Luego de que la enfermera les notificara que Jungkook ya se encontraba en su habitación, todos los amigos del chico se reunieron para discutir quiénes deberían pasar antes, aunque no tardó todo en volverse un alboroto cuando Seokjin exigía ser el primero en entrar junto a sus padres. Todos soltaban sus propios argumentos y no fue hasta que Monryan les llamó la atención, que guardaron silencio y adoptaron una postura de cachorros regañados.
— Chicos, chicos, ¿en serio piensan seguir discutiendo así? Todos podrán pasar a verlo, y si su punto es quién será el primero, entonces no se preocupen porque seré yo quien vea a mi hijo primero, es por derecho de antigüedad. — los menores le observaron sin saber qué decir para tirar ese argumento, la mujer rió debido a eso. — Ahora, podemos jugar algo tan simple como piedra, papel o tijera para decidir el orden.
Hanbin rió divertido por la situación, su hijo aún permanecía a su lado, observando la situación también con gracia. Todos se acomodaron para jugar, incluso el señor Jeon, aunque éste sólo lo hacía por divertirse con los amigos de su hijo. Ya iban a empezar la primera ronda justo pero fue Jin quien los detuvo, dirigiendo su vista al rubio que los observaba de un lado.
— Jimin-ah, ¿no vas a jugar? — el chico se señala a sí mismo, recibiendo un asentimiento por parte del mayor, incluso su padre le impulsa para que participe en ello.
— Uh, está bien. — se hace espacio ente Yoongi y Hoseok, todos colocándose en posición en espera del conteo por parte de la señora Jeon.
Los primeros en salir son NamJoon y Suran, quienes escogieron tijeras, mientras que los otros siete participantes estaban divididos en piedra y papel. En la segunda ronda salió Taehyung junto a Yoongi, quienes fueron los únicos en colocar piedra y, en la tercera ronda fue eliminada Lisa y Woobin. Todos estaban nerviosos, como si el juego se tratara de los mismísimos Juegos Olímpicos, la concentración era máxima y todos contenían sus respiraciones, observando atentos el resultado de Jimin, Jin y Hoseok: fueron papel, tijera y piedra, respectivamente; ante un empate, todos rieron debido a la ironía de eso, pidiendo una ronda más. En ésta, Hoseok perdió al poner tijeras mientras que Jin y Jimin colocaron piedra; ahora sí era la ronda final, todos estaban emocionados y los competidores estaban mostrando su lado competitivo; el resto de las personas en la sala les miraba con atención y llenas de curiosidad ante las exclamaciones de derrota y otras de victoria, así como las risas que dejaban salir.
— Piedra, papel ¡o tijera! — todo pasó en cámara lenta, la forma en que ambos estiraban su mano hacia el frente e incluso cuando SeokJin trató de hacer trampa al cambiar la posición de sus dedos rápidamente, dando la impresión de que se había formado una clase de nudo con sus dígitos; el ganador era indiscutiblemente Jimin, quien soltó un grito de alegría y alzó los brazos como si acaba de ganar la lotería, por su parte, Jin tenía abajo los hombros, luciendo completamente abatido.
— Muy bien, entonces ya tenemos el ganador del segundo lugar, ¡es Jimin! — Monryan aplaudió y el chico hizo una reverencia a todos; su padre reía al ver que se sentía en confianza e incluso seguía el juego de los demás.
El orden quedó así: Monryan en primer lugar, Jimin en segundo, Jin en tercero, Hoseok en cuarto, Lisa y Woobin en quinto, Taehyung y Yoongi en sexto y, por último, Namjoon y Suran.
— Ahora iré a ver a Jungkook, esperen pacientemente. — responde sonriendo la mayor, deteniendo sus pasos al ver que su esposo iba a su lado. — Cariño, aún no es tu turno de pasar.
— Waa, ¿en serio me harás esto? — el hombre colocó una mano en su pecho, observando a su esposa con ojitos del gato con botas pero ella ni se inmutó y sólo respondió "Sí", provocando que los demás rieran. — Eso en injusto.
— La vida es injusta mi amor — le dio un toquecito a la barbilla del hombre después sonrió. — ahora espera junto a Lisa, no tardo.
Y sin poder decir más, el hombre se dejó caer en el sofá, resignado y cruzándose de brazos, tal como un niño luego de que no le compraran su juguete favorito. Vaya familia, pensó la enfermera que los observaba desde la recepción.
Cuando Monryan entró a la habitación de su hijo, lo primero en hacer fue sentarse en la orilla de la cama y tomar la diestra del menor entre las suyas, acariciando esta mientras las lágrimas comenzaban a acumularse en sus cansados orbes. Verlo en esa cama y con la mitad de su rostro vendado sólo significaba que su pequeño hijo estaba a nada de poder ver lo que pasaba a su alrededor, de apreciar aquellas cosas de las que sólo tiene recuerdos lejanos de su yo de cinco años. Se preguntaba cuál podría ser su reacción al ver lo crecido que estaba su primo o lo que ella misma había envejecido, se preguntaba cuan triste se sentiría al ver la última foto de sus padres junto a él.