A la mañana siguiente, Jimin se removió en la cama, estirando su cuerpo con los brazos hacia arriba. Abrió sus ojos con pereza y bostezó ligeramente, buscó en el mueble de noche su celular pero, no fue hasta que sintió algo pesado recostarse en su abdomen, que recordó la noche anterior.
Mamá. Parque. Jungkook. Casa Jeon. Cirugía.
— ¡Jungkook, tu cirugía! — Gritó Jimin, levantándose de golpe. Changsu, que se había levantado asustado por el grito de Park, volvió a echarse a la cama. Seokjin había entrado a la habitación segundos antes de que Park se sobresaltara, así que quedó algo aturdido unos segundos, hasta que después sonrió y, respondió.
— Jungkook se fue con mamá y papá, yo me quedé por si se te ofrecía algo.
— Oh. — Rascó su nuca, sintiéndose sumamente avergonzado por ser visto con su look matutino. — M-me iré de inmediato. — Murmura, levantándose rápidamente de la cama.
— Oye, Jimin, no te estoy corriendo. — Al mayor de ambos se le escapa una suave carcajada al ver al "temerario Park", luciendo tan vulnerable. — Hice desayuno, puedes bajar a comer, si quieres.
— Uh, sí, gracias, iré a cambiarme primero.
Tratando de procesar todo en su mente, ingresó al baño en donde encontró su ropa perfectamente arreglada y con un delicioso aroma a frutos rojos. Jungkook. Fue lo primero que vino a su mente tras oler su ropa, pues es la misma fragancia a la que huele siempre el menor. Sonrió ligeramente, oliendo su ropa un poco más. Después, se dio una ducha rápida y, tras arreglar la cama, bajó a la cocina, con pasos lentos e inseguros.
— No puedo creer que Yugyeom no llegara a su cita, voy a matarlo.
— Lo que yo no podía creer es que Jimin hubiera acompañado a Kookie y le prestó su chaqueta, ¡incluso le dijo que lucía bonito! — Exclama Jin, terminando de servir jugo de naranja.
Jimin, quien se había detenido al pie de la cocina, tosió un poco para hacerle saber a los otros dos que ya estaba ahí.
— Adelante, Jimin, justo estaba hablando de ti. — Responde Jin, señalando el asiento frente a él, en el comedor.
El menor asintió y, tomando asiento en el lugar señalado, sonrió un poco tímido por la mirada que le daba Namjoon.
— Y... ¿a qué hora se fue Jungkook?
— Salieron a las 6:30 a.m., ahorita probablemente ya lo estén preparando. — Jimin observó la hora en su celular, eran las 9:06 a.m., se preguntaba si Kook estaba nervioso.
— ¿Cuánto durará?
— Estiman que alrededor de 8 horas, es algo complicado.
— ¿Taehyung irá? — pregunta el menor, curioso. Si Tae iba, probablemente Hoseok también y eso podría ser un motivo suficiente para ir.
— Sí, de hecho ya debe estar allá. — Jin observó cómo Jimin parecía estar meditando sobre algo, fue Namjoon quien tocó su mano, hablándole en murmuros.
Namjoon era consciente de que las personas podían cambiar, había observado a Jimin y su cambio de actitud respecto a Jungkook. Pero también había observado como este admiraba a Jeon sin darse cuenta, la forma en que parecía grabar cada detalle de su cuñado le daba una idea sobre el posible sentimiento de Park por Jungkook. Lo había platicado con su pareja, pero este aún tenía cierto rencor por el pasado, aunque estaba tratando de dejarlo atrás, como su hermano le había pedido.
— ¿Quieres ir con nosotros? — Cuestionó Nam, dando un sorbo a su jugo después. — Vamos para allá, de todas formas.
Jimin levantó la vista, dirigiendo ésta a Jin de inmediato, a modo de pregunta.
— Sólo te voy a preguntar esto una vez, así que respóndeme la verdad. — Murmura Jin, haciendo su plato a un lado para, después, colocar ambas manos sobre la mesa. Mantuvo una mirada fija y seria sobre el rubio. — ¿Con qué intenciones te estás acercando a mi hermano?
— Creo... creo que está de más decir que me equivoqué antes con Jungkook y es algo de lo que siempre voy a estar arrepentido. — Respondió Jimin, manteniendo cabeza abajo por unos segundos. — Pero realmente estoy intentando retomar las riendas de mi camino, empezar desde cero... y no esperaba que Jungkook me diera la oportunidad de acercarme a él, lo hizo y...— Suspiró, dejando sus codos sobre la mesa para después dejar caer su cabeza contra las palmas de sus manos. Seokjin le observó con curiosidad. — Mi pecho se siente cálido cuando él me sonríe, cuando se comporta amable conmigo... no sé qué clase de sentimiento sea, me he preguntado ¿puede que me guste?, él es hermoso, por Dios. — Su voz comenzaba a salir frustrada, sinceramente los mayores lo estaban disfrutando un poco, sólo un poco. — Es hermoso y yo soy un idiota, es claro que jamás tendría una oportunidad con él, pero no he podido evitar que esta clase de sentimiento siga creciendo en mí cada que lo veo, cuando lo escucho... y cuando me da la mano, ah, es estúpido pero siento como si fuera una clase de corriente que me provoca algo así como un choque eléctrico y mis pelitos del brazo se crispan, como le pasa a Peter cada que hay una situación de peligro, pero lo que yo siento no es peligroso, ¿o sí?