, ya estoy lista y muy nerviosa.
Muerdo mi labio inferior y alzó mi bolso de mano junto a los documentos que están sobre mi cama.
—Tranquila pequeña —dice Egan con una sonrisa posando sus manos en mi hombro— Hades no hará nada para que salga a huyendo o que te moleste, ese hombro está loco por ti.
—Ver para creer.
—¿Las cartas no fueron suficientes?
—No, no cuando a causa de una creí que no quería ver a sus hijos ni en pintura.
—Cass, sabes que él no fue —acuna mi mejilla en su mano y besa mi frente— Suerte y su necesitas de mi ayuda, grita, estoy a dos oficinas de la de Hades.
Reí negando mientras salía de la habitación a su lado.
A pesar de el positivismo que me brindaba Egan tenía un mal presentimiento de que no estaba bien de que fuese a ese lugar, sentía una opresión en el pecho de esas que quieren advertirle a uno de que sucederá algo malo.
Subo al auto y acaricio mi pecho tratando de que esa opresión se vaya pero sigue allí, sin querer irse. Odio sentir esto y no saber que sucederá, temo por mis hijos, por mi, por Hades... yo no debería estar aquí, no obstante mis ganas de verlo y hablar con él me tienen frente al imponente edificio con el nombre de la empresa.
—Cassidy, creo que es momento de que bajar —Egan pincha con su dedo mi brazo causando que me sobresale
—Lo siento.
—El que mires el edificio no hará diferencia en tu encuentro con Hades.
—Lo se, es sólo que ¿Y si mejor tu tratas el proyecto con el? —digo mirándolo— Ustedes ya han hablado antes de esto y no seria difícil que acepte ¿No crees?