La Quinta Hija

Capítulo 3—Creo en mi

Ya me han dicho que soy buena para nada
Y que el aire que respiro está demás
 

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Antes de que empiecen a leer, sepan que todo esto es producto de mi imaginación, nunca he sido parte de un consejo real así que todo lo que verán aquí será pura fantasía. Ya sin más que decir, disfruten.

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Hoy es mi primera reunión con el consejo real. Estoy muy nerviosa, pero estos meses me he preparado mucho y me siento mucho más segura.

—Princesa, el concejo está completo, esperándola —me avisa Miranda.  

—Voy enseguida. 

Aliso mi traje, respiro hondo y salgo de la habitación. Camino firme hacia la sala, me paro en frente de la puerta, se abren y me encuentro con más de 12 hombres con la fija mirada en mí, camino hacia mi asiento, giro la cabeza por inercia y lo veo.

Un hombre joven está atento hacia mi cuerpo, su cabello rubio/castaño está perfectamente peinado hacia atrás, sus ojos azules emanan algo que no logro descifrar, pero sigo caminando sin seguir prestándole atención, ¿Porqué un hombre tan joven y guapo está en el concejo? Los señores de aquí no bajan de los 45 años. 

Me siento en medio de mis padres.

—Vuestras majestades, Giorgi Khione Cotí y su esposa Aulsoux Chatox de Khione, los duques, marqueses y condes presentes, están aquí para analizar su propuesta de la nueva heredera del trono —empieza a hablar el encargado—. Empecemos, con la ronda de preguntas y opiniones, Duque...

No presto atención a los nombres y poso la mirada en el hombre de ojos azules, el cual mira su libreta.

—Yo doy mi voto —escucho a uno de los participantes.

El encargado da un gancho en los nombres de la hoja que tiene. Viene el siguiente.

—Hay que ver que la princesa tiene muy buenas notas en la escuela del reino y ha hecho un gran trabajo comunitario, tiene mi voto.

—Que sea excelente en la escuela no significa que sea buena gobernando el reino —opina el rubio y posa su mirada en mí por unos segundos para luego ver al encargado.

—Necesitamos un perfecto reinado, igual que los demás —habla otra de las personas en el lugar.

—Lo más que ha hecho es ayudar al pueblo en labores que todos hemos hecho, ¿Qué cualidad tiene?

¿Me pueden insultar y decir lo que quieran de mí, y mis padres no pueden hacer nada? Cada vez más comentarios negativos.

—¿Qué nos probará que será buena reina?

—No tiene esposo.

—Es muy joven para concebir.

—Necesitará un hombre para gobernar.

Pero también hay buenos.

—Confío en la princesa, doy mi voto.

—Doy mi voto.

—Princesa —el hombre encargado de llama para hablar.

Sé que solo debo decir mi nombre, pero si seré reina, de ahora en adelante yo seré la que hablará.

—Quisiera empezar diciendo...—algunas personas dan una mueca de desagrado, lo que me hace arder la sangre. Me levanto, acomodo mi cabello y empiezo. 

—Soy real, no perfecta, —dirijo la frase a un marqués que no puede cerrar la boca. Elevo mi voz para que las personas en la sala me escuchen—. Soy la hija de Giorgi Khione y Aulsoux Chatox, así que olviden que necesito un marido que me ayude a liderar mi patria; yo lucho, más no ruego. Y es cierto, que tenga sobresalientes notas en la escuela no significa que seré la mejor en el trono, ser inteligente en la escuela no es lo mismo que ser inteligente en la vida, pero prometo dar hasta mi mayor esmero por no ser una reina negligente con su pueblo. Las mujeres no son complementadas por los hombres, las mujeres están completas en el momento en que llegan a este mundo, por eso puedo asegurar que puedo liderar este reino yo sola.

—No confío en usted, no vale...

Lo interrumpo.

—Nadie más que yo puede decir cuanto valgo.

Doy un gran respiro que hace levantar mi pecho.

—¿No piensa cumplir la ley de Tueris? —pregunta el hombre el cual no ha dejado de mirarme en todo el discurso.

«Estoy harta de que me repitan eso a cada nada»

—Tengo las misma pregunta que el Duque Syntox. 

Con que su apellido es Syntox.

—La cumpliré a su debido tiempo, quizás unos cinco años después que tome el trono. 

Eso pensaba yo.

La reunión está por terminar, el encarado cuenta los votos...

—Alcíone Khione Chatox —me levanto—. Futura reina de Crondiessel.

Me aguanto un grito de emoción. Las personas empiezan a salir, mis padres me quieren hablar pero yo solo puedo ver retirar al hombre de ojos azules.

+

La noche es oscura, pero desde chica me ha encantado dar paseos nocturnos. La nieve cae, libero mi mano del guante para tocar un copo de nieve cayendo. Ruidos me entretienen.

—Duque Syntox —lo llamo ya estando en los jardines.

—Princesa Alcíone —me sisea parándose frente a mí, mirándome fijamente.

—Me encantaría saber la razón por la cual dio una negativa ante el concejo.

—Era mi opinión, pero igual muchas felicidades, futura reina.

—Me he sentido algo intrigada, pues es usted bastante joven para pertenecer al concejo.

—La edad no mide tu inteligencia y la forma de tu mando, usted dijo algo parecido.

—Es cierto, mis disculpas señor. 

Ríe con los labios cerrados en una sonrisa arrogante.

—Y dígame usted princesa, ¿Cuántas vueltas al sol cree usted que tengo?

—Hm, quizás unos 23 o 25 —digo pensativa.

—Ha acertado princesa... Dejando a lado al tema, le recomiendo algo, no se mortifique, dejele el puesto a alguien más, que si pueda acatar todas las leyes.

Evito rodar los ojos.

—Que pase una buena noche señor Syntox —me volteo y me voy al interior del palacio para evitar discutir.

Me encuentro con mi hermano menor. 

—Alcíone, felicidades hermana.



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En el texto hay: realeza, contenido +18, enemies to lovers

Editado: 14.03.2024

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