-No tengo nada de que hablar sobre el -lo miro directamente a los ojos, y al ver el tono de su mirada, a su memoria llegaron los recuerdos de otro rostro -, y menos contigo
-Sabes perfectamente, que tengo derecho a preguntar por el
Ella se levantó dando un golpe a la mesa, mientras decía:-No te quiero cerca de el...
-¡Tambien es mi familia! -alzo la voz interrumpiendo la -, y tú nos lo haz negado durante todos estos años, mi padre quiere verlo, quiere ver al hijo de mi hermano
Ella nego mientras se abrazaba como si de pronto la habitación se hubiera enfriado por completo
-No puedo -susurro -¡No puedo traerlo!, Es su vida la que corre peligro, ¿A caso no lo entendés?
-Pero Anastasia, mi padre....
-No Sandro, e mantenido durante todos estos años su identidad oculta -ella camino de un lado a otro con la mano jugando aquella cadena -; Lo siento mucho por tu padre, pero no pondré en riesgo la vida de mi hijo, ¿A caso quieres que también lo maten? -le dijo mirando directamente a los ojos -, mi respuesta es no
-Estoy seguro que a mí hermano no le hubiera gustado esto -acomodándose su traje se encamino a la puerta
-Pero el ya no está aquí -dijo con las lágrimas apunto de salir -, y es todo lo que me queda de el, lo siento Sandro pero su vida es mi prioridad
Aquel hombre giro el picaporte para salir, vio como la dama de compañía de Anastasia se le quedaba viendo pero rápidamente bajo la mirada, volteó a ver a Anastasia para luego continuar su camino, Anastasia no pudo estar ni un momento más sobre pie y cayó al suelo
-¡Su majestad! -gritaron las sirvientas acercándose a ella -rápido llamen al doctor -grito Meredith
La reina estaba en sus aposento recostada en su cama, mientras el doctor checaba su pulso, dirigía su mirada a su mano y hacia ella
-Dígame doctor -dijo con voz pagada -¿Es grabé lo que tengo?
Aquel hombre ya mayor, hizo una pequeña reverencia para después decir:- Su majestad solo está cansada, a tenido un día ajetreado por la coronación, pero poronto se recuperará
Ella solo nego mientras sonreía, hizo un gesto con su mano para que se retirará, en escasos segundos se encontró a solas con su dama de compañía, ella mantenía esa pose perfecta que siempre había tenido dede que había llegado a su lado, hace ya 19 años
-Meredith -la llamo
-Dígame su majestad -dijo acercándose a ella -, ¿Le apetece algo?
-Meredith, tienes mucho tiempo a mi lado.. -la miro -,¿Verdad?
-Así es su majestad -dijo con nerviosismo
-¿Hacia quien es tu lealtad Meredith? -cuestiono si apartar su mirada de ella
-Siempre será de usted su majestad -inclino su cuerpo en una reverencia
-Eso quería oír -sonrie -puedes retirarte, quiero descansar
Ella solo asiente para después marcharse, al abrir la puerta, hace una reverencia, cerrando las puertas
-Lo siento, princesa -con la cabeza baja le dice:- Su majestad está descansando, por favor vuelva más tarde
-¿Que le corre a mi hermana? -dice con una ceja alzada
-Solo está cansada por... -la miro por un breve momento -, todo el ajetreo de la coronación
-Bien volveré después -dio la media vuelta y se fue dejando atrás la habitación de su hermana
Al caer la noche, en la oscuridad del jardín las pisadas se escuchaban más lejos del castillo, aquella persona miro a todos lados para después continuar su marcha
-Dime que ya a muerto -dice aquella voz -,dime qué por fin podré desparecer aquella odiosa familia
Lo siento mucho s... -callo al ver el coraje prendado en su rostro -no, aún no ah muero, pero hay nuevas noticias, la princesa Margaret a llegado al palacio
-¿La princesa Margaret? -cuestiono con sorpresa, a lo que ella asintió
-llego esta tarde, justo después del que el médico revisara a la reina -sonrió -¿Creé que ella será una buena aliada?
-O una enemiga -afirmo -, todo depende sus ambiciones, vigila sus movimientos, no vaya arruinar nuestros planes
-Como usted ordené -se marchó de hay sin mirar atrás
El sudor perlaba su cuerpo, mientras sus manos echas puños sostenía la sábana, pujó con fuerza, mientras sentía el dolor de las contracciones
-Vamos princesa, puje -dijo la partera mientras miraba entre sus piernas
-¡No puedo más! -grito mientras pujaba
En eso con el último pujó, el llanto del un bebé inundó la habitación, mientras ella se derumba en la cama por el cansancio
-Es un lindo barón -dijo aquella mujer -, felicidades princesa a tenido un lindo príncipe
Ella lo sostuvo entre sus brazos acunando lo, mientras lágrimas de alegría salían de sus ojos, acarició su mejilla y su frente, alzó la vista para ver a su esposo caminar hacia ellos.
-Mi amor, mira a nuestro pequeño -dijo con una gran sonrisa _, toma cargarlo
Le estendio al bebé que con cuidado lo tomo en sus brazos se perdió en aquella creatura que tenía en sus brazos, sonrió al verlo abrir sus ojos, solo para verlo
-Es nuestro hijo -volteó a verla con una sonrisa _, nuestro pequeño Nicolás
-Si, nuestro pequeño fruto de amor
De repente todo se volvió un caos, los gritos de la gente se escuchó mientras ellos descansaban, kaios se levantó buscando su arma
-No vayas -dijo mientras estrechaba a su hijo entre sus brazos -por favor, hay que huir
-No puedo hacer eso -con un beso salió de aquella cabaña para después unirse a la masacre que se vivía hay
Ella escondió a su bebé, en un cesto,para después tomar su arco y salir a ayudar vio a su esposo rodado y empezo a disparar fechas desciendo se de los que querían matarlos, pero uno la tomo por el cabello mientras que su esposo luchaba con otro, en eso ella hizo todo lo posible por desacerse de su agarre pero solo pudo ver a su esposo caer con una espada entre su pecho
-¡Kaios! -grito, mientras lágrimas salían de sus ojos