Mi ruptura

¿Cuánto ha pasado? No importa, que si el sol ya entra por la ventana y los pájaros cantan, una lírica que en mis oídos abrumados por la resaca suena infernal. 
Apenas si puedo levantarme y ahí encuentro la botella de vino vacía, esto ya es un evento cotidiano para mi, como si siempre hubiera sido parte de mi vivir. 
Me duele el cuerpo, me siento como un puto tronco y la cabeza me da vueltas. Pero esta bien, solo en este estado aletargado el corazón no llora, no sufre, simplemente se dedica a latir y no morir. 
Mi estómago ruge de hambre, deben ser las 12 del día. El play sigue prendido, por lo visto estuve jugando Good of War, al parecer ahora soy más amigo de kratos que de todo el mundo (que cómico me resulta mi estado trágico). Me levanto para poder comer algo, de seguro debe haber un poco de cerveza y pizza en la nevera. Alguna vez me preocupé por lo que comía, por cuanto dormía y esas mierdas, pero ahora ese yo se perdió o más bien murió, todo eso fue una rutina que a otro perteneció ¡Ay! ¡Maldita sea! Al parecer aún no estoy tan jodido como para no tener ninguna sensación. En mi abstracción pise un jodido cristal, tengo esquirlas en el pie, me las sacó con cuidado, para mi suerte las cortaduras son muy leves y casi no presenció sangre. Ahora en pos de saber con que me corte, me inclino y miro que se trata de un portarretratos ¿cual será? Al parecer no solo pasé jugando videojuegos ayer. Recojo el dichoso portarretratos, de el se cae una foto que aterriza en mi pantalón. 
La tomo entre mis dedos y su contenido hace que las lágrimas vuelvan a mi, he aquí el recuerdo que entre alcohol, grasa y mal vivir trato de extinguir. Al parecer el de arriba y yo, no nos llevamos nada bien, es la única respuesta que encuentro para mi fatídico dolor. Es la foto de los dos, de ella y yo. Es nuestro primer aniversario, ella iba de negro. Como siempre, ama ese color. Yo iba de camisa negra y pantalón café, así siempre me solía vestir.
Ella luce preciosa, una Diosa ante mi, alguien por quien estaba dispuesto a vivir y a morir, eso último es lo que más hago por aquí. Como quisiera retroceder el tiempo y volver a estar ahí, un tiempo en el cual era feliz. 
Pero en mi mente solo hay recuerdo capaz de salir, el que más duele y el que está más fresco. Nuestro último día juntos.

-Tu nunca cambias, siempre es lo mismo contigo.

-Te juro que lo intento, no es fácil. Amar requiere tiempo, no ha todas las personas se las ama de la misma manera.. y yo... Yo me esfuerzo mucho por aprender a amarte.

-¿Amarme? Dices que soy especial para ti, pero siempre vuelves a lo mismo. Los errores de siempre y luego lamentos, estupidez. Estoy cansada.

-Yo te amo. Me equivocó, pero detrás de cada equivocación, siempre estoy yo tratando de hacer lo mejor.

-Mi ex, jamás hacía lo que ya sabía que me hacía enojar.

- Me imagino-pero te fue infiel, supongo que eso no está nada mal.

-Tu en cambio, nunca escuchas.

-Lo hago, pero no siempre es facil-tu siempre impones, a veces pareces detestarme más que nadie.

-Siempre soy clara contigo.

-Yo también, cuando eres fría te escucho, te doy mi cariño, incluso ahora que estás enojada, no dejo de pensar en ti con cariño, porque a pesar de tus errores te amo. Me equivocó, si lo hago, pero siempre te digo que me digas en que me equivoqué para solucionarlo. Que si vuelvo a caer es porque estoy aprendiendo y siempre te pido tu ayuda, pero tu a veces me dejas solo, a veces siento que estoy solo tratando, luchando por mantener la cuerda entre los dos.- eso sin contar que siempre parece que prefieres a tus amigos.

-Haz cambiado, lo veo. Pero sigo sin sentirme bien. A veces me cuesta creerte.

-Se que alguna vez te lastimaron, pero créeme, cree en lo que siente mi corazón.

-No, no puedo.

-¿Por que?

-Una vez le dije a un amigo "si sigue así, lo voy a terminar". No es que tu no me ames, es que ya estoy cansada y siento que se me ha acabado el amor.

-¿Como puedes decir eso, si hasta hace poco decías que yo era lo mejor que te pasó?

-Quizás me equivoqué, quizás en el fondo para mi no fuiste más que una ilusión.

-Pero...

-No, no digas nada. Dejame ir, eres una gran persona, pero ya no quiero estar junto a ti.

-Pero te amo, pero si he dado todo lo que tengo.

-Lo sé y lo siento. Adiós.

Luego te marchaste, un par de veces te busqué y tu desprecio fue quien me recibió "si alguna vez dije que te amaba, hoy me arrepiento ". Lo entiendo, sin importar cuánto di nunca llegue a ser lo suficientemente bueno para ti. Tus antiguos amores y tus amigos, supongo que todos son mejor que yo. Supongo que todo es mi maldita culpa por tener un corazón, supongo que fue mi culpa por haber dejado que cupido me contagie de amor. Soy un tonto iluso, como desearía poder arrancarme el corazón y ya no sentir dolor. Yo estuve ahí siempre para ti y aún así, fui yo quién sufrió tu partir. Pero está bien, está mierda es normal para mi, solo que ya me canse, ya me da igual, nada importa ya. Yo estoy solo, ese es mi destino, la condena que debo llevar conmigo, siempre ser un errante amante perdido.