La red [duskwood]

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Insulso

Por la noche, ya en la habitación del hotel, Jessy me llamó. La conversación iba bien, seguíamos dándole vueltas al tema del hombre sin cara y la relación que Alfie había establecido entre Hannah y él. Jessy conocía muy bien los detalles de la leyenda y también le resultaba fácil teorizar con lo que hubiese pasado. Eso hasta que, de un momento a otro me preguntó:

—Dime Max, ¿te escribes con el hacker?

Al principio no supe qué responder, en parte porque no iba en relación con lo que estábamos hablando y, porque no me parecía adecuado hablar sobre él con alguien más después de que esa había sido una de sus advertencias y que, del mismo modo, sabía le dedicaba tiempo no solo a leer chats de cualquiera sino también debía hacer lo mismo con las llamadas. En todo caso, esperaba que estuviera ocupado buscando pistas en lugar de prestar atención a lo que yo hablase con Jessy.

—Sí —Terminé respondiéndole, unos segundos más tarde.

—Es muy misterioso.

—A mí me cae bastante bien.

Escuché que se reía.

—Seguro que eres la única persona en el mundo a la que le cae bien —dijo y no respondí. Tras un momento de silencio, continuó hablando—: No me malentiendas, pero no creo que él sea el secuestrador. Sino se pondría en peligro.

Suspiré.

—A lo mejor tienes razón.

—Se habló casi de lo mismo hace poco. Pero sobre ti.

—Ya lo sé.

—Si los demás se enteran de que te escribes con él, se enfadaran. De todas maneras, pienso que sería mejor que no le contaras muchas cosas.

—¿Piensas que es alguien del grupo?

—No —respondió, sin dudarlo—. Aunque Richy si lo piensa. Está bastante seguro más bien.

No se lo dije a Jessy, pero quizá en algún momento llegué a pensar que quién se escondía detrás del Número desconocido era en realidad Richy, sobre todo porque no hablábamos tanto —aunque ahora no cambiaba mucho la situación— y por la insistencia también a que los acompañara en Duskwood. Ahora, en cambio, me resultaba imposible siquiera considerarlo. Eran dos personas diferentes, en todos los sentidos y no me hacía falta verle la cara a uno para saberlo; pocas veces me equivocaba con mi valoración de la gente.

—¿Por qué piensa eso? —Pregunté.

—No lo sé. Tendrías que preguntárselo tú —soltó una risita—. ¿Tú que crees?, ¿piensas que el hacker es uno de nosotros?

—No. No pertenece al grupo.

Ψ

Número desconocido [1:48 a.m.]:

¿Y qué ha sido eso ahora?

Me tomé un momento para leer con mucho detalle la nueva conversación que terminaba de compartirme, sobre todo porque estaba medio adormilada y porque era más de medianoche para cuando recibí los mensajes. Ahora entre Thomas y Dan. Me reincorporé en la cama, recostando la espalda en la pared. Lo que hablaban era bastante escueto, pero me llamó la atención la parte en la que Thomas decía «¿Sigue en pie?» seguido de un «Dan, mierda, lo digo enserio». La respuesta de Dan era igual de ambigua; «¡Sí!» «Sigue en pie. Por supuesto». Después solo se despedían. Había más de lo que se podía ver de buenas a primeras. Porque había confirmación de algo que parecían haber hablado quizá por otro medio. Sumándole al hecho de que Thomas estaba especialmente callado conmigo después de lo del cuerpo, que hasta ahora parecía un tema que todos estábamos callando a propósito, aferrándonos a la idea de que se trataba de otra persona, sobre todo porque no había un llamado oficial a los familiares, al menos no que yo supiera.

Había una persona muerta, era el único hecho cierto. Nosotros seguíamos investigando el secuestro, no la muerte, y de verdad deseaba que siguiera siendo de la misma manera. De cualquier forma, no transcurría mucho desde que se supo, por terceros, del hallazgo, debíamos seguir esperando algo más oficial.

Max [1:55 a.m.]:

Fuera lo que fuera, parece sospechoso.

Número desconocido [1:55 a.m.]:

Sí, así es.

A lo mejor averiguamos juntos lo que significa.

Ya es raro que Thomas haya estado desaparecido desde que se encontró el cuerpo.

Max [1:56 a.m.]:

A lo mejor simplemente está hecho polvo.

Número desconocido [1:56 a.m.]:

Espera.

La cosa sigue.

Alrededor de cinco minutos más tarde, había una nueva conversación para revisar. Pero esta vez no era de Thomas, sino de Dan con un tal Poke. De nuevo, no hablaban de algo con nombre propio, sino que Poke preguntaba para confirmar por ese algo que ya tenían planeado —al igual que con Thomas— hubo un intercambio de mensajes, en el que también acordaron un pago. Después, Dan le pedía que no le escribiera más.

Número desconocido [2:02 a.m.]:

Mmm.




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