La Quinta Hija

Capítulo 23. Parte 1—Only Love Can Hurt Like This.

Say I wouldn't care if you walked away

But every time you're there, I'm begging you to stay

When you come close, I just tremble

And every time, every time you go

It's like a knife that cuts right through my soul

Un estruendo suena y siento como alguien me empieza a mover. Abro los ojos aturdida.

—¡Alcíone! —La voz del rey suena fuerte y preocupada.

Alex me mueve alarmado, los estruendos no se detienen y mi primera acción es correr hacia la habitación de mis hijos. Apenas me levanto la puerta de mi cuarto se abre dando paso a Henrik.

—¡Vámonos, ya!  —grita alarmado, tiene las botas sin amarrar, el pantalón de pijama y una camisa con apenas tres botones amarrados. Alexander se empieza a vestir.

—¿Qué estás esperando, Als? —me pregunta mi hermano.

No entiendo nada.

—¿De qué están hablando? ¿Quién nos ataca? ¿Por qué? Crondiessel no está en guerra.

Alex no me mira y Henrik se calla.

—¡Habla Henrik!

«Que carajos está pasando»

—Als, no tenemos tiempo ahora, te lo explicaremos más tarde…

—Henrik, te lo estoy ordenando como tu reina —el rostro se vuelve enojado.

Resopla y se ríe sarcásticamente.

—Que te lo explique tu novio, en sí, él fue quien no quiso decirte nada —se va al cuarto de los bebés.

Afuera hay mucho bullicio y me giro a Alex que está sacando maletas del armario. Lo busco con los ojos y suspiro.

—¡Ya dime qué está pasando, Alexander!

Me ignora siguiendo con la tarea, pero no lo dejo.

—¿Qué me estás ocultando? —pongo todas mis fuerzas en agarrarlo de los hombros y se queda quieto.

—Desde hace un mes están atacando a Jamsflor y hace unas semanas se apoderaron del nawah.

Los ojos se me quieren salir y no puedo creer que nadie me haya dicho nada.

—¿Y crees que lo mejor era no decirme nada?

—No quería preocuparte.

—Claro, porque despertarme en medio de bombas con mis hijos dormidos a un lado, no es una preocupación…

Se larga a la otra habitación dejándome con la palabra en la boca. Trato de calmarme, pelear con él en este momento no me sirve. Me cambio a un pantalón, abrigo largo y botas.

Mi hermano y el rey de Jamsflor visten a los niños algo más abrigados y me pongo a guardar todo en las maletas: Ropa, pañales, toallitas, cremas, dinero, medicamentos y todo lo que necesitan. 

Tomo el fular y lo acomodo de tal manera que pueda cargar a dos, Alex y Henrik hacen lo mismo. Yo me llevo a Blaise y Dylan, Alex a Éter y Ila y Henrik a Wyndham. En la espalda llevo la maleta de los bebés y me aseguro que Blaise y Éter estén bien antes de partir.

—Los demás nos están esperando en el parqueadero de carruajes.

Bajamos por las escaleras y llegamos allá. Este lugar está lleno de magia, ya que fue hecho específicamente para situaciones como estas, los carruajes están llenos de poder y magia, son inteligentes y no se usan comúnmente. 

Sebastián, mamá, papá, Caillech, Maureen, Dhananjay y Ilesha están esperando.

Miro a mamá y trata de hablar.

—Cariño, te lo íbamos a decir…  —Tiene los ojos rojos.

—No quiero hablar de eso ahora —la interrumpo—, lo importante es estar a salvo.

—Hay que irnos ya, no tardarán en entrar al palacio —avisa Bash, debe estar preocupado por Kaela.  

Y mi mente recuerda algo.

—¿Los habitantes de Crondiessel centro? —pregunto con un hilo en la garganta.

—Fueron llevados a otras partes…pero no pudimos terminar —dice Maureen.

—¿Cómo así? —inquiero nuevamente mientras le pido a mi madre que meta a los bebés en el carruaje. Mamá me quita a los bebés que tengo en el pecho igual que los de Alex, para meterlos con ella y Henrik al carruaje. 

—Nos quedaron casi 200 habitantes sin trasladar.

—¿200 habitantes? —me exalto.

—¿Podemos hablar de esto en el carruaje! —grita Sebastian y asentimos. Pero veo que alguien no se mueve.

—¿Papá, no vienes? —le pregunto mientras subo las escaleras del transporte, bajo para estar frente a él.

—Sebastian irá a Crondiessel Norte, igual que tus hermanas, para poder organizara a la gente de allá, pero yo me debo quedar con mi general de guerra y tratar de buscar sobrevivientes. Alexander se irá a su reino y tú, tu madre y Henrik se irán a Undit, a la cabaña junto a mis nietos.

—Pero papá… —los ojos se humedecen pero me muerdo la lengua y no dejo que las lágrimas caigan—. Si te quedas te van a asesinar.

—Ya no soy el rey, pero ellos aún no lo saben, prefiero que la verdadera reina esté segura, hija.

Mis hermanas se quedan junto a mí. Las palabras de mi padre hacen eco, yo soy la reina de Crondiessel. Me pongo a lado de él, el resto de personas expectantes a mis movimientos, menos mamá y Henrik que sigue adentro.

—Me quedo con papá.

—Alcíone, deja la estupidez y sube al carruaje —Alex articula hastiado.

Niego.

Todo me cuadra, el evento que tuve antes del parto no fue casualidad.

—Tú irás a Jamsflor para defender a tu reino, yo haré lo mismo.

Me mira como si estuviera loca y mis hermanas se miran entre ellas. Papá no dice nada.

—¿Qué hay de ellos? ¿Qué hay de los cinco? —Alex se altera.

—Estarán seguros, Alex. Las cosas ahora tienen sentido, yo tengo una conexión con el nawah, si lo hieren a él me hieren a mí, y para poder adueñarse del nawah me tienen que matar primero…no puedo ponerlos en riesgo.

Niega.

Todos nos quedamos en pausa cuando escuchamos como arriba personas corriendo se sienten, maderas rompiéndose, y gritos.

—Hay que irnos —Maureen termina de subir una maleta.



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En el texto hay: realeza, contenido +18, enemies to lovers

Editado: 14.03.2024

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