Capítulo 29: Verdaderas intenciones
Me termino de organizar en la habitación que Miller me había indicado, dejé mis cosas a un lado y me acuesto en la cama, que era demasiado cómoda.
Pero, aunque quisiera; no podía hacerlo. No cuando tenía algo relacionado con mi pasado en el morral, la curiosidad me comía viva, aunque miles de veces dije que quería enterrar el pasado y todo lo que tenía que ver con ello; algo me decía que tenía que ver el contenido del caset.
No tengo la menor idea de cuanto lo medité, pero cuando menos me di cuenta ya estaba bajando las escaleras para buscar a Heily o a Harry, uno de los dos hermanos me podía ayuda.
Veo la luz de lo que parece la biblioteca prendida, algunos murmullos se escuchaban adentro.
Bingo, encontré a alguien.
Mala idea, fue mala idea dejar mi habitación.
–En serio, esa mujer se está pasando y tú no te das cuenta de eso. –En miles de ocasiones podría reconocer la voz de Heily.
–Ya sé, deja de repetírmelo. –Se queja Harry.
–No, Harry. Te lo voy a decir millones de veces si es necesario, esa mujer es una arpía…. Aún no me queda claro, como se le ocurre venir acá a decir que termines tú relación, solo porque hay “chispas de amor” flotando entre ustedes dos; por favor, eso es completamente ridículo. –Regaña la chica a través de la puerta.
Frunzo mi ceño al no entender muy bien de que hablan.
–Ya entendí, vete a dormir ¿quieres? –Dice Miller.
–No, no me voy a ir a dormir hasta que dejemos las cosas bien plantadas. Le mentiste a Stella sobre este matrimonio, tú más que nadie sabías que si Nicolas venía y tomaba parte de la empresa; para ti era pan comido recuperarla.
–Tú también estuviste de acuerdo con esto, Heily.
–Sí y fui una tonta al ayudarte. Yo de verdad pensé que habías superado lo que sentías por Catalina, pero al parecer me equivoqué. Si te ayudé fue porque creí que si Nicolas tomaba parte de la empresa la situación iba a ser grave.
–Y lo es, me estoy casando con Stella porque quiero salvar la empresa y a ustedes de las garras de Nicolas.
–¿Tengo que decirte “gracias”? Y no omitas que le quieres dar celos a Catalina, no intente negarlo.
–Bien, sí, quiero que le duela un poquito de todo el dolor que yo sentí.
–No, pues…. ¿Qué te dijo? ¿Justiciero Harry?
–Heily, de verdad vete a dormir, mañana va a ser un día complicado.
–Dile la verdad a Stella. –Pide.
–¿Qué verdad? Me voy a casar con ella porque no quiero que Nicolas tome parte de la empresa y del dinero que dejó mi abuelo, no lo merece. Jamás quiso al abuelo, que no pretenda venir por un dinero que no le corresponde.
–Eso es solo una excusa y tú más que nadie lo sabes. No quiero que nadie salga lastimado. –A pesar de que la voz de Heily disminuye, puedo escuchar a la perfección.
–¿Quién puede salir lastimado?
–Eso es lo que traen las mentiras, Harry; lastiman, duelen y mucho más si vienen de una persona a la que le tienes aprecio. –Contesta la chica.
Y porque yo estoy enamorada de usted.
–Ni una palabra de esto a Stella, por favor. –Pide el hombre.
–No te voy a prometer eso. Ella merece la verdad.
–Heily, no hay ninguna otra verdad más que esa.
–Nunca te aproveches de una situación para hacer algo por tu bien, te felicito hermanito, la sacaste del estadio. Acuerda bien de esto; el karma si existe y no quiero que te toque a ti.
Escucho los pasos femeninos acercarse a la puerta, rápidamente me alejo y subo las escaleras corriendo.
Le doy seguro a la puerta de la habitación y me deslizo por el suelo.
Me mintió y le salió perfecto porque creí en cada una de sus palabras, no se casaba solo por la herencia, también lo hacía para darle celos a una mujer que yo pensé que era simplemente su amiga.
Algunas lágrimas empiezan a salir de mis ojos.
Nunca debí aceptarlo.
Quería un amor que ya era correspondido, porque esas fueran las palabras que Miller dijo. Él amaba a otra mujer y solo se casaba para darle celos y hacerle pagar no sé qué cosa.
Este era el menor de mis problemas, pensar que estaba a la mitad de dos personas que se querían, pensar que de ahora en adelante no vería la relación de Catalina y de Harry de igual manera. Que cuando el estuviera conmigo y a la vez estuviera ella, él solo querría darle celos usándome.
Fui una tonta al pensar que mediante esa relación que íbamos a tener luego de casarnos, posiblemente él se enamorara de mí en dicho proceso.
Cuan equivocada me encontraba.
[…]
Me despierto con un gran dolor de cabeza y la luz que se atravesaba por las cortinas de la habitación no colaboraban.
Miro la hora en mi teléfono, eran las ocho de la mañana.
Una oleada de recuerdos llega a mi mente:
Se casaba conmigo por darles celos a la modelo.
Yo completamente ilusionada pensando que podía pasar algo más allá de un falso matrimonio.
Heily, la persona en la que confíe; me mintió.
Catalina tuvo una relación amorosa con Miller
El reloj marcando las dos de la mañana y yo llorando por las palabras que había oído en la biblioteca.
Muchas cosas que procesar, aún no me lo podía creer, deseaba que todo fuera una mala pesadilla, pero al pellizcarme me di cuenta que todo era real.
Dura y cruel realidad.
Me dirijo al baño y me doy una ducha, con la intención de calmar el ardor de mis ojos ante la cantidad de lágrimas que había derramado la noche anterior.
Me pongo el jean negro junto a la blusa y zapatos blancos, utilizo un maquillaje neutro y abro la puerta dispuesta a enfrentar todo lo que venía.
–Buenos días. –Saludo a la chica que se encontraba sirviendo algunas cosas en la mesa.