La reina cuervo (libro 1)

Inesperado

 

Era extraño que el señor Ming hubiera citado a Elizabeth y a Aris en aquel lugar abandonado, era una construcción que el gobierno había dejado a medias y estaba claramente clausurado.

—¿Por qué nos reunió aquí señor Ming? —le preguntó Aris extrañado.

—Lamento el suspenso muchachos, como ven estamos en un lugar aislado, debes en cuando vienen algunos vándalos, pero nunca se quedan por que la policía hace rondines de vez en cuando, pero compré este lugar hace poco, así que está bien que lo usemos por un rato, tengo algo en mente. —exclamó el señor Ming con una sonrisa.

—¿Enserio? ¿quiere construir algo aquí? Esta muy descuidado…—dijo Elizabeth mirando a su alrededor.

—Asegúrate de cerrar bien la reja Jaime.

—¿Qué pasa? —preguntó Aris desconfiado.

—Necesito que me confirmes algo Elizabeth ¿solo nosotros sabemos que tienes poderes? —le preguntó el señor Ming con seriedad.

—Si, solo ustedes ¿Por qué? —Elizabeth no entendía lo que estaba pasando y estaba algo nerviosa.

—Eres un ser humano extraordinario, si tu secreto llega a oídos equivocados correrás un gran peligro, estas en todos los periódicos, en internet solo hablan de ti, no solo las televisoras locales te mencionan, estas en el ojo de todas las naciones ahora, perdona mi franqueza, pero necesito saber si la chica de esos videos es la mujer que estoy viendo ahora mismo ¿sabes como te llama la gente?

—Cuervo negro…

—No, la reina cuervo, su heroína, tu nombre se ha coinvertido en la esperanza de esta nación.

—Usted lo hace ver más increíble de lo que es, no soy tan grandiosa, no sé si podría llamarme una heroína.

—¿Entonces por qué has salvado a esa gente?

—No lo sé, yo…no podía quedarme cruzada de brazos, alguien tenía que hacer algo.

—Esa fuerza, todo ese poder que te ha sido concedido, no es para permanecer guardado o en el anonimato, mira a tu alrededor y no podrás cerrar los ojos, la violencia, las injusticias ni la tiranía pueden seguir reinando sobre esta ciudad, es momento de que tú ocupes el trono.

—¿Y si no soy capaz de llevar esa carga? ¿y si mi fuerza desaparece? —exclamó Elizabeth con angustia.

—Si dependes de tu fuerza, entonces no puedes llamarte una heroína, si crees que vales por lo que puedes poseer, jamás alcanzaras tu propósito, no serías merecedora de tu don. —le dijo el señor Ming mirándola a los ojos.

—Tengo miedo…no soy tan valiente como creen, la mayoría del tiempo estoy temblando, insegura con todo lo que me pasa, no dejo de preguntarme si esta bien que yo tenga toda esta fuerza o si el destino se equivocó al dármela, aun así…quiero ayudar a las personas, algo dentro de mí se incendia y me hace querer proteger a los débiles. —expresó Elizabeth apasionada.

—¿Y no crees que eso es lo que hacen los héroes? Te conviertes en uno cuando actúas en favor de la justicia, cuando a pesar del miedo, no te quedas paralizada y haces lo correcto, quiero que entiendas que no estas sola, te debo mi vida Elizabeth, quiero acompañarte en tu caminar.

—Señor Ming... —Elizabeth estaba conmovida por todo lo que le decía.

—Hey, no me dejen de lado, yo también quiero cuidar de Elizabeth. —externó Aris entre pucheros.

—Eso ya lo sabemos jaja.

—Gracias Aris. —Elizabeth le sonrió y Aris se ruborizó.

—Antes de ir a las calles y combatir el mal, tienes que conocer tus limites, saber de lo que eres capaz, dime ¿cuáles son tus fortalezas? —le preguntó el señor Ming con optimismo.

—Bueno…soy muy fuerte, no me lastiman las balas.

—¿Algo más?

—Esta mañana desperté con la nariz en el techo jeje.

—¿Qué? —Aris y el señor Ming se quedaron extrañados de su comentario.

—Creo que estaba flotando, fue perturbador… —exclamó Elizabeth con escalofríos.

—¿En serio? ¡eso es increíble Elizabeth! ¿habrá una posibilidad de que puedas bolar? —le preguntó Aris entusiasmado.

—No lo sé, la fiebre volvió esta mañana, me volví más liviana y rápida que antes, definitivamente me siento más ligera.

—Esto confirma mi sospecha, al parecer tu cuerpo esta sufriendo alteraciones por eso tienes esas fiebres que a su vez traen consigo nuevas habilidades.

—¿Entonces es posible que no solo tenga super fuerza? —preguntó Aris con curiosidad.

—Exactamente, tendremos que poner a prueba sus poderes.

—¿No esta pensando en experimentar con ella verdad?

—jajaja, no, pero si podemos probar su fuerza. —manifestó el señor Ming sonriente.

—¿Entonces por esa razón nos citó aquí no es así?

—Así es, usaré lo que este en mis manos para ayudarte a convertirte en una gran heroína.

—¡genial! Esto es cada vez más emocionante.

—Pondré todo de mi parte para lógralo. —externó Elizabeth decidida.

—También necesitaremos de tu ayuda Aris.

—¡Por supuesto! Pero ¿Qué puedo hacer yo?

—Seque eres muy inteligente, tu mente es brillante, no por nada estas en un excelente instituto, necesitaremos tu cerebro para comprender mejor la tecnología que usaremos para mejorar nuestro equipo y ayudar a Elizabeth con todas esas herramientas, Jaime y tu harán un gran equipo, se que hace un año jaqueaste algunos sitios para encontrar información de tu madre y descubrir cómo había muerto.

—¿Cómo sabe eso? —Le preguntó Aris con el ceño fruncido.

—Me reservaré esa información, pero tu serás indispensable para que Elizabeth tenga un respaldo.

—¿Qué debo hacer?

—Ya lo sabrás. —el señor Ming esbozó una sonrisa y añadió. —Este será nuestro lugar de entrenamiento, así que los veo mañana a las 3:30 de la mañana, procuren ser puntuales.

—¿Qué?

—¿Tan temprano? Pero es sábado…

—Mañana iniciaremos con el entrenamiento de Elizabeth.

—Esta bien, estoy comprometida con esto.

—¡Yo también!

—Por lo pronto, los llevaré a casa, Bady nos preparó la cena.



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En el texto hay: romance, accion, heroes vs anti heroes

Editado: 01.05.2024

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