CUARTA PARTE
15
La sospecha
Terminé de vestirme en tiempo récord. No tenía idea de que iba hacer, pero sabía que quedarme en la habitación no era ni por asomo una opción. Me hice con las llaves y salí a toda prisa rumbo a la calle. El corazón me latía tan rápido que por un momento tuve la sensación de que me dolía el pecho, como si se contrajera dentro y estuviera preparándose para explotar. El accidente de Dan era más mi culpa que de Jessy y lo que le pasara a Cleo, eso sí era netamente culpa mía. No quería siquiera pensarlo, no podía darme la oportunidad.
Cuando me puse de pie en la recepción, recibí un nuevo mensaje de Jake, lo que me hizo detenerme para leer y responderle.
Jake [6:58 a.m.]:
Esta videollamada, en la que se ha visto Cleo en el bosque…
Max [6:59 a.m.]:
¿También lo viste?
Jake [6:59 a.m.]:
Sí.
Max [6:59 a.m.]:
Tengo que avisarle.
Dejé la respuesta inconclusa y me apresuré a marcarle, dándome cuenta que era algo que debía haber hecho desde muchos minutos atrás. No respondió a la primera, así que lo intenté tres veces más, no hubo ninguna respuesta al final. Quizá ni siquiera cargaba con el celular, lo cual era un panorama mucho peor.
Max [7:03 a.m.]:
No contesta.
¿Podrías hacer algo?, por favor.
Jake permanecía en línea, había leído los mensajes, pero no respondía.
Max [7:05 a.m.]:
¿Jake?
Jake [7:06 a.m.]:
Max, ahora tengo que pedirte algo muy importante.
Sé que es un favor muy extraño y que la decisión puede tener consecuencias graves para ti.
Pero no le puedes contar a nadie sobre ese video.
Me sentí pasmada, tanto que tuve que recostarme en la pared más cercana y agradecí que mi arrendadora no estuviera cerca, porque no hubiese sabido responderle si llegaba a preguntarme algo. Me parecía casi inaudito que me pidiera tal cosa, sabiendo que la vida de alguien estaba en peligro.
Max [7:08 a.m.]:
¿Por qué no?
Jake [7:08 a.m.]:
Estoy seguro que el secuestrador solo pretende asustarte.
De todas formas, se puede malinterpretar el comportamiento que tiene.
Max [7:09 a.m.]:
¿Qué quieres decir?
Jake [7:09 a.m.]:
Creo que los demás cancelarían la búsqueda de Hannah por miedo.
De hecho, estoy convencido a tope.
Max [7:09 a.m.]:
¡No, nunca harían algo así!
Jake [7:09 a.m.]:
Sé que la llamada te ha asustado.
Pero, ¡no olvides que esto se trata de encontrar a Hannah!
Y para ello necesitamos a los demás.
Max [7:10 a.m.]:
Lo dices como si solo fueran medios para un fin.
Jake [7:10 a.m.]:
Por favor, Max.
Créeme.
Releí los mensajes con un nudo en la garganta y un hueco en el estómago. Todo me pareció tan complicado y quise no tener que saber nada, no haber ido, no estar ahí. No me iba a perdonar nunca si algo le pasaba a Cleo, pero era Jake quién me lo pedía y por alguna razón me sentía cohibida para negarme sin más. Quizá le tenía más confianza de la que era capaz de reconocer, quizá no ponía en duda lo que me decía y veía en él una experiencia de la cual no era poseedora.
Max [7:13 a.m.]:
Te creo…
Jake [7:13 a.m.]:
Gracias.
Has tomado la decisión correcta.
Max [7:13 a.m.]:
Solo lo hago por ti.
Salí del hotel con una sensación de ahogo y caminé sin tener claro el rumbo. Estaba casi segura de que antes no me había sentido tan cansada y triste y sola, casi desahuciada como hasta entonces. Creía en Jake, lo hacía enserio y solo deseaba que no se estuviera equivocando y yo por consecuente, confiaba en él y en lo que estábamos haciendo. Y odiaba no poder ser más fuerte, menos blanda. Cuando revisé de nuevo el móvil, tenía unos cuantos mensajes suyos, dándome cuenta que también permanecía en línea, por lo que deduje que esperaba mi respuesta.
Jake [7:13 a.m.]: