Capítulo 27: Catalina
NARRA HARRY
Veía determinadamente a la mujer que estaba dormida en mi hombro, se veía tan tranquila y relajada, a diferencia de hace algunos minutos atrás.
Se notaba el amor que le tenía a su madre, era increíble la relación que ambas sobrellevaban.
Había que admitir que mi comportamiento fue como él de un imbécil, no la escuche cuando lo necesitaba, sin olvidar lo enojada que también se encontraba mi hermana.
Todavía no me acostumbraba al hecho de que la mujer a mi lado, pronto se iba a convertir en mi futura esposa, quedaba menos de dos días.
El sonido de una notificación llega a mi teléfono, miro el mensaje de Catalina:
–Necesitamos hablar, por favor.
Me limito a silenciarlo y guardarlo en el bolsillo de el pantalón
Tenía algo claro: El karma, si existía.
Recuerdo las veces que yo sufrí por su amor, las desilusiones que viví y los sentimientos que en algunas ocasiones despertaba en mi persona.
No tenía la menor idea si eso era correcto o no, pero una parte todavía tenía distintos sentimientos encontrados hacía esa mujer.
Una parte de mí quería que ese matrimonio se llevara a cabo por otra razón, pero mentirle a Stella no era la mejor decisión si pronto íbamos a convivir como esposos. Pero, decirle que quería utilizarla para darle celos a alguien, sonaba demasiado horrible de mi parte.
Si, si quería salvar parte de la empresa de las manos de Nicolas, pero esa no era la única razón para llevar a cabo el matrimonio.
Necesitaba a alguien para desahogarme, una mano amiga, sabia que Marck era el indicado para ello, luego de tan solo pensar en el sermón que él me daría, se que quitaron las ganas de contarle los planes que rondaban por mi cabeza.
No quería recordar aquella fecha, pero era imposible no hacerlo.
FLASHBACK
Llegaba de Francia dichosamente feliz, había cerrado un importante negocio con aquellos socios del país.
Tenía demasiada emoción, deseaba celebrarlo al lado de mi pareja.
Me adentro a la oficina y dejo algunos papeles en el escritorio.
Hoy era el día, era el momento perfecto para presentar a Catalina como mi pareja, delante de toda la prensa.
Mi familia tenía algunas sospechas de mi relación con Catalina y era el momento perfecto para aclarar todas sus dudas.
–Vaya, miren que mareas trae al prestigioso Harry Miller por estos lugares. –Exagera Marck entrando a la oficina.
–Voy a suponer que es un alago. –Respondo.
–¿Y qué tal Francia? –Curiosea.
–Magnifico, esto es aún mejor. –Digo extendiéndole la hoja con la firma de los distintos socios.
–Felicidades, amigo. Lo mereces. –Alaga.
–Gracias, ¿papá se encuentra? –Pregunto.
–Acaba de irse a la mansión, no teníamos la menor idea de que llegabas hoy. –Habla de manera nerviosa.
–El viaje se adelantó.
–Harry… Hay algo que debes saber. –Dice mientras mueve su pie, eso demostraba lo nervioso y preocupado.
–¿Qué pasa? –Pregunto a lo que él guarda silencio. –Marck, habla. Necesito ir a buscar a Catalina, quiero comentarle que quiero que nuestra relación se haga pública.
–Se trata de ella, Harry. –Sus palabras me alarman.
–¿Le pasó algo?
–No… Catalina…. Catalina se debe estar casando en este momento.
–¡¿Qué?!
–Mira. –Habla entregándome una revista en donde aparece ella, agarrada de la mano de un hombre que no tengo la menor idea de quien es. En su dedo anular se encuentra un anillo… De compromiso.
–¿Qué carajos es esto Marck? –Pregunto enojado lanzando la revista a un lado.
–Lo que te dije que pasaría, Harry. Te advertí la clase de mujer que era Willian, miles de veces, ahí está las consecuencias. –Gruñe señalando la revista hallada en el piso.
–Necesito ir y detener esa boda, debe haber alguna explicación. –Me negaba a aceptar los hechos. Cuando intento salir del lugar, mi amigo me toma del brazo.
–No hay ninguna explicación válida, ella se aprovechó de tu estadía en Francia. Si tan solo te quisiera un poco, las cosas no fueran así.
–No, no, no. Ella no se casaría sin algún motivo.
–Catalina me dijo que te entregara este teléfono, ella te estaría llamando cuando pudiera, me pidió que te dijera que no hicieras ninguna locura. ¿Quieres alguna explicación? Espera que llame y te invente cualquier cosa.
–Marck, te pedí que la cuidaras. –Le reclamo arrebatándole el teléfono.
–¿Me ves cara de niñero? Hice lo posible para mantenerme cerca de ella, pero se salió con la suya y lo va a seguir haciendo si contestas esa llamada.
–No pienso contestar, ¿y sabes por qué?... Porque pienso ir y que me explique las cosas cara a cara. –Gruño.
–¿Y a donde vas a ir, em?
–¿Dónde se está llevando a cabo la boda? –Pregunto desesperado.
–No sé. –Miente.
–¡Dime donde carajos es la boda! –Exijo.
–No voy a dejar que vallas y te humilles de esa manera, Harry.
–Lo que tú quieras no es mi problema, habla Marck.
–Es el salón de eventos que está en la calle principal. –Contesta soltado un bufido.
Sin importar nada, salgo de la empresa y tomo un taxi. No tenía la paciencia para manejar y en mi estado, era lo mejor.
Desde mi teléfono intente llamarla, pues no quería esperar su llamada en el maldito teléfono que me dejo con Marck.
Solo tenía una pregunta rondando por mi cabeza: ¿Por qué?