La red [duskwood]

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SÉPTIMA PARTE

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El menor de los problemas

Una de las partes más complicadas de toda la campaña a favor de Jake se dio lugar cuando los chicos se dieron cuenta. Richy fue el primero y, como era costumbre en él, no tardó en mostrarle una de las publicaciones a los demás, que a su vez pidieron o más bien, exigieron que se les explicara de qué iba todo eso, siendo yo, por razones obvias, la más señalada en cuanto al tema. Por supuesto, seguían estando reacios a Jake y aquello los ponía en una situación complicada, por lo que no nos quedó más que atender al llamado y, aprovechando que Dan cada vez estaba mejor y pronto lo dejarían marchar, quedamos en vernos en una de la salas de descanso del hospital. El plan era revelarle parte de la verdad, la importante y guardarnos los detalles sobre su consanguinidad con los Donfort; Lily creía que iban a confiar más en él si ella también se mostraba de su lado.

De todo, lo único que esperaba era que estuviéramos haciendo lo correcto y que no resultara contraproducente al final del día.

—¿Crees que Jake se ha dado cuenta de lo que hacemos? —le pregunté a Lily.

—Creo que sí. Aunque encuentro raro que no haya dicho nada —respondió—, al menos podría escribirte. ¿No crees?

No le respondí nada, no sabía qué decirle.

Una vez alcanzamos el salón donde aguardaban los demás, noté enseguida las miradas de extrañeza en todos y pensé que quizá debía estar creyendo que yo no había sido consecuente con lo que les estuve pidiendo los días anteriores respecto a las investigaciones individuales. Aunque me escudaba en el hecho de que Jake no tenía que ver con ellos y no les importaba tanto como encontrar a Hannah, que era más un asunto mío y del que debía ocuparme sin muchas justificación. Lily era la única sorpresa que podían llevarse y eso también se les notaba, comenzando por el hecho de que llegábamos juntas y en medio de una calma lejana a la que todos presenciaron antes.

Alcancé a saludar a Cleo antes de que fuera ella misma quién iniciara con lo que pronosticaba como un exhaustivo interrogatorio. Me enseñó una de las publicaciones, la que veía era sobre un grafiti que llevaba el slogan de «I am Jake» y el ojo de Nym-os.

—¿Esto es aquí en Duskwood? Lo vi en internet —dijo, mirándome—. Max ¿de qué trata todo esto?

Todos atendieron a mi persona, desde Thomas que ahora parecía preocupado más bien, Dan que iba vestido con la bata del hospital en una silla de ruedas y no podía esperar de mí tal cosa; Jessy y Richy uno junto al otro, extrañados. Y Cleo, parada junto a mí. Miré a Lily de soslayo y noté que asentía, aunque eso no me reconfortaba lo suficiente.

—Jake tiene problemas —dije, pasándome un mechón de cabello tras la oreja—. Supongo que recuerdan el video de Lily, ¿verdad? En su momento, él le contó algo a ella y…

—Espera, espera —dijo Dan, interrumpiéndome—. Primero quiero saber ¿qué tiene que ver Lily con todo esto de los figurines en el internet?

—¿Podrías escuchar primero?

—No, no puedo —respondió y se movió adelante, más cerca de mí—. No hace mucho que te había dado un buen consejo. Persigue monstruos en el bosque, salva el mundo, todo bien, no hay problema —dijo mucho más serio—. Pero debías mantenerte alejada de ese tipo. Y ahora qué, ¿incluso Lily parece haber cambiado de parecer?

—Es que tenemos buenas razones.

—¿Es que soy el único que está super confuso ahora o qué? —dijo Richy, rascándose la barbilla y medio sonriendo.

—¿Hizo realidad su amenaza a Lily? —preguntó Cleo—. ¿Y ahora no pueden contárnoslo? Lily, ¿Jake ha publicado algo personal de ti?

Al parecer, lo difícil de contarles iba ser que escucharan sin interrumpir por menos de un minuto. Ni siquiera hice el esfuerzo por mediar con alguno de los dos y dejé que fuera la misma Lily quién respondiera a esas preguntas, evitando que pareciera que yo estaba manipulando de alguna manera la situación.

—No, no es así —dijo Lily.

Antes de que pudiera extenderse, Dan continuó hablando:

—Pero te amenazó en su momento y tú borraste el video.

—¡No! Fue muy diferente. Jake nos ha dicho a Max y a mí quién es. Y es algo muy personal, por eso, por favor, solo acepten que no se los podemos contar —soltó una exhalación, viniéndose hacía mí—. Y sí, lo de «I am Jake» es de Max y mío, para ayudarlo. Aunque ahora no lo entiendan, Jake es parte de nosotros. Y, en definitiva, no es el secuestrador.

El silencio de asimilación duró menos de treinta segundos.

—Fua, genial —dijo Dan.

Thomas le soltó un manotazo en el hombro cuando iba dando un paso al frente también y habló, dirigiéndose a mí y no a Lily, su cuñada. Me cuestioné entonces cuántos problemas le ocasioné en su momento, antes de que ella fuera a buscarme y cómo es que ahora estaban ahí más por el grupo que por otra cosa.

—¿Por lo menos podemos hablar con él ahora? —fue lo que preguntó Thomas al final.

—Jake cortó toda comunicación con nosotros —confesé y sentí una punzada de dolor en el pecho, quizá porque hasta ahora ponía en palabras la realidad—. Ni siquiera sabemos si se encuentra bien.




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