Viernes, 14 de noviembre de 2017.
Luego de que los chicos hubieran pasado el almuerzo junto aquel lunes, esto se había repetido al día siguiente y, al siguiente y, al siguiente y, al siguiente hasta hoy viernes. Así que, mientras que Hoseok conversaba con Yoongi sobre un verso rap que al primero aún le parecía un poco difícil, Suran veía a lo lejos a Jimin actuando tímido y eso realmente le pareció sumamente extraño, más aún cuando observó a quién trataba de acercarse.
Jungkook estaba tratando de tomar una bandeja en donde pondría su comida, pues Taehyung lo había dejado ahí al tener que regresar al aula por su cuaderno que había olvidado.
— Jungkook, ¿quieres ayuda? — Cuestiona Jimin con un poco de nerviosismo al temer el rechazo del menor quien, al haber escuchado esa voz, se sorprendió un poco al saber que Jimin quería ayudarle.
— Uh, no hace falta, Tae no ha de tardar en llegar.
— Pero fue hasta su salón, además vamos para el mismo lugar así que está bien. — Sin esperar una respuesta del chico, tomó dos bandejas ya que también tomaría comida para él y las dejó en la barra, frente donde estaban las barras de comida. — ¿Qué comida vas a llevar?
— Uhm, es que no sé qué hicieron hoy pero huelo algo así como...— Se inclina hacia la barra, tratando de olfatear aquel platillo y sus ojos se abren de pronto. —...costillas...— Fue lo que respondieron, tanto Jimin como Jungkook, ambos con una sonrisa.
— ¿Te gustan?
— Son mi comida favorita.
— No juegues. — Responde Jimin, tomando una porción para ambos así como su respectiva porción de arroz. — Es mi comida favorita también, es que son deliciosas.
Jungkook asiente con una sonrisa, caminando con pasos cortos al tratar de seguir a Jimin.
— Te puse arroz también, ¿qué más quieres?
— Uhm, un poco de verduras y, si hay papas, un poco de eso. — Toca su barbilla, pensativo. — Si hay fresas quiero unas cuantas, también bollitos y algunos pastelitos de arroz. — Asiente para sí mismo, satisfecho con su elección, sin embargo, Jimin estaba que no se la creía pues no dejaba de preguntarse en donde era que Jungkook metía tanta comida si era tan delgado que cualquier ráfaga de aire podría moverlo.
— ¿Siempre comes todo eso? — El mayor de ambos, colocaba comida para él en su bandeja y unos segundos después se encontró tomando ambas bandejas, ya listo para empezar a caminar a la mesa que compartían.
— No, suelo comer más que eso. — Responde, acompañado de una pequeña risa. — Taehyung me preguntó lo mismo la primera vez que me acompañó por comida, es que creo que soy algo delgado para comer tanto. — Rasca su barbilla, tratando de imaginarse su estado físico.
Jimin emitió una suave risa, tras escucharlo. —Bien, es que no pareces de la persona que almacene mucho de lo que come en su cuerpo.
— Sí me lo han dicho. — Confiesa ligeramente avergonzado, aunque se llevó tremendo susto cuando sintió que chocaba contra el cuerpo de alguien. —Lo siento. — Respondió avergonzado, haciendo una pequeña reverencia.
— Tranquilo, soy yo. — Responde Jimin con una pequeña sonrisa. —Toma mi chaqueta y guíate de ahí.
La mano de Jungkook se estiró lentamente hasta sentir que tocaba la tela de la ropa adversa, para así tomarla y, seguir el paso del de cabellos castaños. Fue este último quien no notó la mirada asombrada que les daban los demás, unos con la boca casi llegando al suelo y, otros, con los ojos más abiertos de lo normal, como los que esperaban por ellos en la mesa y Taehyung quien, ya casi estaba por servir su almuerzo.
Vaya sorpresas que da la vida. Pensó el pelirrojo.
— Ya llegamos, Kook. — murmura Jimin, dejando ambas charolas en la mesa, sintiendo como el mencionado le soltaba rápidamente. El mayor volteó hacia sus compañeros, sonriendo como si nada extraño hubiera pasado antes. — ¿Por qué parece que vieron algo fascinante?
Jungkook se había sentado junto a Suran, quien le había ayudado a tomar asiento.
— ¿Y todavía preguntas? — Murmura Yoongi, casi en un tono de indignante. — Tú, ayudando a Jungkook a servirse el almuerzo, eso pasó.
— ¿Y eso qué?
— Hombre, hace un tiempo casi lo matas y ahorita le sirves de comer, ¿y preguntas qué pasa? — Jimin le dedica una mirada extraña, una entre molesta y herida por el comentario de su amigo.