La rebelión de Elariron

Cap 5

Lyra

No puedo creer lo que me está diciendo Caelum, no solo sobre lo de que se corrompiera parte de mi flujo de magia como efecto secundario de nuestra misión del otro día si no por todo lo que ha hecho mi querido padre en tan solo dos días que estoy aquí metida. Es increíble que haya intentado declararle la guerra a un guardián de un territorio ajeno al suyo, ¿no se da cuenta de que podría haber generado la segunda gran caída del reino?, de verdad no creo que sea tan increíblemente gilipollas como para hacerlo sin consecuencias.

Salgo de la cueva y como me ha dicho el guardián del viento mi padre está fuera de la cueva y cuando estoy saliendo me doy cuenta de que la rabia de mi interior va creciendo a medida que me voy acercando hacia él.

-Hija, menos mala que estás bien, ¿qué te hizo ese desgraciado de viento?.- miro incrédula al ser más imbécil del planeta y me replanteo si realmente soy tan imbécil como él.

-¡COMO SE TE OCURRE IR AL TERRITORIO DE UN GUARDIÁN Y ACUSARLO DE HABERLE HECHO DAÑO A OTRO, ES QUE QUIERES CAUSAR OTRA GUERRA ENTRE CLANES MENDRUGO!.-puede que no debiera gritarle en medio de todo el mundo, pero estoy tan cabreada por lo que acaba de soltar y lo que me ha conformado después de escucharlo que no me puedo callar.

-Él fue el que te trajo a la fuente y cuando me dijeron que habías despertado pero que no te movías pensé que él te había hecho algo.- dice con voz apenada que hace que me sienta mal por haberle gritado.

-En vez de ir a culpar a la gente y más a un guardián tendrías que haberle pedido ayuda.-digo ahora más relajada haya que sé que mi pronto ha sido excesivo y no tendría que haberlo hecho sin pensar.

-Lo siento, sé que lo he hecho mal, pero en ese momento no pensé solo estaba enfadado y preocupado y no pensé en las consecuencias que eso podría haber causado.- se me parte el alma, pero tiene que entender que podría haber sido catastrófico lo que hizo.

Aunque sé que en verdad no me puedo quejar ya que yo tengo el mismo temperamento que mi padre y se ha podido comprobar sé que en este mundo por mucho que tu temperamento sea fuerte siempre hay que pensar las cosas antes de hacerlas porque pueden traer consecuencias de las cuales te puedes arrepentir sin lugar a duda.

No sé si gracias a los elfos antiguos o a que ser, pero Caelum perdona la burrada que hizo mi padre y eso no pasa a más cosa que he de decir que me quita el nudo en el estómago que no sabía que tenía hasta ahora. Después de todo este ajetreo me doy cuenta de que llevo dos días descuidando los flujos de energía y voy a comprobarlos antes de irme a mi casa a dormir porque creo que no he estado tan agotada en la vida.

Cuando me aseguro de que los flujos de magia de mi clan están a salvo y bien estabilizados me dirijo hacia mi hogar ulcerativa hogar para, o bien darme una ducha y dormir, o bien tirarme directamente a la cama que parece que hace décadas que no toco.

Como bien sabía mientras pensaba las opciones en vano opto sin dudar por la segunda y me tiro de lleno a la cama que se convierte en auténtica gloria y me dejo caer en los brazos de Morfeo antes de que me pueda dar cuenta.

No sé cuánto tiempo estoy durmiendo, pero cuando me despierto es de día por lo que me levanto de la cama, ventilo la habitación y me dirijo al baño para darme la ducha que no me di antes de dormir, cuando ya he salido me peino y me visto para bajar a desayunar y me encuentro a mis padres en la cocina haciendo el desayuno.

-Buenos días cielo, ¿cómo estás?.- pregunta mi madre con esa voz dulce que la caracteriza y que me hace preguntarme si es verdaderamente del clan del fuego.

-Buenos días, estoy bien, ¿cuánto tiempo llevo durmiendo?.- digo ya que no sé ni que día es.

-Llevas durmiendo diecisiete horas cariño, estamos a cuarto día de la semana.- me impresiona que haya pasado tanto tiempo, pero me alegro de que siga viviendo en la misma semana en la que empecé.

Después de haber un poco con ellos y ponernos al día lo máximo que se me permite contarles, me preparo y me dijo hacia los flujos de magia, esta vez no están normales y percibo algo que no sé muy bien que es, decido que es mejor llamar al sabio de las runas para que me ayude a averiguar qué es lo que pasa con el flujo. Al llegar inspecciona el flujo anormalmente y me dice que no es muy diferente del resto si no que eso es la emoción creciente de odio de uno de los ciudadanos y que así es como empieza la corrupción, cuando el odio es implacable, cuando llega a nublar no solo el juicio si no también su salvación. Eso hace saltar mis alarmas y me voy directamente a la persona que es la que tiene el flujo anormal y la lleve a una sala aislada para hacerle unas preguntas antes de o bien purificarla si tiene salvación o encerrarla para que corrompa al resto.

-No sé si sabes porque estás aquí, pero te lo explicaré sin rodeos.- digo sin mucho tacto ya que es una situación que puede poner en riesgo al resto.

-Pues no sé porque estoy aquí pero sinceramente quiero irme.- dice y noto un ápice de odio en su voz y me preparo para que no sea irreparable.

-Tu flujo es anormal y es debido a un creciente odio en tu interior, o bien te purificamos ese odio o bien te encierro y te aisló, tú decides.- digo perdiendo la poca paciencia que me queda ya que no veo que esté por la labor de la purificación y me voy a ver obligada a encerrarla en la isla de los corrompidos conocida como Urnath'kar.




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