27: Terminó

...

CHAD

Día 10.

Me deslicé sobre el fango, tomando el arma que Lynn tiró, disparando al primer chico que quiso ponerse en mi camino.

Uno menos, pensé. Incorporándome con rapidez cuando el segundo llegó decidido a atacar. Pero el segundo tiró no salió, levanté la pierna, tirándolo el arma mientras empujaba al chico con mi pie, cuando me cercioré de que estaba tirado, busqué algún arma cerca, pero no hallé nada.

Él chico me tomó por detrás, apretando mi cuello con sus brazos. Me resistí, poniendo dureza en los músculos cercanos a esa zona. Me giré, tirándome hacia atrás, estampando su cuerpo contra el suelo; sentí que el aire se le fue, me di la vuelta colocando mi rodilla sobre su cuello, apretando con fuerza, esperando a que dejase de respirar.

Levanté la vista, buscando a Parker entre todo el revoltijo de secundarios atacándose, corrí, pero cuando vi a Rick tirado siendo amedrentado en el suelo, cambié de dirección. Clavé mi codo en el brazo del chico, tirando con fuerza para que lo soltará. Rick tosió para recuperar el aire, el otro tipo disparó su arma rozando mi brazo.

—¡Mierda! —grité, aspirando con fuerza.

Apreté los dientes, soportando el dolor y caminando a él, dando un cabezazo en su frente, tomando sus manos y asesinándolo con su propia arma. Tres menos, anoté mentalmente; necesitábamos eliminar a ocho, y debía asegurarme que Parker y Lynn estén en esos ocho. No quería tener que lidiar con ellos fuera.

Alcé la cara, tratando de ubicar a Mery que peleaba con alguien al fondo del árbol. Pronto me percaté que no solo ella estaba luchando, también Ane y vi como Lynn le perforó el estómago con un cuchillo, tirándola a un lado mientras a Mery la tomaba del brazo, jalándola con fuerza.

Corrí, pero un brazo fuerte me tiró al suelo. Se me salió todo el aire e intenté incorporarme, tosiendo, solo para que Parker me volviera a tomar, apretando con fuerza mi cuello, vi su rostro se ponerse rojo del esfuerzo. El aire se me estaba acabando, la cabeza me iba a explotar.

Apreté sus muñecas, tratando de tomar fuerza de algún lado, tirando con fuerza para poder quitármelo de encima.

Tomé una bocanada de aire grande. Parker cayó del otro lado, Devon lo derribó de una patada.

Me tendió la mano, ayudándome a pararme, pero no duro mucho, Parker volvió y dio con un tronco en su cabeza; Devon se derrumbó.

—Esto es entre tú y yo, seis —farfulló, escupiendo sangre a un lado, queriendo atacarme con el mismo tronco.

Aspiré hondo, esperando el golpe crucé los brazos frente a mí, bloqueándolo, el dolor fue el mismo. Parker tiró la patada cuando me tomó con la guardia baja.

Me tambaleé hacia atrás, pero repuse mi gravedad y me volví a los golpes, dándole la vuelta para poder matarlo; era un tipo fuerte y duró de poder vencer.

No sabía cuánto me costaría, pero lo mataría a como dé lugar.

...

MERY

Lynn me presionó fuerte, su cuerpo encima del mío, y sus manos tratando de estrangularme. Toda la fuerza la puse en mis manos, deteniendo sus muñecas para evitar que me matase.

—No sé porque eras tan difícil de matar —repuso, entre dientes al punto de morder sus labios para poder moverme.

Levanté una pierna detrás de ella, tirando de su cuerpo con fuerza, tratando de salir.

Cuando cayó del otro lado, me giré, levantándome para salir de ahí, buscando un arma que estuviese mal puesta.

Corrí casi tropezándome entre el fango, y sin aire.

No llevaba la cuenta de cuantos faltaban para poder salir de este lugar; vi a Chad, seguía luchando contra Parker que no se rendía.

El brillo de un arma me llamó la atención y corrí, la tomé sin detener mi paso, tratando de matar a Parker de lejos.

No era tan buena tiradora, y temía herir a Chad, así que tuve que acercarme más hasta Lynn llegó de nuevo, derribándome de una envestida.

Gemí de dolor, perdiendo el arma.

—Estás loca si crees que te dejaré matar a Parker —murmuró, tomando el filo de su cuchillo, haciendo una cortada grande en mi pecho.

Gruñí y medio grité sintiendo el ardor. Colocó el filo en mi mejilla, jalando con fuerza, sentí la carne rota y la sangre caliente en mi cara. Sonrió con satisfacción, chasqueando la lengua con burla.

Me tomó de la ropa, alzándome un poco, mirando alrededor.

—¡Solo uno, uno más y esto acaba! —gritó, llamando la atención de todos, incluso Chad y Parker se detuvieron—, y creo quien será.

El rostro de Chad palideció cuando Lynn colocó el cuchillo en mi garganta.

Aspiré profundo, esperando la navaja rebanar mis venas. Pero Chad levantó las manos, y lo vi caer de rodillas justo a un lado de Parker, que emanó una risa.

—Somos once —repuso—, ¡mátenme a mí, y todo termina!

Negué, mirándolo. Parker no escuchó eso de nuevo, tomó un arma apuntando a la cabeza de Chad mientras daba un par de saltos eufóricos en su mismo sitio, riendo.

—Adoraré hacer esto —repuso, con tanta satisfacción en su voz que todos le pusieron atención—, déjame matarlo a él, Lynn.

Lynn me tiró al suelo, al parecer prefirió que su compañero se sintiera complacido. Intercambié miradas con Chad, viendo la derrota en sus ojos. Pero en mi corazón no la habría todavía.

Me moví un poco, tratando de encontrar el arma que perdí; todo con sigilo para que nadie me vea, arrastrándome por todo el fango, tentándolo con temblores en las manos.

—¿Últimas palabras? —inquirió Parker, empujando la cabeza de Chad con el arma.

Pero él no habló; sentí la presión en mi pecho. La risa de Lynn me inundó, tomé el arma y con un solo tiró tenía que hacer que esto valga.

Me puso de pie de un brinco, levantando mi mano y visualizando el rostro de Parker en mi campo de visión, tomé aire cuando él se percató, su rostro cambió.

No perdí el tiempo.

Apreté el gatillo, la bala se incrustó en medio de sus ojos y cayó al suelo. El movimiento me hizo para atrás de un empujón mientras el grito agudo de Lynn inundó el lugar, en cuanto volteó para contratacar un sonido sonó en el cielo.