La reina cuervo (libro 1)

El nacimiento de una heroina.

 

 

El miedo que sintió aquel criminal era tan dominante que paralizó todo su cuerpo volviéndolo rígido y desobediente, sus ojos se abrieron de golpe al ver como su compañero huía despavorido dejándolo completamente solo.

—¡Qué diablos Ash!… ¡maldito cobarde! ¡no corras! —gritaba el hombre con desesperación.

— ¡lo siento! ¡La policía ya viene yo me largo de aquí! —manifestó Ash mientras corría.

—¡Ahhh! —Elizabeth lanzó de un golpe al criminal mientras que el otro huía como un cobarde.

Elizabeth se sentía su cuerpo muy caliente, estaba mareada y no entendía lo que estaba pasando, en su angustia corrió hasta el anciano, pues temía por su vida.

—¿Señor Ming? ¡Señor Ming! —Elizabeth estaba confundida, una adrenalina inexplicable le recorría todo el cuerpo, trataba de despertar al señor Ming, pero el seguía inconsciente a causa de los golpes, la policía atrapó a uno de los ladrones el cual resultó gravemente Herido, al escuchar el tumulto, la gente comenzó a reunirse para auxiliar al anciano, mientras que la pobre Elizabeth lloraba a su lado.

Después de que una ambulancia llegara por ellos y los llevaran a un hospital, la doctora Emma Walker ya había revisado al señor Ming.

—Señorita ¿El señor Ming es familiar suyo? —le preguntó la doctora mirándola fijamente.

—No, solo es un amigo… ¿Cómo se encuentra?

—El señor Ming puede ser viejo, pero estará bien, sufrió varios golpes y necesitará estar en revisión esta noche.

—Es un alivio…el es muy valiente. —expresa Elizabeth con alivio.

—Si, parece que un ángel lo salvó, a su edad, esto pudo haberlo matado, el mundo en el que vivimos es cruel y violento, ojalá alguien pudiera hacer algo para protegerlo, nuestra policía es una burla…mira que golpear a un anciano solo por dinero, en que vamos a parar…

Elizabeth se quedó toda la noche en el hospital, cuidando al señor Ming quien decidió defenderla sin importarle que su vida estuviera en juego, ella no sabia como responder a todas las preguntas que se le venían a la cabeza ¿Qué fue lo que paso esa noche? ¿Alguien se percató de lo que hizo? Y lo más importante ¿fue real?

—¿Qué me paso? ¿Qué fue todo eso? Es como si un fuego me consumiera por dentro, solo quería proteger al señor Ming…pero, ¿Como es que no tengo ni un solo rasguño? Me dispararon dos veces ¿Desde cuando soy tan fuerte? —se preguntaba Elizabeth en sus adentros sin conseguir una respuesta lógica, aquella madrugada la pasó en vela, aterrada de todo lo que había sucedido con ella, la noche transcurrió y a la mañana siguiente el señor Ming ya se encontraba consciente.

—Doctora Walker, me alegra verla. —le dijo él con una sonrisa en sur ostro.

—Señor Ming ¿Cómo se siente? —le preguntó la doctora mientras lo revisaba.

—La verdad es que estoy muy sorprendido, me siento mejor de lo que me veo. —le dice el señor Ming con una alegre sonrisa y añade ¿Cuándo cree que podre irme a casa?

—Bueno, si no siente ninguna molestia puede irse hoy mismo, solo queríamos tenerlo en observación una noche para asegurarnos de que no tuviera alguna consecuencia grave por los golpes, pero gracias a Dios está bien.

—Disculpe ¿La señorita que estaba conmigo ya se fue? —le pregunta el anciano con curiosidad.

—¿Se refiere a la chica de cabello largo? Recién acaba de irse, la pobre se veía muy angustiada, debe de haberse llevado un gran susto.

—¿Notó si tenía algún rasguño? —preguntó el señor Ming con curiosidad.

—No quiso que la revisáramos, por lo que vi se encontraba bien, la verdad me sorprendió un poco, los delincuentes detonaron dos armas de fuego, pero parece que tuvieron suerte de que ni siquiera les rosaran el cuerpo, eso no se ve todos los días. —le dice la doctora con asombro.

—Eso creo… ¿Le molestaría entregarle este sobre? Con suerte y regrese a preguntar por mí. —manifestó el señor Ming con esperanza.

—Claro, si la veo en el lugar se lo daré.

De repente una enfermera entró a la habitación, la policía se encontraba en el lugar para poder hablar con el señor Ming.

—Disculpe Doctora Walker, unos oficiales esperan afuera, quieren hacerle unas preguntas al paciente.

—¿Cree que pueda recibirlos en este momento? —le pregunta la doctora con seriedad.

—Por supuesto, los atenderé para poder irme a casa.

—¿Tan pronto piensa dejarnos? —le pregunta la doctora con una sonrisa.

—Usted es muy amable, pero la comida de este hospital es muy mala jaja.

—Jajaja, le diremos al chef, fue un placer señor Ming, no siempre podemos atender a gente tan importante como usted.

—Gracias, pero espero no volver pronto jaja.

—Yo tampoco, cuídese mucho.

Ya habían pasado unas cuantas horas, Elizabeth se dirigía a la sala de espera del hospital, había ido a tomar algo y al ver el lugar lleno de policías se asustó y salió corriendo de ahí.

—¿Qué hacen aquí esos policías? Rayos…seguramente fue culpa de la bebida energizante que me tome ayer, eso debió causarme las alucinaciones, escuche que te dan disparos de energía ¡eso debe ser! Esa bebida estaba caducada Jajaja, no soy ningún fenómeno, la bebida estaba vencida jaja, no hay nada sobrenatural aquí. —se dice Elizabeth así misma en forma de consuelo.

—Disculpa ¡Hey! —la doctora Emma trata de llamar su atención.

—¿Doctora Walker? ¿Qué sucede? —Elizabeth se angustia pues cree que la doctora le dará una mala noticia.

—¿Bienes a ver al señor Ming?

—Eh, si, solo quería saber si estaba bien, no le robare mucho tiempo, debe sentirse muy adolorido.

—Hace un rato que se fue, su chofer paso por él, me pidió que te entregara este sobre.

—¿Un sobre?

—Si, tienes mucha suerte, le salvaste la vida a un hombre muy adinerado. —le dice la doctora emocionada.

—¿Qué? No entiendo. —manifestó Elizabeth confundida.



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En el texto hay: romance, accion, heroes vs anti heroes

Editado: 02.08.2024

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