La reina cuervo (libro 1)

Detalles

Elizabeth se puso un suéter y se dirigió a casa de Aris para invitarlo a desayunar, después de tocar varias veces, no obtuvo respuesta y eso la hizo cuestionarse si se encostaría alguien en casa o no.

—Que raro, creí que Aris estaría aquí, quizá se fue con su papá, que lastima.—exclamó Elizabeth encogiéndose de hombros por el frío.

Aris venía de regreso a su casa, se había ido a correr y entonces la vio.

—¿Elizabeth?—Aris se fue sigilosamente decidido a asustar a Elizabeth, pero al sorprenderla, ella pegó un brinco y se calló encima de él.

—¡Ay! Aris…me asustaste ¿estás bien?—le preguntó ella mientras estaba arriba de él.

—Lo lamento, perdóname, solo quería asustarte.

—Pues funcionó…—exclamó ella con el susto saliendo de su pecho.

—Santo cielo…Elizabeth está demasiado cerca…que hermosa es…—se dijo Aris en sus adentros, con el corazón a mil por hora.

—Ay, te estoy aplastando, debo pesar una tonelada jejeje.—exclamó Elizabeth apenada.

—Non para nada jejeje.—Aris no podía esconder su vergüenza así que se trababa al hablar.

—Te estaba buscando para invitarte a desayunar, pero después de saber que vienes de ejercitarte, no creo que quieras desayunar lo que venia a ofrecerte.—exclamó Elizabeth con una sonrisa.

—¡No! ¡Si quiero!—respondió Aris con urgencia.

—Genial, entonces, vamos.

—Solo necesito ir por algo a mi casa.—exclamó Aris con una sonrisa brillante.

—Ok, te espero.

—No me tardo.—parecía que Aris tenia un super poder, la velocidad, pues iba muy apresurado.

—Por Dios…que vergüenza, me le caí encima…fue tan incomodo…fui demasiado conveniente.—se dijo Elizabeth en sus adentros mientras trataba de contenerse.

Aris regresó después de unos minutos, aprecia muy feliz.

—¿Te gusta el café?

—No lo tomo muy seguido, pero hoy haré una excepción.—le dijo Aris con una sonrisa tierna.

—Pues el café me queda bien jajaja.

—¿Mike esta en el departamento?

—No, me dejó un mensaje, tuvo que irse temprano.

—Tal vez tenía cosas que hacer, aun es temprano.

—Pasa, toma asiento, solo hay que servirlo, el desayuno esta listo.

—Te ayudo con los platos.—exclamó Aris dando un brinco de la silla.

—Ah, por cierto, Mikea me pidió que te diera esto.—Elizabeth le entregó aquel presente.

—Ah, es un chocolate, le agradeceré cuando la vea.—le dijo Aris sonriente.

—Le caes muy bien.

—Ella también me cae bien, es divertida.

—¿que piensas sobre la diferencia de edad? Digo, si alguien que es menor o mayor que tu ¿que dirías?

—Pues, digo que son solo números, el amor…no debería tener edad.

—¿Dices que no te importaría si esa chica fuera mayor que tu?—le preguntó Elizabeth sorprendida.

—No es algo relevante para mí…

Un silencio incomodo se apoderó del ambiente dejando expuesto solo el ruido del corazón.

—¿Por que de repente me pregunta eso? ¿Por que se queda callada? ¿Será que no le agrada la idea de que le guste a Mikea?—se preguntaba Aris en sus adentros mientras miraba su seriedad.

—Bueno, cambiemos de tema ¿te gusta el desayuno?

—Esta muy rico, es agradable desayunar contigo.—le dijo Aris lleno d felicidad.

—Te invitaré a desayunar más seguido, la próxima vez te haré lo que más te guste.

—¡Gracias! Soy realmente consentido por ti jajaja.

—Lo eres, eres mi emerjo amigo.—Elizabeth se quedó callada por unos minutos y esto preocupó a Aris.

—¿Estás bien?

—Si, solo estaba pensando en el desfile de hoy, no se que expectativas debería tener, no sé si será seguro para toda esa gente, me preocupa que algo suceda, estoy algo paranoica jejej.

—No te preocupes por eso, será un evento sin contratiempos y pensar que apenas hace unos meses, estaba descubriendo que tenías super poderes jeje y ahora eres tan fuerte y oficialmente la heroína de nuestra ciudad…

—Si, nunca me imaginé vivir algo así y lo mejor es que los tengo a ustedes conmigo.—exclamó Elizabeth llena de gratitud.

—Nos espera un largo camino por recorrer…

—Eso parece.

—Antes de que se me olvide, te traje algo, espero que te guste.—Aris le dio un regalo que la sorprendió.

—¿De verdad? ¿ que es?

—Espero que no te enojes por el regalo, no sé muy bien tu talla.—externó Aris sonrojado.

—¿Por que me ofenderia? Jajaja.

Elizabeth abrió aquella caja de regalo, era color rojo y contenía un hermoso vestido azul marino de terciopelo, sus ojos se abrieron de app en app y le brillaron maravillados.

—Aris…es bellísimo…me encanta…

—¿De verdad te gusta? Tenía miedo de verme como un atrevido, pero cuando fui al centro comercial con mi papá vi ese vestido en el aparador y pensé que se te vería lindo si lo llevabas en la cena que el señor Ming te preparó para esta noche.

—Me encanta, pero se ve muy caro…no tenías que gastar tanto en mí.—externó Elizabeth sintiéndose culpable.

—NO te preocupes por el dinero, lo compre con mis ahorros, trabaje horas extras, no me siento mal por haberlos gastado en ti ni nada jejeje, por favor no lo rechaces, úsalo solo por esta noche si quieres, es mi regalo por haberme salvado la vida el día que te conocí como heroína.

—Es un detalle muy lindo, no sé que decir, muchas gracias, lo usaré con mucho gusto.—le dijo Elizabeth con una sonrisa brillante que dejó a Aris más enamorado.

—Sé que te lucirá muy bien.



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En el texto hay: romance, accion, heroes vs anti heroes

Editado: 02.08.2024

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