21 de Septiembre de 1576
Hermosa y bondadosa reina Padme.
Estoy considerando muy seriamente vuestros poderes de brujería, ¿o como podéis explicar este sentimiento que provocó en mí con tan solo cruzar unas cuantas palabras hoy en la corte? Jamás me había encontrado con un ser tan bello y puro como vos, Padme. Y perdonadme mi osadía al atreverme a llamarle solo por su nombre.
Padme.
Tu fiel admirador. Un hombre que te ama.
Rey Arturo de Kazcálas