Los primeros rayos de sol se colaban a través de la ventana en la habitación de Jungkook, estos golpeaban el rostro del chico con suavidad, iluminándolo como si de un ángel se tratase. Changsu se removió en su lugar cuando la alarma comenzó a sonar, indicando que ya eran exactamente las ocho de la mañana.
— Es hora de levantarse, Changsu-ah. — Jungkook bostezó, sintiéndose un poco soñoliento aún. Su mascota gruñó con los dientes, dejando en claro que en sus planes no estaba levantarse aún. — Pequeño perezoso. — Murmuró, acariciando su cabeza antes de ponerse de pie.
Acomodó su cama y dejó a Changsu que siguiera dormido mientras él caminaba hacia su armario, abriéndolo por primera vez desde que había recuperado la vista. Su mirada se volvió confusa al ver dos tipos de ropa, los cuales estaban separados entre ellos; del lado izquierdo había outfits similares entre ellos, con pantalones y algunas camisas de cuadros que sólo variaban en color, mientras que del lado derecho se encontraban otros con colores diferentes y más joviales. Recordó entonces cuando su hermano le había vestido con ropa que él mismo le había comprado como obsequio, también recordó cuando llegó su madre y el mayor le mencionó algo acerca de que la ropa que le compraba su madre era un poco anticuada.
— Creo que necesitaré ir de compras. — Murmuró con un pequeño mohín en sus labios, cerrando su clóset y dirigirse al obsequio que había recibido por parte de Jimin la noche anterior. — Creo que ya sé lo que usaré.
Sonriendo, acomodó su ropa sobre la cama y acomodó el par de zapatillas que había recibido de Hoseok. Al ya haber decidido lo que usaría para su cita con Jimin, fue a lavar su boca y después bajó a la cocina para tomar el desayuno, después se dedicaría sólo a arreglarse para su cita. Esta vez, todo debía de salir perfecto.
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El reloj marcaba las siete horas con treinta minutos cuando Jimin estaba terminando de ejercitar sus músculos pues sólo pensaba "debo verme completamente bien para Jungkookie" y, eso por supuesto, abarcaba el hecho de verse fuerte y firme. Aunque era algo absurdo, tomando en cuenta que el rubio estaba completamente en forma debido a las clases de danza.
Después de reposar unos minutos, mientras acomodaba su ropa sobre la cama para su cita, decidió tomar su móvil y enviarle un mensaje a Jungkook, recordándole sobre su encuentro de más tarde para que no lo olvidase.
🗨 KKT 🗨
Chats 💬
Jungkookie 💫
Buen día, Jungkookie
Espero que no se te olvide nuestra cita, en unas horas pasaré por ti
Y, aunque pensó que el menor de seguro seguía durmiendo, sonrió feliz al saber que no era el único que había despertado temprano para estar a tiempo esa tarde.
🗨 KKT 🗨
Chats 💬 1
Jungkookie 💫
Buen día, hyung
No se me ha olvidado, de hecho desperté hace un rato para evitar contratiempos
Estoy emocionado y nervioso
No debes estarlo
Porque me pondré aún más nervioso también
Sólo debes ser tú mismo, ir como te sientas cómodo y ser sincero
Tú debes ser igual, hyung
Si ya nos gustamos así, no debemos cambiar
Tienes razón
¡Gracias, Kookie!
💕
No agradezcas, hyung
Ahora debo ir a terminar unas cosas, ¡nos vemos más tarde!
💕
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El tiempo había pasado demasiado lento para ambos y es que la emoción y nervios que sentían debido a su próximo encuentro sólo les jugo en contra al provocar que ambos estuvieran pendientes de la hora, luego de haber terminado de arreglarse.
Ahora que por fin el reloj marcaba las doce del mediodía, Jimin se encontraba frente a la casa de los Jeon, sintiendo todo su cuerpo de la gelatina; a pasos lentos logró acercarse hasta la puerta y tocar el timbre, siendo recibido por Monryan.
— ¡Jimin! — La mujer le rodeó en un cálido abrazo de recibimiento, invitándole a entrar después. — Pasa, Jungkook no veía la hora de que llegaras.
— ¿De verdad? — Cuestionó curioso, sonriendo alegremente por aquel dato.
— Sí, de hecho no ha dejado de ver el reloj desde que despertó y ha andado como loco.
— ¿Ya estás delatando a tu hijo? — Preguntó Woobin, saliendo de la cocina sosteniendo un vaso con jugo de naranja. Saludó a Jimin, dándole una palmadita en la espalda y siguió su camino hasta la sala de estar.