Undécima parte.

Badir- Dijeron muchas cosas feas de ti y.. De mí..

Terminando el omelette de Badir, Aysel lo sirve en un plato con ensalada, colocándolo frente al joven. Caminando hasta el otro lado de la isla, hace voltear a Badir su cuerpo hacia él.
Aún cuando lo siguió con la mirada en todo momento, Badir se intimida ligeramente al ver a Aysel frente a él. El pulso del joven se acelera al sentir como Aysel toma sus manos y las besa.

Aysel- ¿Crees en sus palabras?

Badir salta ligeramente en su lugar, acercándose aún más a Aysel mientras niega con su cabeza eufóricamente.

Badir- ¡No! ¡No creo ni una sola palabra de ello!

Sonriendo Aysel abraza a Badir, hundiendo su fina y recta nariz en su cabello dejando pequeños besos en su cabeza.

Aysel- Exacto, si tienes una duda sobre mí, sólo debes preguntarme directamente, si eres tú responderé.

Asintiendo con la cabeza con alegría, Badir abraza a Aysel, aún cuando posee una pregunta para Aysel desde hace mucho, no se atreve a hacerla, temiendo la respuesta. Acomodando su mentón en el pecho de Aysel para ver a este a la cara, Badir ríe suavemente, viendo las curvas pestañas de Aysel abanicarse en sus ojos carmesí, los cuáles le observan con un brillo que le parece detienen levemente el tiempo sólo para ser observados. 

Aysel- Dime. ¿Hay algo más?

Volviendo a ocultar su rostro en el pecho de Aysel, Badir coloca sus manos en el abdomen de Aysel, sintiendo lo bien trabajado que está, entra levemente en pánico, alejándose con un sonrojo para intentar no hacer contacto visual.

Badir- ¡! .. Yo..

Buscando algo para distraer a Aysel, Badir revisa la cocina.

Aysel- ¿Badir? ..

Badir- ¡Cierto! ¡Los postres! ¿Si tienen helado? Los meteré al refrigerador, el helado podría descomponerse, además deben estar derretidos.

Dirigiéndose al refrigerador, Badir abre la puerta del congelador, metiendo ambos vasos aprovecha para curiosear.
Aysel se acerca lenta y sigilosamente al joven, cerrando la puerta del refri una vez Badir acaba de saciar su curiosidad, para que el joven le encare.

Aysel- Badir.

Sintiendo un escalofrío recorrerlo, Badir se voltea lentamente con cautela, sonrojado muerde su labio mientras sonríe.

Badir- ..

Aysel- No debes decirme si no quieres.

Recordando el tema principal de la conversación Badir borra su tierna expresión. 

Badir- ..

Moviendo ligeramente a Badir de su posición, Aysel saca unas naranjas del refrigerador, volviendo al lado de la estufa, comienza a preparar una bebida para Badir, quien le observa con un leve remordimiento. Las emociones del joven le tenían vuelto loco, Aysel sentía que explotaría pronto. El joven es un mar de emociones en ese momento, entre el cariño que siente por Aysel, su sentimiento de culpa, la tristeza, enojo y culpa hacen un desastre en los pensamientos del joven, los cuales no le permiten hablar libremente. Aysel está abrumado por tan intensas emociones, esta es una de las razones por las cuales no le gusta estar en el mundo terrenal. Aún cuando intenta alejar la nube gris que le ahoga, su nivel de recepción es tal que siente cada sentimiento como suyo.
Badir se acerca a Aysel, lentamente apretando sus puños.

Badir- Me golpearon Aysel.. Mi madre me golpeó.

Una paz incomparable a cualquier emoción se instaura en Badir, arrojando cualquier otra emoción que no sea nervios o tristeza a un lugar lejano del corazón del joven. Hacía mucho tiempo desde que se siente en confianza con sus amigos como para decirles, aún con ello no les dijo nada, pero con Aysel simplemente siente que todo sale sumamente natural. Sin embargo se siente nervioso ante lo que podría decir o hacer Aysel ahora que le ha escuchado. Miles de escenarios corren por su cabeza, desde lo más absurdo, pasando por el mejor de los escenarios, hasta lo increíblemente negativo. Escenas en las que Aysel es un superhéroe que le rescata de las malvadas garras de sus padres, o le rechaza por ser un inútil justo como sus padres le repiten.
Aysel se voltea lentamente hacia su derecha, observando a Badir con una sonrisa comprensiva, satisfecho con la confianza del joven para con él, además de los positivos sentimientos del joven. La paz abrumadora del joven le alegra como propia.

Aysel- ¿Estás bien? Me refiero a.. ¿Tu cuerpo está bien? 

Viendo la preocupación de Aysel, Badir asiente levemente de manera insegura. Badir está tan acostumbrado a la agresión de su madre, que de no ser por las escasas revisiones médicas que le han practicado en las instituciones estudiantiles, no se habría enterado de las costillas rotas o los dedos quebrados. 
Sintiendo la inseguridad del joven, Aysel le cuestiona.

Aysel- ¿Dónde te golpeó?

Inseguro de sí responder, Badir guarda silencio.
Aysel toma el mentón de Badir suavemente, levantando el rostro del joven deja un beso en su frente, con su entrecejo arrugado, reflejando en su rostro la preocupación que no había podido expresar en todas sus interacciones con el joven.
Sonrojándose, Badir traga la saliva que se acumula en su boca. 

Aysel- Badir. ¿No responderás a mi pregunta?

Asintiendo tímidamente Badir coloca sus manos en el pecho de Aysel. Una pregunta cruzaba la mente de Badir cada que hacía esto. ¿Cómo se verá el pecho de Aysel sin sus lujosas camisas, suéters e camisetas? No es que sintiera morbo por, el que podría jurar, es un muy bien trabajado cuerpo. Su curiosidad se debe a lo que pueden sentir sus manos cuando toca el cuerpo de Aysel, se siente firme, formado. Sin embargo no se nota, la ropa de Aysel deja ver su amplia espalda y pecho, su estrecha cintura, con su delineadas caderas. Admitiendo Aysel tiene un buen trasero con unos firmes glúteos, muslos bien proporcionados. En general. Se nota el buen físico del albino, con su esbelta figura, atractivo rostro, también la agradable actitud de Aysel, Badir suele confundirse. ¿Por qué pierde su tiempo con ellos? Conforme el tiempo pasa siente que su conexión aumenta, por lo cual se enfoca en disfrutar la compañía del otro. Pero estos momentos le hacen sentir apenado, aunque quisiera no dejar su mente divagar lo hace, por suerte le toma sólo un par de segundos volverse a enfocar en la conversación.