La propuesta del Sr. Miller.

Capítulo 30: Un secreto y un pasado

Capítulo 30: Un secreto y un pasado

–¿Entonces ya viene? –Pregunto por tercera vez algo nerviosa.

–Sí, tranquila. –responde Heily.

–No puedo hacerlo, fue mala idea tomar la iniciativa sobre este tema. –Excuso poniéndome de pie.

Estábamos esperando a Heidy, quien llegaba en unos minutos para hablar conmigo de todo el enredo de la relación y futuro matrimonio.

De repente, escuchamos el timbre del lugar sonar, ambas no volteamos a mirar.

–Es mi madre. –Afirma Heily.

–No puedo. –Repito.

–No hay de otra, ya está acá y como diría Don Ramón; permisito dijo Monchito. –Sale corriendo dejándome sola.

–Hola, hija. –Saluda Heily.

–Hola y adiós mamá, tengo que hacer unas vueltas para la Universidad. –Excusa la chica saliendo literalmente volada del lugar.

La traición, cuñada.

–Buenas tardes, Heidy. –Saludo acercándome a ella.

–Hola, Stella… O debería decirte nuera. –Habla de manera divertida dándome un beso en la mejilla, me sonrojo al instante ante sus palabras.

–Lo siento, te juro que te lo íbamos a decir, pero no encontrábamos la manera de hacerlo. Decidimos ocultarlo porque eso de estar en el ojo público siempre iba a traer las complicaciones. –Invento.

–Sí, algo me comentó Harry. –Explica con una sonrisa a la vez que toma asiento.

–¿Deseas un café o algo por el sentido? –Pregunto.

–Un café esta bien. –Contesta.

Le brindo una sonrisa y me dirijo a la cocina a hacer la bebida mientras pensaba en todo lo que le iba a decir, y lo que me iba a inventar para que las cosas tuvieran sentido.

Tomo dos tazas y sirvo el café, luego vuelvo nuevamente a la sala y le entrego la bebida a Heidy.

–Es curioso ¿sabes? Siempre que veía a mi hijo y a ti, podía jurar que en sus ojos había un brillo tan diferente y único. Posiblemente me llames loca o no sé, pero tengo que admitir que miles de veces desee que Harry tuviera a una mujer como lo eres tú. Yo más que nadie sé lo que has sufrido y lo que has vivido, al igual que todo lo que mi hijo ha pasado; no tengo la menor idea si te ha contado lo que vivió en un pasado, puedo asegurar que ha sido su peor pretérito y si no lo ha hecho, de seguro lo hará. Tampoco sé si tú ya le contaste lo de tu adopción, sino lo has hecho; no te sientas presionada u obligada a hacerlo, madre es la que cría, nunca lo olvides. –Dice haciendo que mis ojos se humedezcan.

–Gracias, de verdad te agradezco todo lo que has hecho por mí. Usted me dio la oportunidad de entrar a esa empresa en donde crecí profesionalmente, donde descubrí miles de cosas, donde me enamoré, donde conocí lo que era el verdadero amor. De verdad, Heidy, te agradezco con todo el corazón que hayas ocultado este secreto incluso de tu hijo… No se lo he dicho, no sé si hacerlo o callarme, pero como dices tú; madre es la que cría.

–No tienes que agradecer nada, Stella. Suficiente tengo con el amor que le tienes a Harry, yo debería ser quien te agradezca por darle esa oportunidad de amar, estoy segura que a tú lado encontrará esa luz que algún día se le fue arrebatada.

–No, gracias por entender. Sé que posiblemente te enojaste cuando supiste lo de la relación de hace un año o que vamos a casarnos en tan solo un día, mi madre lo hizo, pero mira que fue más la alegría que sintió, que la furia.

–Si que me enojé, cuando vi a Harry le di el regaño de su vida; el cual ni de pequeño le había dado. Pero en este momento soy la madre más feliz y agradecida del mundo, mi hijo me explicó las razones por las cuales han ocultado el compromiso; los entiendo, la familia Miller a veces es demasiado prepotente y quieren conseguir las cosas a costo de lo que sea. Sé que Harry en algunas ocasiones actúa de esa manera, pero también sé que puede controlarse. –Explica.

–Si que puede actuar de esa manera, lo he presenciado en algunas ocasiones. –Contesto recordando cuando empezó todo el lío de la propuesta.

–Dime que va a estar bien a tú lado, me conformo con que tú me lo digas. –Pide.

–No te lo puedo asegurar a ciencia cierta, pero voy a hacer todo lo que se encuentre en mis manos para que Harry logré todo lo que se ha propuesto. Lo amo, nunca pensé sentí todos estos sentimientos; pero apareció él, –tomo sus manos. –Heidy, voy a hacer hasta lo imposible para que Harry esté bien y encuentre toda esa luz que alguna vez le fue arrebatada.

Ella me abraza y distingo un sollozo de su parte.

–Tú eres su luz. –Susurra a mi oído.

Sonrío al darme cuenta que por un momento pensé que todo era real, unas lágrimas empiezan a correr por mi rostro; pues, todo lo que había dicho era cierto.

Harry no me amaba, eso lo tenía completamente claro, él quería a alguien más. Pero, mi parte egoísta necesita demostrarle la verdadera cara de Catalina, estoy completamente segura que esa mujer no es tan santa como aparenta.

A pesar de todo, a pesar de que él no me correspondía, quería su bien.

Había dos opciones: Dejaba de sentir lo que sentía o en el peor de los casos; me enamoraba más de lo que ya estaba.

Sabía que la segunda opción iba a doler, pero el dolor hace más fuerte, lo he aprendido con el pasar de los años.

[…]

–Hemos llegado. –Me informa Miller cuando el auto se ha detenido.

Sonrío en forma de “gracias”, pues me había hecho el favor de traerme al hospital para quedarme allí toda la noche.

Después de la charla con Heidy, pasaron unos minutos en donde decidimos cambiar de tema porque íbamos a terminar llenando el apartamento de nuestras lágrimas. Ella vio el vestido y se enamoró a primera vista, quedó encanta, pero luego se tuvo que devolver a la mansión.

Habíamos quedado en tres cosas: Nadie más se iba a enterar de la boda, ella al día siguiente iría al apartamento de Harry en donde se alistaría para el matrimonio y por último, se encargaría de organizar la habitación de nosotros para cuando llegáramos de la luna de miel.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.