La Radio

Prólogo

-Ayudame.

Yoral desperto asustado, pues tuvo aquella pesadilla otra vez. Siempre estaba presente en sus sueños y era algo logico, ya que sus padres desaparecieron misteriosamente.

El sentía que le querían decir algo pero su tío lo bajaba de esa nube.

-Tus padres estan muertos y no van a volver.

Eso siempre lo hacía llorar y aún asi su tío se lo recordaba. Pero tecnicamente no estaban muertos, solo desaparecidos hace años. Claro que a esa altura ya pensaban lo peor pero Yoral tenia la esperanza de encontrarlos aunque haya dejado de buscarlos, algo ironico, pues el solo esperaba que aparecieran de repente.

Sabía que desaparecieron en aquel caso pero eso era lo de menos, en fin, solo era un simple caso. No tendria nada que ver con su perdida o eso era lo que pensaba.

-Yoral! Ven aquí.- llamó su tío desde la cocina.

-Que quieres!.- respondio con cierto desden

La relación que tenia con su tío no era la mejor que existía, habia momentos en los que no podían estar frente a frente, y para su suerte, su tía tampoco le expresaba cariño aunque él sabia que ella lo queria, solo que no podía expresarlo.

-Ve a buscar mi reloj, estoy seguro de que esta en la llanura.

-Lo hare pero luego me dejas en paz.

Estuvo un par de horas buscando pero nada hasta que su perro empezo a ladrar.

-Quítate de ahi Rom.- le dijo.

Rom era un perro salchicha de un curioso color marrón claro.

El perro se alejo del lugar y el joven pudo observar una pequeña radio que se podría decir "antigua".Tenia una perilla mediana al lado del parlante y tres pequeños botones debajo.

-Esto no es lo que buscaba pero ya da igual, nunca encontraré ese viejo reloj -dijo mientras metia la radio a su morral y regresaba a su casa-

-En el camino encontro el reloj, algo gracioso es que estaba practicamente en la puerta de la casa.

-Donde te metiste muchacho -le grito su tío que le esperaba en el marco de la vieja Casa Roland-

-Buscaba tu sucio reloj -respondio dándole el reloj-

-Cuidado como me hablas niño; por si no lo recuerdas yo soy el que te alimenta.

-Dejalo en paz Carl, ya tiene tu reloj-pronuncio la esposa de este-

Luego de atar a Rom, se dirigió a su habitación para investigar la radio que encontró.

Primero la enchufo en el tomacorriente que tenia al lado del escritorio; de repente esta, empezó a botar humo por el parlante lo que lo obligo a desconectarla de imediato y posteriormente a abrirla.

Cuando consiguió un destornillador, empezo a desarmarla. Lo que habia dentro era lo que se podia encontrar en una radio; una placa de circuitos conectada a la perilla y a los botones, ademas de eso, un parlante.

Yoral que habia tenido unos cursos de electrónica, se dio cuenta que el condensador soldado a la placa, había reventado, y de ahi el motivo de que la radio humeara.



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En el texto hay: aventura, suspenso, realidades

Editado: 05.11.2020

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