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Más preguntas
«Número desconocido te ha enviado una imagen».
La notificación me tomó por sorpresa y aumentó mucho más cuando, al abrirla, me percaté de que había una captura de pantalla de una conversación entre Richy y Jessy. En resumen, él le preguntaba por qué me había contado el asunto de Cleo primero a mí, Jessy decía que habíamos tenido conexión. La parte más interesante era en la que Richy decía que tenía algo de mí que contarle y que se pasaría un momento por su oficina.
Número desconocido [10:25 a.m.]:
Qué rabia.
Max [10:26 a.m.]:
¿Has estado leyendo sus chats?
Número desconocido [10:26 a.m.]:
Sí.
Nunca se sabe dónde podría estar la próxima pieza del puzzle.
Max [10:26 a.m.]:
¿Es que siempre lees los chats?
Número desconocido [10:27 a.m.]:
Solo cuando se pone interesante…
¿Me estás juzgando?
Se me escapó un bufido al teléfono.
Max [10:27 a.m.]:
¡Pues sí!
Número desconocido [10:27 a.m.]:
Tú también leíste el chat, como yo.
Max [10:28 a.m.]:
Ya, pero solo porque tú me lo enviaste.
Número desconocido [10:30 a.m.]:
Solo lo hacemos para encontrar a Hannah.
Max [10:31 a.m.]:
Pues espero que sea eso lo que estamos haciendo :/
Número desconocido [10:31 a.m.]:
Eso espero.
En cuanto a lo otro… ¿Qué es lo que tiene que contarle a Jessy de ti?
Max [10:33 a.m.]:
No tengo ni idea.
Número desconocido [10:33 a.m.]:
¿En serio? ¿Ni una sospecha?
Max [10:34 a.m.]:
No sabe nada de mí.
Número desconocido [10:35 a.m.]:
Eso sí que es raro.
Pareciera que se lo iba a contar porque no confía en ti.
Max [10:35 a.m.]:
No confíes en nadie… tus palabras.
¿Tú confías en mí?
Número desconocido [10:35 a.m.]:
Si no fuera así, ¿crees que te hubiese dado acceso a la nube de Hannah?
Max [10:36 a.m.]:
Pero… ni siquiera me conoces.
Número desconocido [10:37 a.m.]:
Jessy no es la única que ha conectado desde el principio contigo.
Max [10:37 a.m.]:
¿Eso es un piropo?
Número desconocido [10:37 a.m.]:
Lo es.
Hasta luego, Max.
Ψ
Arribamos al motel de la señora Walter en el auto de Cleo, unos veinte minutos más tarde. Aprovechamos el viaje para que ella me contara un poco más del pueblo, yo no había hecho mucho desde mi llegada, pasaba bastante tiempo en mi habitación intentando encontrar pistas que me ayudaran y cuando surgía algo lo hablábamos por teléfono o en todo caso iba al taller de Richy.
—¿Qué tal? —preguntó Cleo, señalando la fachada.
El edificio estaba pintado de un azul marino con unos retoques blancos, como la mayoría de las casas en el pueblo, aunque pese a que era corolino, a mí me parecía que tenía un aire tenebroso. Era de dos pisos y su extensión era interna, afuera solo quedaba a la vista la puerta de entrada y el letrero que invitaba a los visitantes a alojarse ahí, prometiendo una experiencia inolvidable. Agradecí que me hubieran dejado en el que estaba hospedada porque ya suficiente tenía de misterios y sorpresas.
—Nada mal para empezar —dije.
Cleo sonrió.
Descendimos del vehículo y caminamos en silencio. Hacía frío, más de lo habitual. Al entrar, íbamos directo a la recepción, pero nos encontramos con que no había nadie. El lugar estaba desierto y me daba la impresión de que eso no era una buena señal.
—¡Señora Walter! —Cleo la llamó.
No hubo una respuesta, así que me pidió que la esperara un momento, que iba a darse una vuelta. Cuando regresó, unos minutos después, me dijo lo obvio. No había encontrado a nadie.