Estaba perdida entre sus pensamientos cuando llegó Jaime y Álex se dio cuenta que estaba más pesado de lo normal. Si no la tomaba de la mano, la agarraba posesivamente de la cintura, se estaba empezando a agobiar.
—¿Se puede saber qué demonios te pasa hoy?—Álex ya no aguantaba más.
—Nada. ¿Qué me va a pasar?—trató de acariciarle la mejilla y ella se echó hacia atrás.
—¡Esto es justo de lo que hablo! Te falta mearme en la pierna para marcar territorio.
—¡Qué exagerada que eres por Dios!—fingió reírse—¿Es que no te gusta que sea cariñoso contigo?
—Jaime, deja de tratarme como si estuviéramos juntos. Somos amigos. A-M-I-G-O-S. A ver si se te mete en la cabeza—se bebió la cerveza de trago, eso no había sido nada femenino por su parte.
—¿Tú sabías que tu ex marido iba a ser el testigo de Toni?—la miró directamente a los ojos y automáticamente, obtuvo la respuesta—Por supuesto que lo sabías…
—¿Ahora me vas a echar la culpa a mí de eso? No es mi boda y si los novios así lo decidieron, no podemos hacer nada.
—¿Ha sido hoy cuando lo has vuelto a ver?—quiso saber clavándole su acerada mirada.
—No tengo por qué responder a eso, ni darte ningún tipo de explicación—se levantó de la mesa bruscamente y salió del salón a toda prisa. Juanmi y Noe con los que compartían mesa, entre otros, la observaron irse y ellos, que tan bien la conocían, supieron que debía estar echando chispas.
━━━━━━✧❂✧━━━━━━
René estaba sentado en la mesa de futbolistas y amigos de Toni porque ahí los conocía a casi todos y se sentiría más cómodo. Supo elegir un buen sitio desde donde podía ver a Álex y al idiota ese amigo suyo.
Verlo manoseándola como un pulpo, no estaba siendo plato de buen gusto para él, pero por la cara de fastidio y su lenguaje corporal, se percató que la muchacha se estaba enfadando, conocía su idioma no verbal a la perfección.
Instantes después, Jaime parecía estar reclamándole algo y ella se levantó de golpe y se fue. René la siguió con la mirada hasta que desapareció, y cuando volvió su vista al frente, se encontró con la del otro chico que parecía querer asesinarlo. Él simplemente le sonrió alzando su copa para después beber satisfecho.
━━━━━━✧❂✧━━━━━━
Álex se había ido al baño aprovechando que no había nadie ¿Qué se creía Jaime? ¿Con qué derecho se atrevía a reclamarle nada? Estuvo pensando un rato y decidió que al día siguiente le diría que su amistad había concluido. Le sabía muy mal porque Jaime había sido un gran apoyo en tiempos difíciles, pero jamás supo separar la amistad del supuesto amor que él decía sentir por ella.
La joven siempre fue clara con él, lo quería sólo como amigo, y que de vez en cuando se acostaran, no significaba nada para ella. Él lo aceptó de buen grado, Álex no le mintió en ningún momento, entonces… ¿Por qué se sentía tan mal?
Respiró hondo mientras se miraba al espejo, necesitaba darse ánimos para aguantar a Jaime el resto de la boda. De manera mucho más discreta, regresó a su mesa sin decir nada.
—Álex…—quiso hablarle ya más tranquilo después de las palabras que su primo había tenido con él.
—Tengamos la fiesta en paz…—levantó la palma de su mano para que no dijera nada más.
Después varios platos, cada uno más delicioso que el anterior, los invitados empezaron a moverse, y Noe junto a Álex, se acercaron hasta la mesa nupcial.
—¡Hombre! Hasta que os dignáis a visitarme—se quejó Bea—¿Lo estáis pasando bien?
—Unas mejores que otras…—Noe señaló con la mirada a Álex.
—Sí, ya lo he visto ¿Qué te ha pasado?—le preguntó a su amiga.
—Nada, Jaime… He tenido que pararle los pies porque se estaba pasando de la raya.
—Cariño, está súper celoso de René, no hay más que verlo—explicó la novia—Por eso quiere hacerle ver que es él quien está contigo, aunque no sea realmente el caso.
—Pues pierde el tiempo, eso René ya lo sabe…—al ver las caras de sus amigas se dio cuenta que acababa de meter la pata—No me miréis así… Sí, nos hemos visto y a lo mejor hemos hablado—terminó confesando.
—Ya me imagino. Supongo que el día del partido volvisteis a veros ¿No?—Álex la miró con la boca abierta—¿Te crees que no me iba a enterar? Entre mi marido y yo, no hay secretos… Se me hace tan raro llamarlo así…
—Ya te acostumbrarás, te lo digo yo—intervino Noe—No me habías contado que habías ido a verlo jugar ¡Mala amiga!
—¡No fui a verlo a él!—se defendió.
—Ahora nos vas a salir con que de repente te encanta el fútbol—bromeó Bea.
—Fui a acompañar a mis sobrinos, Toni nos regaló las entradas porque era el cumpleaños de Pipe, dejad de ver cosas donde no las hay—primero Jaime, y ahora sus amigas, sin duda aquella noche se le iba a hacer muy larga.
—Toni me dijo que bajasteis al vestuario y mientras tus sobrinos se quedaron dentro bastante tiempo, vosotros dos os quedasteis fuera hablando.
—¡Joder con Toni! ¡Menudo chismoso está hecho!—se quejó Álex amargamente.
—No te metas con mi maridito ¿Eh?—procuró no reírse—¿De qué hablasteis?