La Quinta Hija

Capítulo 2—Just the Way you Are

'Cause you're amazing
Just the way you are

—¿Reina? ¿Seguro que no están hablando con la hija equivocada?

—Als, nosotros conocemos tus cualidades —mamá toma mi mano—. Y me duele pensar que te crees inferior a tus hermanas, porque créeme hija que de mis siete hijos eres la única con la que he peleado más, con la que me he aferrado más, por el simple hecho de que no te sientas como te sientes... y no creas que te hemos elegido a ti por eso, te elegimos a ti porque sabemos que tienes todo para ser Reina.

—Conoces el reino más que todos tus hermanos, has hecho todo tipo de trabajos, y has hecho tantas cosas para "intentar encajar" que no te diste cuenta, que ya eras increíble desde el principio, el pueblo no te respeta porque rompiste una ley, el pueblo te respeta por el simple hecho de ser tú —mi padre es quien habla ahora, agarro una galleta y la muerdo con fuerza para evitar llorar. 

—Serás una increíble reina, tal y como eres, no tienes que tener ninguna máscara —mamá me incita a aceptar la propuesta sin dejar de tomar mi mano.

—Yo... —no logró articular palabra.

Pasan algunos minutos y de repente papá habla.

—Bueno, también debemos empezar a buscar pretendientes —el rey agrega.

—No me casaré, si seré reina seré yo sola la que gobierne todo, y...yo no quiero dar a luz a cuatro personas, no quiero, soy muy gallina, saben qué mejor busquen a otra persona —me arrepiento.

—Hija...

—No, ser reina conlleva tantas cosas, y yo no sé si podré hacerlas todas y aún así hacerlo debidamente.

—Parte de ser reina será crear tus propias leyes, mandar a tu gusto pero con justicia y solidaridad y compasión —papá no deja de incentivarme pero mi cabeza se ha cerrado. Volteo hacia la ventana del carruaje, aparto un poco la cortina, veo a las personas del pueblo, negocios, niños jugando con la nieve, algunas personas están charlando en fondas. Una sonrisa se plasma en mi rostro. Yo puedo hacer de este lugar mejor y que esas personas puedan seguir siendo así de felices. 

Vuelvo a mirar a mis padres.

—Vuestra majestad me ha impuesto una tarea y estaré dichosa de recibirla, aceptarla y cumplirla —doy un largo trago después de hablar. 

Mamá junta sus manos y sonríe. Papá me mira y da un asentimiento de cabeza para luego hablarle a la persona que conduce el carruaje, corre la pequeña ventana para verlo.

—¡Al palacio!

—Enseguida soberano. 

Cierra la ventanita. 

—Voy a planear una cena para los siete y así decirlo ante tus hermanos —comenta la reina emocionada.

—Alcíone algo que sí te voy a pedir es que pienses dos veces lo del matrimonio, ¿Cómo se supone que cumplirás la ley impuesta por Tueris?

—Ustedes concibieron a Bash al año de casados, yo ni siquiera he empezado mi reinado, luego nosotras nacimos dos años después y Henrik uno después. Pasaron 4 años para que terminaran de dar herederos, así que no me agobien por favor, a duras penas estoy procesando que seré reina.

—Estoy muy contenta hija —mamá se cruza de asiento y me abraza. Hace mucho no abrazaba a mamá y no importa la edad, los brazos de ella siempre serán mi lugar favorito—. Además hay que preparar el cumpleaños número 48 de el rey —se emociona.

—Padre, ya estás viejo.

Reímos y minutos después llegamos al palacio, la noche ya está por llegar lo que baja aún más la temperatura. Voy a mi habitación, me ducho y una de las asistentes me avisa que la reina me mandó a llamar para la cena. Me coloco una blusa blanca dejando mis hombros fuera, y una falda negra que llega hasta el piso. Me peino y coloco una diadema de flores sobre mi cabeza. Salgo y entro al comedor, doy una leve reverencia. 

«A mis padres les da igual pero lo hacemos para molestarlos»

—Dhan, ¿me ayudas? —le dice Maureen a nuestra hermana. Dhan sopla su cabello haciendo que esté quede completamente tieso, sin que ninguna hebra se escape. El calor que le llegó hace que su peinado se vea perfecto.

—Gracias —le agradece.

Empezamos a comer, charlamos un poco, y papá habla también con el vizconde Duane, quien nos acompaña hoy.

—Bien, chicos queremos decirles algo importante —avisa mi padre. Todos los miran y me empiezan a sudar las manos—. El reino ya tiene un heredero, ya tenemos quien ocupará nuestro puesto.

—¿Quién padre? —pregunta Henrik. 

—Alcíone. 

Todos quedan con la mandíbula en el piso. 

—¿Qué? —puedo notar un tono de desagrado en el tono de voz del Vizconde que nos acompaña.

—¿Le molesta señor Duane? 

—Disculpe su majestad, pero ella no ha cumplido los 21, no está en matrimonio y además es un error, desde que nació todo se ha ido cuesta abajo, no permito un mandato negligente ¿o acaso se olvida todo lo que pasó el año que nació y sigue pasando?

—No le permito que le diga "error" a mi hija, es más capaz que usted y le pido el favor que se vaya de mi mesa. 

 —Esto no lo aceptará el concejo.

—¿Me importa? Aquí las reglas las doy yo.

—Discúlpeme, pero usted y su esposa no han hecho más que traer herederos que empeoren al reino, primero una quinta niña que hizo irrespetar las leyes de Tueris, y un hijo después de concebir a las cuatrillizas, ¿conoce la vergüenza? —Henrik que está a mi lado toma mi mano apretándola, lo miro cerrando los ojos con suavidad y regalándole una pequeña sonrisa. Siempre nos hemos apoyado uno al otro.

—Desaparezca de mi vista antes de que llame a mis guardias —papá se molesta y suelta sus cubiertos.  

La cena se vuelve incómoda, luego de que el Vizconde se retira.

—Estoy muy feliz por ti hermana, felicidades —me habla Maureen.

—Gracias —murmuro.

—¿Y cuándo tomarás el trono? —pregunta Dhan amable.

—Lo tomará cuando cumpla los 21 —papá responde por mí. 



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En el texto hay: realeza, contenido +18, enemies to lovers

Editado: 14.03.2024

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