La protección de la luna.

Novena parte.

Riendo suavemente, Aysel niega con su cabeza, pensando en cómo responder.

Aysel- Salgo de la ciudad, algunas veces lo planeo, otras no.

Badir- ¿Una vez al mes? ¿Es por estudio? ¿Trabajo tal vez?

Aysel- Es por obligación, pero es muy agradable y relajante.

Badir- .. ¿Te cansas de estar aquí?

Aysel- Nunca, es por obligación, es todo. 

Badir- .. 

Al estacionar el auto, Aysel se acerca rápidamente a Badir, ayudándole a bajar del auto, para luego tomar su mano y guiarle hasta el interior de la cafetería.
Observando el elegante local, Badir nota un par de personas distintivas. Los amigos de Aysel, no puede estar equivocado, ya que no creyó posible olvidarlos desde la primera vez que les vio. Apretando ligeramente el agarre de su mano en la de Aysel, detiene sus pasos jalando suavemente del brazo a Aysel, intentando detenerle.

Badir- A..Aysel..

Acercándose a él con curiosidad ante el nerviosismo que lo dominó, Aysel acaricia el cabello de Badir.
Artemisa y Baldr sonríen desde sus asientos, escuchando atentamente a ambos jóvenes. Artemisa, atenta a los sentimientos de ambos intenta contenerse ante la ternura que le provocan los jóvenes. Baldr les mira de reojo con picardía, esperando se digan todo lo que les pasa por la cabeza.

Aysel- ¿Qué sucede?

Badir- ¿Ellos son..?

Aysel- Te los presentaré. 

Badir- ¡¿Aysel?! ¡No!

Los nervios de Badir aumentan, los ojos de los comensales sobre ellos no ayudan. 
Sabiendo que no será bueno que el joven entre en pánico, lo atrae en un abrazo, susurrando a su oído.

Aysel- Todo estará bien, estoy contigo, no te dejaré.

Sonrojándose, Badir tapa su rostro con su mano libre, asintiendo con su cabeza.
Alejándose lentamente, Aysel observa los ojos de Badir, intentando se tranquilice de su reciente bochorno.
Jalando a Badir de la mano, Aysel le guía hasta la mesa riendo suavemente. 
Badir en tanto toman asiento, baja su mirada, sonrojado, Aysel no ha soltado su mano y siente que eso centra la atención de quienes les rodean.

Baldr- Es un placer, me llaman Baldr.

Artemisa- ¡A mi puedes llamarme mamá! Aunque suegra también me gusta..

Mirandoles confundido, Badir levanta su rostro, alternando su mirada entre los dioses y Aysel. 
Suspirando, Aysel tapa su rostro con su mano libre, sonrojándose intenta no reír ante lo vergonzoso, además de lo divertido de la situación.
Al igual que Aysel, Baldr disfruta la situación, sonriendo con una aparentemente dulce sonrisa.

Aysel- Tío Baldr, madre, él es Badir.

Abriendo sus ojos con incredulidad, Badir observa a Aysel mientras arruga el entrecejo.

Aysel- Antes de que pienses mal de mí, sé que mi madre se ve joven, pero créeme que hay una larga e increíble historia tras de ello.

Aturdido, Badir asiente con su cabeza, volteando hacia los dioses, hace una leve reverencia, creyendo es parte de su cultura ya que Aysel lo hace.

Badir- M..Mucho gusto, soy Badir.

Enternecida, Artemisa se levanta de su asiento, caminando hasta Badir lo abraza.

Artemisa- ¡Eres tan~ lindo! Con razón mi hijo está tan interesado en ti.

Aysel- ¡Madre!

Avergonzado, Aysel se levanta de su asiento, separando a Artemisa de Badir, la cuál, riendo divertida se voltea abalanzándose al cuello de Aysel. Suspirando, Aysel toma asiento nuevamente, con Artemisa de pie junto a él besando su rostro sin soltarle.

Baldr- Deja de ser tan empalagosa, asustas a tu futuro yerno.

Con una expresión sorprendida, Badir se sonroja, desviando su mirada.

Baldr- Pedí tu frappuccino Aysel y también para ti Badir, Aysel me dijo.

Arrugando levemente el entrecejo, Aysel hace un puchero dirigido a su tío.
Sonriendo, Baldr le mira, haciendo un gesto con su cabeza para que Aysel se tranquilice.
Badir aún está en shock, muchas cosas pasan a su alrededor, entre los celos que sintió al momento de entrar al café, la verdad sobre estos 3 hermosos jóvenes, la manera en que interactúan entre ellos, además de cómo se relacionan con él. Aún siente unos leves celos, después de todo aún no asimila del todo que sean parientes, aunque no sea de gran relevancia. No cree que la madre de Aysel sea esa clase de mujer, desde que la vio de cerca supo que están relacionados por sangre, sus ojos son idénticos después de todo, sospecha ésta no se lo permitiría. Pero no sabe qué tan cierto sea esto. Mientras ponen su chocolate frente a él, Badir intenta pensar en cómo reaccionar a las palabras de la madre de Aysel. '¿Llamarla madre? ¿Suegra? Les habló de mí.. ¡Que vergüenza!'

Aysel- ¿Badir? ¿Pasa algo con tu chocolate?

Preocupado, Aysel llama la atención de Badir, el joven se había quedado observando el chocolate frente a él durante unos minutos ya, lo cual hace pensar a Aysel que tal vez se debe a que no se encuentra bien. Apretando levemente su agarre en la mano de Badir, sonríe intentando infundir confianza en el joven.
Saliendo de sus pensamientos, Badir levanta su mirada, ligeramente alarmado ante la idea de haber ignorado una parte de la conversación que le incluyera.

Badir- ¿Qué? ¡No! Bueno.. No lo sé.

Riendo ligeramente, Baldr niega con su cabeza.

Baldr- Aysel, el regalo, me mareas.

Aysel- Deja que siquiera termine su chocolate.

Baldr- No, mareas Lunita.

Levantándose ligeramente de su lugar, Baldr toma el brazo de Artemisa, jalandola para que suelte a Aysel. 
Renuente, Artemisa vuelve a su lugar.

Artemisa- Yo siento que es adorable. Badir es tan celosito, vergonzoso y nervioso. ¡Y Aysel ..!

Aysel- ¡Ni te atrevas madre!

Riendo, Artemisa alza sus hombros resignada, conociendo el temperamento de su hijo. Aysel reaccionó terriblemente por lo sucedido con Altramuz, no quiere ni imaginar cómo reaccionará de siquiera molestar a Badir.
Tosiendo levemente, Badir mira a los dioses y Aysel, avergonzado al sentirse expuesto.




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