La Puerta Entre Nosotros

CAPÍTULO 02-MIEDO DISFRAZADO

El chasquido de una rama quebrada bajo su pie traicionó a Eryan.

Soren se giró de inmediato, sobresaltado, con los ojos brillando por la sorpresa. La luz del atardecer, filtrándose entre los árboles, encendió destellos dorados en su cabello. Ese brillo fue un golpe directo al pecho de Eryan, como si algo antiguo despertara sin permiso.

Soren se incorporó con rapidez, avanzando hacia él sin miedo, con esa calidez natural que irradiaba sin esforzarse. Eryan dio un paso atrás; no por precaución, sino por la tormenta que sintió agitársele dentro.

-Hasta aquí, mundano -gruñó, intentando recuperar el control-. No te acerques más. Ya arruinaste mi paseo.

Soren se detuvo, confundido pero educado.

-Perdón... no sabía que molestaba.

Pero Eryan no podía detener las palabras que salían como una defensa desesperada.

-Siempre igual -espetó-. Ustedes, con sus tonterías, estorbando donde no deben. No necesito tus disculpas. Solo... vete. No soporto mirarte.

La frase cayó dura, seca, injusta.

Soren bajó la mirada, sin entender qué había hecho.

Eryan tampoco lo entendía. Su tono no tenía sentido; su rabia no era real. Era miedo disfrazado de desprecio. Porque cuanto más miraba a Soren, más le temblaba algo por dentro. Y eso le resultaba intolerable.

La calma de Soren.

Su curiosidad inocente.

Ese brillo humano que él llevaba años sin sentir.

Todo eso lo desarmaba.

Durante un instante eterno, nadie habló. Solo el viento movió las hojas entre ellos, como si el bosque contuviera la respiración.

Finalmente, Soren dio un paso atrás.

-Bueno... entiendo. Que tengas buena tarde.

Se alejó despacio, sin rencor. Sin saber que cada paso suyo arrastraba algo dentro de Eryan, tironeándolo, obligándolo a enfrentarse a un deseo que él mismo no quería admitir.

Cuando Soren desapareció entre los árboles, Eryan exhaló por primera vez.

Y lo supo:

ese chico ya se había convertido en una grieta peligrosa en su vida.

Una grieta que él iba a intentar cerrar... pero cuya luz ya empezaba a colarse sin piedad.

Y aunque jamás lo admitiría en voz alta, ya estaba esperando el próximo encuentro.



#1228 en Fantasía
#4993 en Novela romántica

En el texto hay: fantasia, #amores, #romace

Editado: 17.11.2025

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.