CHRISTOPHER TENDER
Corrí hacía el edificio en el que se encontraba el incendio. Cuando llegué, me instalé lo más rápido que pude.
Saqué el material que traía desde casa y empecé a preparar todo. Saqué el tubo de la manguera para conectarlo a la fuente más cercana. Con el altavoz que había cogido de casa mandé a la salida toda la gente que vi posible salir del edificio. Abrí la fuente y empecé a disparar el agua hacía el edificio. Unos minutos después el capitán y todos mis demás compañeros llegaron. Les comenté que podía seguir habiendo personas dentro del edificio que no hayan podido escuchar mi voz. El capitán, dirigió a seis de mis compañeros para que entraran al edificio, seguidamente, conectaron las demás mangueras a las salidas del tubo de la fuente y apuntaron con la manguera a los lugares que más fuego parecían tener. La ayuda que ofrecí sirvió mucho, porque no hubo tantos afectados por el incendio. Después de extinguir el fuego, recogí las cosas que había traído de casa, mientras mis compañeros empezaban a darme conversación, de cómo podía salir de casa solo para venir a extinguir un fuego un día que tenía libre. Yo les comenté que el trabajo de bombero me lo tomaba muy en serio y por eso decidí salir de casa. además de que era una cuestión que me había pedido el capitán, de hacer.
Cuando mis compañeros se fueron, algunos vecinos vinieron a agradecer mi trabajo. Escucharon que en verdad era mi día libre, y me agradecieron el doble del que ya me estaban agradeciendo. Algunos dudaban de que yo fuera bombero, por eso saqué de mi mochila, las dos tarjetas donde pueden verificar que soy tanto bombero, como policía.
Me despedí de todos aquellos vecinos y me dirigí a casa. Cuando llegué, Lía no estaba. Supuse que se había ido a hacer la prueba que tenía.
Al día siguiente, cuando fui al parque de bomberos, el capitán me llamó.
-Tender, gracias por tu aportación el día de ayer. -empezó diciendo. -Por tanto este mes tendrás un salario más alto que el normal. Y además, como no hubo víctimas graves, puedes tomarte el día de hoy como descanso, como compensación de tu trabajo fuera de tu horario.
-Muchas gracias capitán. Agradezco mucho su oferta, pero como bombero, eran cosas que tenía y debía de hacer. -agradecí con todo mi máximo respeto.
Me despedí de mi capitán. Salí de la oficina y empecé a recoger las cosas que había traído hoy, no traje mucha cantidad de cosas. Me despedí de mis compañeros y conduje de vuelta al apartamento.
(de vuelta al presente)...
-Lía, necesito que rastrees de donde llama este número de teléfono. -dije mientras apuntaba el número en un papel.
Lía cogió el papel y sacó su ordenador. Empezó a teclear cosas que yo no entendía. Al cabo de unos 15 minutos, ella dejó de teclear. Me devolvió el papel que le había entregado y me comentó lo que había descubierto.
-Christopher, este número llama desde un edificio que se encuentra a cinco manzanas del parque de bomberos, en la zona este del parque. -empezó diciendo.
Que extraño, justo el edificio donde Christian y Carolina viven, se encuentra a cinco manzanas del parque de bomberos y en la zona este del parque.
-¿Por qué querías que rastreara este número de teléfono? -preguntó cerrando el ordenador.
-Necesito encontrar a una persona. Me encuentro en un caso, donde dos hermanos viven juntos y durante bastante tiempo no paran de escuchar golpes cerca del apartamento en el que se encuentran. Y ahora, me estoy quedando en el apartamento junto a los dos hermanos para intentar averiguar de dónde provienen esos golpes. Ya que cuando nos llamaron, nos encargamos de poner micrófonos que graban el audio durante una semana, los esparcimos por todo el apartamento. Una semana después, volvimos al apartamento y revisamos las grabaciones. En todas y cada una de ellas se escuchaban igual de fuertes los golpes. Lo peor es que no dejan de sonar por todo el apartamento las 24 horas del día. -expliqué, resumidamente.
-Así que me habías llamado para que te ayudara a descubrir al culpable de esos golpes… -dijo Lía, con tono de superioridad.
-Solo necesitaba que rastrearas el número de teléfono. Pero al principio reconozco que iba a pedirte una ayuda para resolver este caso, pero ya no la necesito. -respondí recogiendo mis cosas. -Bueno me tengo que ir.
-Ya me buscarás otro día Tender, el día que no puedas resolver el caso, nos vemos.
No quise responderle, así que asentí y me dirigí de nuevo a mi coche.