Extra: La otra cara de la moneda

Nos encontramos en el patio, cerca de la piscina y sentados en unas mecedoras. Nicolás tiene un vaso lleno de whisky mientras que yo me decidí por el vino.

Espero esta desvelada no me salga tan cara.

—¿Sabes? Yo nunca pedí nacer y mucho menos teniendo sangre Miller. Y me jode ser culpable de ello —comienza —Desde niño he sido juzgado por lo errores de un par de adultos y no me lo merezco. Soy un ser humano, Stella —voltea a verme —Como tú y como cualquier otro. Sé que no tienes la mejor imagen de mi persona por todo lo que mi hermano te ha dicho.

—No, más allá de lo que Harry me ha contado de vos, tú te has encargado de darme una mala imagen. Desde el primer día que nos vimos.

—¿Por qué?

—Tu sarcasmo, la forma en que tratas a los demás y te me insinuante cuando tienes prometida. ¿Te parece poco eso?

—Vale, vale. Si fui un poco pesado, pero tienes que ser una armadura para sobrevivir a este mundo. Y Stella, cualquiera se te puede insinuar; eres hermosa, fuerte pero delicada, determinada.

—Si, cualquiera, pero te recuerdo que tú no eres cualquiera. Eres el hermano de Harry y estás comprometido, a poco tiempo de casarte —reprendo.

Él suelta una pequeña risa un poco falsa —¿Enserio eres la única que se cree ese cuento? Por amor a Dios, es ridículo.

—¿Qué precisamente?

—Pues el hecho de que creas que ella y yo estamos enamorados. Ella me necesita y yo la necesito para conseguir algo, aquí solo hay dinero de por medio y ya.

—¿Y de verdad eres tan sínico de decirlo como si nada?

Él le da un sorbo a la bebida —¿Y que puedo decir? Oh, estoy enamorado de ella, la amo absolutamente, es mi felicidad entera y sin ella no podría existir.

—¿Por qué?

—Porque es la única forma de que aquí se me sea reconocido algo —explica —Mira, llevo luchando meses porque la parte que me corresponde de la empresa se me sea dada y por ello me tocó viajar hasta acá. Por derecho, me corresponde una parte de todo el dinero que tenía mi padre y no vine aquí a llevarme más de la cuenta.

—Quiero escuchar tu historia, Nicolás.

—¿Mi historia? Es un poco larga.

—Tenemos toda la noche —respondo y le doy un sorbo al vino.

Él suelta un suspiro.

«Cuando tenía cinco año entendí que mi padre no podía estar con nosotros simplemente porque tenía otra familia y nosotros no éramos una opción para él. Vi a mi madre muchas veces llorar por no darme la familia que yo deseaba, lo vi a él llegar en navidad a darle dinero a mi madre y entregarme un par de regalos; eso no recompensaba nada. Cuando cumplí diez años me enteré que tenia dos hermanos y le dije a papá que los quería conocer, Noel aceptó, ya a este punto Heidy sabía de mi existencia. Pasaron supongo que meses, mi padre le había dicho a mi madre que vendría a visitarnos y traía con él a Henry y a Harry; me emocioné ese día»

«Mamá se esmero en hacer su mejor comida para que ellos se sintieran cómodos, recuerdo perfectamente ese día cuando tocaron el timbre de la puerta, yo salí corriendo a abrir y entonces los vi. Ambos llevaban un par de trajes azules y yo apenas y llevaba un pantalón y una camiseta; de inmediato sentí la primera diferencia entre nosotros»

«Henry viendo primero en acercarse, me dio un abrazo y me dijo que le gustaba mucho por fin conocerme. Y bueno, Harry, creo que desde pequeño ha sido un hijo de la chingada. Si me llegó a saludar fue porque Noel lo obligó, pensé que después se le pasaría»

«Mamá salió de la cocina y llegó a saludarlos, no hubo mayor diferencia a como fueron conmigo. Mi madre ese día quedó encantada con Harry, creo que desde pequeño ha tenido su encanto»

«Nos sentamos en el comedor y sirvieron la comida, fue entonces cuando todo se fue al carajo: Harry se negaba a comer, se quería y comenzó a decir que Noel y Heidy estaban mal por nuestra culpa, que no me quería volver a ver en su vida»

«Noel lo regañó, Henry se sentía mal por lo que estaba pasando he intervino con su padre pidiéndole que dejara de armarle bronca a Harry, que al final de cuenta lo que estaba pasando era culpa de él por tener dos familias»

«Y en el fondo es verdad, todo fue culpa de Noel. Ni siquiera terminaron de comer y se fueron de casa. Mamá se sentía mal, las cosas no habían resultado como ella planeaba ni como yo quería»

«Pasaron los meses y nos enteramos de que Heidy estaba en embarazo: Heily venía en camino. Mamá felicitó a papá y en el fondo le dolía, yo también me sentí un poco mal pero me hacía ilusión tener una hermana pequeña, al final era la primera mujer entre la herencia Miller»

«En una navidad, Noel vino a buscarnos a mi madre y a mi para llevarnos a la mansión; Heidy quería conocernos, en especial a mi. Pensé en no ir, pero yo también quería conocerla y ver a la pequeña Miller»

«Noel le compró un vestido a mamá y a mi un traje azul, no muy diferente a los que traían Henry y Harry aquel día. Fue entonces mi primera vez en un auto tan lujoso y tras de ese carro venían varias camionetas»

Entonces el exceso seguridad es desde mucho antes.

«Llegamos a la mansión. En mi vida había visto tanto lujo, quede fascinado con la entrada y mi impresión fue más grande cuando vi el interior: Un comedor inmenso, en el techo colgaban candelabros, había un gran arbol de navidad y varios envoltorios bajo este, los muebles se notaban que eran carísimos»

«Fue entonces cuando de la cocina salió una mujer cargando a Harry, por un momento pensé que ella podría ser Heidy pero la idea de esfumó de inmediato cuando note que nada de ella coincidía con la descripción que me había dado mi madre. Harry al darse cuenta de nuestra presencia salto de los brazos de Noelia y salió corriendo hacia las escaleras»

«Noel no dijo nada pero noté su expresión de desacuerdo. Noelia se presentó muy amablemente, de hecho ya ella sabia de mi existencia, al parecer entre Noel y Heidy le habían comentado cosas mías. Me llevó con ella a la cocina y me ofreció una porción de torta de chocolate y leche, acepté gustoso»