La Quinta Hija

Capítulo 13— Love On The Brain (Parte 2)

Me pidió matrimonio. No fue una propuesta como tal, pero la pregunta está. Ya no sé como sentirme, debo aceptar que me sigue revolviendo el estómago cada vez que lo miro a los ojos, y que el “odio” que prometí tenerle después de haberme mentido, se ha vuelto cenizas. 

Y aunque mis hormonas llenas de amor hacia el padre de mis hijos revoloteen, debo pensar bien las cosas, en mis planes no estaba contarle del embarazo, porque el miedo fue más grande, y el hecho de tener que romper el compromiso de Alexander y Emma lleva a consecuencias más graves, me tacharan de amante de Alex y a mis hijos unos bastardos. 

En estos momentos me cuestiono hasta si fue buena idea hacerle caso a Ilesha y no decirle al rey de Jamsflor desde el principio.

Por otro lado estoy más que feliz de ser la madrina para la boda, adoro a mi hermano y es un honor completamente. Y también estará Alex que es el padrino. Por Ra, creo que debo hablar antes de ahogarme en lo que no he podido decir. Dejaré los miedos, me atreveré.

Mis pensamientos se disuelven cuando mis padres entran a la habitación.

—¿Lista? —inquiere mi madre—, la madrina siempre debe verse divina.

—Lo sé —contesto, modelando el vestido floral con mangas caídas, tiene un vuelo lindo, y me cubre lo suficiente del frío. 

—Vamos a tener que comprar más vestidos que disimulan la barriga —murmura papá—, mis nietos se están asomando cada vez más.

Sonrío, es cierto, no es mucha diferencia, pero si la hay. 

Las ganas de empezar a decir la verdad con mis papás se me pegan en la punta de la lengua, pero este momento es de mi hermano, cuando volvamos a casa entonces les diré.

Bajamos. Noviembre y su invierno nunca hacen que las actividades al aire libre se detengan.

Junto a mis padres, salimos del palacio, para llegar al jardín techado de la corte en donde se celebrará.

—¡Pero que guapa! —le doy una mirada de cuerpo completo a Caillech que se ve realmente divina con su atuendo gris. Nos enredamos los brazos y llegamos los cuatro. La decoración es sencilla pero hermosa, están usando el jardín más grande, junto al lago helado. Los futuros esposos se encuentran conversando con todos, y personas del pueblo han traído sus puestos para vender acá. Mi olfato capta el olor de algo frito y no dudo en buscarlo, pero cuando me volteo veo al rey de Jamsflor y a la princesa de Lowside entrar.

—Cai, Als, vamos a la mesa de la familia —Mau nos pide y nos dirigimos. Antes mi mamá pasa a saludar a los novios.

—Cariño, te ves muy atractivo —mamá lo adula.

—Gracias, su majestad —responde él, pasando la mano por la cintura de Kaela.

Mi padre les da un abrazo y nos vamos a la mesa. Es redonda con un lindo mantel, el piso es de un material térmico, para poder bailar, caminar y desenvolvernos sin que el frío atormente, el lugar tiene 4 salidas y paredes de vidrio, el techo tiene guirnaldas de flores lilas, rosas y amarillas. En la mesa de la familia, nos encontramos mamá, papá, Caillech, Henrik, Maureen, Ilesha, Dhananjay, dos tías de Kaela y los reyes de Handace. 

—Muchos familiares del linaje de Handace han podido venir, no puedo estar feliz por ello —comenta la reina mirando a sus hermanas. 

—Mientras más mejor, ¿acaso ese no és el dicho? —responde una de ellas, su peinado es muy peculiar, con flores y perlas, bastante llamativo 

Asienten. 

Las siervas me sirven una copa de vino y la dejo aparte tomando agua saborizada. 

—¿No tomas vino, querida? —La mujer del peinado raro me pregunta.

Abro la boca para responder pero lo hace mi papá.

—Alcíone estuvo mal del estómago hace unos días…

—Oh —se limita a responder llevándose la copa a los labios sin dejar de verme.

+

La fiesta se ambienta cuando llegan los músicos.Pero nos sentamos, cuando anuncian que es hora de servir la comida. Como mientras escucho las divertidas aventuras de papá y el rey en su adolescencia. 

—¿Recuerdas cuando robamos el camión de leche, Giorgi? —se ríe el rey Hughes.

—¡Oh, por favor, están mis hijas! —me echo a reír junto a los demás en la mesa.

Me levanto por un postre. Tomo un bizcocho mojado, camino con él mientras me como primero la cereza.

—Princesa Alcíone —me detengo y ruedo los ojos al reconocer la voz. Emma se encuentra pegada a Alex—, es un gusto volverla a ver.

—El gusto es mío, princesa.

—No sabía que le gustaban los postres.

«¿Y a ti que?»

—Los adoro —me limito a contestar.

—Debo felicitarla, me dijo mi prometido que serán los padrinos.

—Gracias, para mí es un honor; ver a mi hermano y a la amiga del rey ser tan felices me llena de contento.

—Fue una propuesta fortuita —contesta Alex.

—Concuerdo, pero igual es placentera.

Emma se voltea al escuchar su nombre.

—¡Andrea, que gusto verte! —exclama emocionada y se retira.

Alex se me acerca.

—¿Cómo estás? —me pregunta con tono seductor.

«Malditos ojos azules»

—Bien… —le sonrío.

—Rey Alexander —la hermana de la reina con peinado raro se acerca a darle un besote en la mejilla a Alex,—¿cómo estás mi niño? ¡Que gigante, que guapo que todo!

—Tía Sanem. 

Le da un beso en la frente.

—¿Ya ha tenido el gusto de conocer a la hermana de la reina Surya, princesa?

—Por supuesto, estamos en la misma mesa.

Ella asiente sin dejar de abrazar a Alex. 

—¿Se conocen desde hace mucho? —me tomo la libertad de preguntar. 

—Claro, Alex venía mucho, es como otro sobrino para mí. De chiquito era toda una bala, corría para todos lados, siempre quería opinar, y siempre tuvo ese instinto de poder. Uno de mis mayores temores era que su talento se fuera a perder. Pero los dioses son justos. Y me regalaron esta felicidad.

Sonrío

—Entonces el rey era revoltoso de chico.



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En el texto hay: realeza, contenido +18, enemies to lovers

Editado: 14.03.2024

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