La Quinta Hija

Capítulo 11—Sé que te duele

“Porque tu primer amor será como sangre en tu boca. Será como el mayor de los huracanes, aquel que habrá dejado su más grande huella en ti” Alguna vez leí esa frase en un libro. Mi primer amor se fue en picada; no obstante, dejó una gran huella, dejó un lazo que nos unirá para siempre.

Observo como las últimas nevadas de septiembre envuelven el exterior. Debería estar arreglandome para la fiesta de mi padre, no se cancelará pues no hay necesidad. Me levanto de la cama, decidida a no recibir más regaños pues si no bajo eso será lo que me ganaré. Toda la comida que ingiero se le van a el o los fetos, por lo tanto parezco un saco de piel y huesos, aunque gracias a el embarazo, mis senos no han bajado, es más, están creciendo. 

Me entallo un conjunto de falda, con una abertura que la hace elegante, el corsé de color blanco y la blusa de hombros fuera que me hace ver un poco más rellena. Dejo caer mi cabello para simular cachetes y salgo con la corona en mi cabeza. 

Veo a Sonia ordenando todo con una libreta en una mano, la abuela de mi hijo luce muy guapa esta noche. Se voltea mirándome con sus ojos oscuros, Alexander no se parece en nada a ella.

—¡Oh por todos los dioses, princesa! ¿Qué le pasó? —me pregunta suspirando.

—Nada, solo que no me he estado alimentando bien y tuve un bajón —me encojo de hombros.

—Me asusté mucho, pensé que le había pasado algo.

—No se preocupe Sonia, ¿cómo va todo?
—Los invitados están formando fila afuera para empezar la fiesta. Invitaron a muchos reinos.

—Que bueno, iré a mi puesto.

Asiente y me voy a la sala de fiestas. Tomo mi asiento en la mesa de la familia real, Bash a mi lado esperando que empiece todo.

—¿Cómo ha estado todo? ¿Algún antojo? Aprovecha cualquiera para que comas.

Sonrío apretando su mano.

—Estoy muy bien hermano, gracias.

Me regala un beso en la frente.

Converso con el resto de mis hermanos, mis padres entrarán en breve así que aprovecho para agarrar cualquier cantidad de snacks de la mesa de comida.

Me chupo el dedo cubierto de mermelada de piña cuando las trompetas suenan y ya todo está en su lugar, mis padres se sientan a lado de nosotros y el encargado da como empezado el acto.

Nombra a todas las familias y a estas los meseros los llevan a su mesa. 

—Ex comandante Elizabeth Khione Hunt, su esposo Fabray de Lasser y sus hijos Lady Vivian y Grisil Lasser.

Mi tía pasa a felicitar a su hermano. La noche se está volviendo aburrida, ha pasado una hora y media de presentaciones. Acerco el pedazo de brocheta de arroz a mi boca cuando…

—Se le da la bienvenida al infante y rey de Jamsflor Alexander Syntox y su prometida Emma Orastidel, princesa de Lowside y futura reina de Jamsflor.

¿¡Qué!? ¿Cómo que Rey? ¡Rey! ¿Qué carajos hace aquí?

Mi garganta se cierra, aprieto mi labio inferior con la imagen, Alex tiene su brazo envuelto en el de ella. La princesa sonríe luciendo su cabello rubio. Les indican la mesa y no puedo evitar seguirlos con la mirada. Bash aprieta mi mano bajo la mesa y respiro hondo. 

«No es justo» Contengo las ganas de levantarme e ir a gritarle que será padre, que estoy esperando su hijo. 

Empieza otro protocolo, la entrega de regalos y bendiciones al cumpleañero. Cuando es el turno de Jamsflor empiezo a temblar. Toda mi familia está de pie, y como orden de protocolo, tanto mis hermanos y yo debemos inclinarnos ante Alexander por ser rey. Pero soy la única que no se mueve cuando está al frente. 

Mi esmeralda choca con su cielo y el estómago se me comprime. 

«Que pesadilla» 

—Rey Alexander, es un gusto verlo de vuelta —le dice papá—si él supiera la clase de hombre que es—pasa a darle un apretón de manos. Su prometida va a su lado luciendo un espectacular vestido morado,que combina con su tez claro, sus curvas bien proporcionada, mis inseguridades salen a relucir con mis brazos, muslos y piernas delgadas como un hilo, y mi vientre creciente que se va notando tan solo un poco.  

—La princesa Alcíone, he escuchado mucho de usted, la número 5 —Emma se acerca con intención de tenderme la mano, el aroma de perfume entra en mis fosas nasales. «Por Ra, que olor más fuerte»

—¿Que se echó en el cabe…?

La pregunta queda en el aire cuando la arcada se apodera de mi garganta, tapo mi boca saliendo de la sala por el área de servicio para que nadie me vea. Corro hasta entrar a la habitación de Dhananjay que es la primera con la que me topo. Entro a su baño, descargando todo. Me arrodillo enfrente del excusado abrazandolo. 

Minutos después escucho el golpe de unos tacones. 

—Cariño ¿estás bien? —la reina de Crondiessel se arrodilla para recogerme el cabello. Niego, la cabeza ,me duele.

—No…, me quedaré en mi cuarto, no quiero arruinar la fiesta.

—No te puedo dejar sola—mamá toma una toalla para limpiar las comisuras de mi boca—, una sierva te acompañará mientras terminamos el acto y luego iré a dormir contigo ¿está bien?

Asiento.

—Gracias mami —me da un beso en la frente, me acomoda el cabello mientras yo me lavo los dientes con uno de los cepillos de repuesto de Dhan.

Ella se va al salón y yo me voy a mis aposentos.

Me ducho y me relajo con el agua caliente, relajo mis músculos y decido lavarme el cabello. La tina se llena de espuma, veo como se desliza en mis dedos. Las dudas me llenan mientras huelo una de las velas con olor a jazmín.

—No sabía que te gustaba el jazmín.

Esa voz. Esa voz es de Alex.

—¿Qué haces aquí? Salte de mi habitación.

La espuma cubre mi cuerpo, y él es osado en sentarse a lado de la tina. 

—¡Alex te acabo de decir que te vayas!

—¿Qué te pasa Alcíone?

—¿Qué me pasa de qué?

—Estás muy delgada, princesa, y estabas vomitando ¿De verdad no me extrañaste ni un poco?



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En el texto hay: realeza, contenido +18, enemies to lovers

Editado: 14.03.2024

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