La reina cuervo (libro 1)

Asesino a sueldo.

 

Ansel recién había salido de un conflicto cuando ya se había metido a otro, miró en su retrovisor para darse cuenta que lo estaban siguiendo, exhaló lleno de fastidio y aceleró para perderlos de vista.

—Vamos a ver si me siguen el paso. —exclamó Ansel a toda velocidad.

—¡Ese maldito trata de perdernos! —manifestó Lex furioso.

—Eso lo veremos… —Bob aumentó drásticamente la velocidad y el ruido de aquellas motocicletas retumbó por toda la avenida.

—Ay, estas ratas no piensan rendirse, no tengo ganas de lidiar con ellos, veamos quien se cansa primero.

—¡No te nos vas a escapar!

La persecución duro más de lo esperado, hasta que agotaron la gasolina y llegaron a un lugar sin salida, a las afueras de la ciudad, cerca de un precipicio.

—¿Qué demonios quieren? ¿Quién diablos son ustedes? —les preguntó Ansel sin un solo gramo de paciencia.

—¿Pensaste que lograrías escapar? rata de coladera…¿O prefieres que te llamemos por tu nombre de pila “Ansel Black? —dijo Lex mientras le apuntaban con sus armas.

—¿Cómo saben mi nombre? —les preguntó Ansel con hostilidad.

—Eso no es importante, tenemos un mensaje para ti, una propuesta y por tu propio bien te aconsejo hacer lo que se te pide. —anunció Bob mirándolo con soberbia.

—¿Quién los envió?

—Oye, no estes a la defensiva, depende de ti conservar tus extremidades intactas, estas armas destrozan todo lo que tocan, solo necesitamos jalar el gatillo para darte una demostración. — le dijo Lex con una risa insoportable.

De pronto, el telefono de Bob comenzó a sonar con insistencia y él le entregó el celular mirándolo atentamente.

—Tu tono de llamada es horrible. —le dijo Ansel antes de contestar y añadió. —¿Quién eres y que quieres de mí?

—¡Pero si es Ansel Black! ¿O debería decir experimento 002?

—¿Qué? —en cuanto Ansel escuchó ese número su corazón se acelero y la adrenalina se apoderó de su cuerpo.

—¿Creíste que podrías esconderte? Tengo entendido que te retiraste del ejercito después de tu accidente con tu escuadrón, déjame corregir mis palabras, quise decir, después de que los asesinaste a todos a sangre fría como una bestia sin corazón jajaja.

—Deja de decir estupideces y dime quien demonios eres… —pronunció Ansel apretando los puños lleno de colera.

—Debiste ver el rostro de sus seres queridos, de sus madres, sus esposas, sus hijos, jamás podrán recuperarse después de perder a esos chicos, por cierto ¿Cómo está Jayce? Ay perdón jajaja, también lo mataste ¿no es así?

—¡Deja de esconderte detrás de un maldito telefono y da la cara cobarde! Juró que, si te tuviera enfrente, te arrancaría la cabeza sin dudarlo…

—Jajajaja, ay ya, tranquilízate, se muy bien que lo harías, ese no es el punto, escucha con atención, ahora mismo mis hombres se encuentran frente a la casa de la esposa y el hijo de tu difunto amigo y… —Ansel lo interrumpió gritándole con todas sus fuerzas.

—¡No te atrevas a ponerles un dedo encima infeliz!

—¡Escúchame bien 002!, Anfernee me ha encomendado una tarea y no puedo fallarle, el príncipe de la muerte me ha dado una oportunidad para unirme a sus hombres de confianza y no la voy a desaprovechar, la encomienda es desaparecer a un lindo pajarito entrometido, ha estado revoloteando en asuntos que no son de su incumbencia, deshazte de esa maldita heroína y salvarás a la familia de Jayce.

—Yo no soy el títere de ese tipo, no trabajaré para ninguno de ustedes.

—Parece que no me crees, deja te paso las siguientes imágenes.

Ansel recibió las fotos de las personas que su amigo más amaba y a quienes juró proteger cuando él murió y se sintió entre la espada y la pared.

—¿porque me buscan a mí?

—¿Cómo que por qué? Eres uno de esos experimentos exitosos, eres el único que tiene la fuerza de acabar con ese molesto cuervo, asesina a la reina cuervo y entrégame su cabeza, si haces eso, te dejaremos en paz, nadie te perseguirá, yo me encargaré de so, te lo juro, podrás vivir una vida normal ya no tendrás que esconderte.

—¿Quieren que mate a la mujer de la máscara? Jaja…

—Se que no es ético, pero tu eres un asesino, ya estas acostumbrado.

—¿Si la mato dejaran de perseguirme malditos enfermos? ¿dejarán en paz a esta familia? ¿Ese es el trato?

—Podrás embriagarte y acostarte con todas las prostitutas que quieras, como lo has venido haciendo, serás tan libre que podrás vivir una vida normal, pero si me traicionas, haré que te arrepientas de haber nacido.

—Lo único que me importa es que dejes a la familia de Jayce en paz. —gruño Ansel conteniendo su ira.

—Tienes tres días y no hay prorrogas.

—Antes del tiempo determinado te entregaré la cabeza de ese cuervo. —Ansel colgó la llamada apretando los dientes.

—Buena elección niño bonito ¿Qué te costaba cooperar? —le dijo Bob para molestarlo.

—Nosotros nos retiramos, espero cumplas con tu palabra, tendremos que conseguir gasolina en el camino por tu culpa guapetón. —expresó Lex emberrinchado.

—Una cosa más. —les dijo Ansel y estos se pararon en seco.

—¿Y ahora qué quieres?

—Detesto que me llamen niño bonito. —Ansel le dio un puñetazo a Bob tumbándole varios dientes y dejándolo completamente noqueado y Lex se quedó perplejo por a fuerza que tenía.

—¡Lo mataste! Tienes un carácter de mierda…

—Tu novio despertará mañana, creo, suerte con los lobos.

—¿Qué? ¿Cuáles lobos?

Ansel se alejó bastante y una vez que compro más alcohol se sentó en el suelo mientras meditaba.

—Haré lo necesario para arrebatarles mi libertad, para proteger a tu familia, le arrancaré la cabeza a ese cuervo negro y después mataré al ángel de la muerte, Anfernee. —Ansel reventó la botella de alcohol en el suelo y se fue de ahí con el semblante serio.

Por otro lado…



#505 en Otros
#82 en Acción

En el texto hay: romance, accion, heroes vs anti heroes

Editado: 01.05.2024

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.