Capítulo 23: Acuerdo
Escuchaba cada palabra que me decía Miller, nos encontrábamos en su despacho mientras me explicaba las reglas y los acuerdos a los que íbamos a llegar durante el año.
1.De ahora en adelante solo iba a ser Stella y Harry, nada de señor o señorita.
2. Nadie debía saber nada del contrato, solo los que ya lo hacíamos, es decir; Carolina, Marck, Heily, Harry y yo.
3. El matrimonio iba a ser el sábado, ese mismo día íbamos a salir de país en compañía de Heily.
4.El matrimonio iba a ser revelado en la segunda gala que se iba a organizar.
5. Íbamos a vivir en la mansión Miller, es decir, junto a Heidy y Begoña.
6.Debía volver a trabajar junto a él.
Y un dato importante de lo cual me acaba de enterar: “Tecology Express” me había contratado gracias a mi futuro “esposo”. Y yo como tonta que me había creído eso de que era una excelente trabajadora y miles de cosas más.
Ilusa.
Aunque, tomándole el lado bueno… En realidad, no había ningún lado bueno, todo era un desastre, en el cual estaba de acuerdo en involucrarme.
–¿Todo claro? –Pregunta a lo que yo asiento.
–Perfectamente. –Contesto.
–Espera aquí un momento. –Pide. Me doy cuenta que ya habíamos empezado a tutearnos.
Él sale del despacho y se dirige no sé a dónde, mientras lo espero, me tomo el tiempo de ver a mi alrededor. Miller era organizado, todo lo tenía en completo orden, aunque algo llamó mi atención y no dudé en acercarme a la fotografía que se hallaba pegada a la pared.
Era Harry junto a su padre, ambos se encontraban abrazados en un parque; no puedo reprimir una sonrisa. Otra fotografía no muy diferente, solo que en esta se encontraba una persona más; Heily.
Sin duda alguna, eran una familia unida, pero las desgracias los alcanzó sin piedad alguna.
–Esa foto fue una semana antes de que tomara la cabecilla de la empresa –me sobresalto un poco al oír su voz. –Lo siento, no quería asustarla.
–No se preocupe. –Respondo sonriendo.
–Recuerdo perfectamente ese día, estábamos tan emocionados porque finalmente la empresa iba a pasar a mis manos –una sonrisa melancólica sale en su rostro. –Yo me moría de nervios, me sentía tan incapaz de hacerlo, pero él estuvo siempre a mi lado.
–Se notaba mucho el amor que existía entre ustedes dos. –Opino.
–Demasiado, Heily en algunas ocasiones se sintió celosa de ello. –Comenta con una sonrisa.
–Siguiente fase: El contrato. –Hablo dejando atrás el tema, pues me consideraba una persona demasiado sentimental y posiblemente se me iban a salir algunas lágrimas si seguía hablando de ello.
–Claro. –Habla riendo y tomando asiento, yo hago lo mismo.
–¿Ese es? –Pregunto señalando la hoja de papel que se hallaba al frente mío.
–Exactamente, el mismo que leyó la vez pasada. ¿Quiere volver a leerlo para más seguridad? –Curiosea a lo que yo niego.
–Confío en su palabra. –Digo tomando el bolígrafo que estaba al lado del contrato.
No lo pienso dos veces, porque si lo hago me puedo llegar a arrepentir.
Firmo, sin decir nada más; firmo. El papel aseguraba que, en menos de dos días, iba a ser oficialmente una Miller.
Puedo ver como Harry suelta un suspiro de alivio, le paso el bolígrafo y este firma más rápido de lo que yo lo hice. Nunca me imaginé comprometida de esta manera, pero el destino tenía otros planes.
Luego, saca una cajita de color rojo y puedo ver perfectamente dentro de ella, un hermoso anillo; sin duda alguna, muy hermoso.
Miller me ofrece su mano, con algo de nervios la tomo y al momento siento un leve cosquilleo en esta, intento ocultarlo y me funciona. Al momento siento como dicho anillo se ubica en mi dedo anular.
Él me sonríe, yo hago lo mismo a la vez que alejo lentamente mi mano.
–Siento lo de los tulipanes, la vez pasada. –Se disculpa.
–No se preocupe, es un dato que muy poco saben. –Explico.
–Si hay algo como este dato, no dude en contármelo. Es mejor estar prevenidos para cualquier situación. –Dice a lo que yo asiento.
–Igualmente.
–No me gusta el chocolate y soy alérgico a las fresas. –Habla de repente haciendo que lo mire de manera incrédula.
–¿Es enserio?
–Muy enserio. Odio el chocolate, o bueno; casi, el único que me gusta es el blanco y sobre las fresas; lo descubrimos cuando tenía cuatro años. –Explica.
–Supongo que ese dato servirá en el futuro.
Soy adoptada…Por un momento pensé en decírselo, pero no quería agregar un dato como ese; no le veía tanta importancia para el matrimonio.
Lo he logrado ocultar cinco años, no veo el problema en hacerlo uno más.
–Deberíamos bajar para comer algo. –Dice guardando el contrato en el cajón y dándole llave.
–No creo poder quedarme. –Excuso.
–No voy a permitir que se vaya sin comer algo. Además, a Heily no le gustan que los invitados se vayan sin probar alguna de sus recetas; le aseguro que no se va intoxicar. –Me hecho a reír ante sus palabras.
–Está bien. –Respondo.
Ambos salimos de la oficina y nos dirigimos al primer piso en donde Heily estaba poniendo diferentes platos. Ella sonríe cuando nos ve.
–La comida está lista. –Habla.
Entre Harry y ella me hacen sentar, mientras que ellos empiezan a servir la comida. Miller se quita el saco azul y acomoda su camisa para que esta quede por sus codos, no voy a negar que dejaba una perfecta vista.
Un mensaje de Carolina aparece en la pantalla principal de mi teléfono:
–¿Dónde estás?
–¿Estás bien?, ¿Andas con Miller?
Simplemente contesto que estoy bien y que no debe preocuparse, la otra pregunta se la contestaría cuando estuviéramos frente a frente.
Finalmente, la pareja de hermanos se sienta en la mesa y empezamos a comer. No iba a negar que Heily cocinaba de maravilla, sin duda alguna le esperaba un gran futuro.